CHURROS AL HORNO, LOS ORIGINALES [La máquina de la felicidad]

CAL 166,7 · HC 30,8 · PR 4,5 · GR 3,6 [100 G]

Churros al horno, la masa original  Churros al horno, la masa original Churros al horno, la masa original

Con Churros al horno. Los originales os estoy hablando de la receta original, la receta de churros-churros, los de toda la vida, los de harina, agua y sal. Los que saben a churros porque son churros.

Sé que hay por ahí desaprensivos sin alma que hacen churros de falsete como estos, con masa choux, pero no es el caso.

Estos son de masa churrera. De la masa churrera de mi abuela, más en concreto. Que heredó la masa de su tío, que fue churrero ambulante. Que no es que hubiera mucho que heredar, sólo el punto de conexión cósmica de las cantidades justas de agua, harina y sal, y la temperatura buena del aceite.

Heredó también una magna máquina churrera portátil, una cosa curiosa y entrañable.  Un enorme cachivache que era como una araña metálica con unas patas largas que apoyaban en el hornillo y una manivela para hacer bajar la masa por el tubo central. La churrera se colocaba sobre la sartén que en otras ocasiones se utilizaba para hacer migas con tocino. Una de esas sartenes hondas típicas de pueblo que si tuvieran un brazo largo y no dos asas, serían woks.

La cosa es que yo moría por los churros de mi abuela. A mi tíoabuelo no lo conocí, pero le reconoceré siempre en la herencia de la máquina de los churros, y en la memoria de mi abuela que nos contaba como iba por los pueblos con la máquina subida a un carricoche.

Mi abuela hacía churros en cualquier momento, pero sobre todo y ante todo, hacía muchos churros en Navidad. Esa época del año donde te echas más ropa encima y te sientes feliz y #gordor porque total, tampoco se te ve tanto. Ya te pondrás a dieta pasada la torrija. Antes no, porque no es práctico.

Lo de hacer funcionar la máquina en la cocina de mi abuela, tenía su miga. Primero montar todas las piezas en el suelo, y entre dos personas subirla al hornillo. Luego llenar con litros infinitos de aceite el caldero, y hacer la masa en un barreño. A mí me cogían aúpa y me daban las tijeras para cortar la masa según salía por la boca de la churrera. Mínimo cuatro personas en la cocina, si no eramos cinco o seis.

Yo me acuerdo mucho de aquellas tardes de invierno sentados alrededor de la fuente de churros recién hechos. Los comíamos a palo seco, porque en mi casa, rarezas de la familia o queseyo el chocolate se comía con pan tostado. Y los churros casi siempre solos.

Y quiero comer churros. Pero claro, ya no tengo máquina mágica de expender felicidad y después freírla. Tengo una manga pastelera. Que es una birria para estos menesteres, la verdad.

Porque si no tienes churrera, ya puedes apretar la masa todo lo que quieras, que te va a dar lo mismo: la masa tiene aire. Y eso significa  que los churros empiezan a saltar y explotar [los más rebeldes] y el proceso de fritura se convierte en una batalla campal de dimensiones épicas. Puedes poner la sartén en un extremo de la cocina y manejar los churros a distancia, con una caña de pescar, por ejemplo, y que el aceite salte donde quiera. Pero eso exije mucha habilidad. Y la cocina se pone perdida de aceite y tienes que limpiarlo.

Puedes hacerte con una churrera doméstica, las hay manuales muy apañadas, pero no nos engañemos, yo si pienso en volver a la cocina de mi abuela, quiero hacerlo con algo más parecido a esta churrera.

Y puestos a molar, ya la complemento con una de estas freídoras eléctricas, claro que sí. Para que vamos a pedir menos. Este año la carta a los reyes magos la dejo en el buzón de Inblan, para qué dar más rodeos.

O puedes hacer los churros al horno. Si. Una solución limpita, apañada y además, baja en grasas, que todo se agradece, porque así puedes comer churros más a menudo y tu conciencia no se pone pesada.

Y saben a churros. No a churros aceitosos, claro, pero si los pintas con un buen aceite de oliva antes de ir al horno, están sublimes. Y no explotan. Más majos ellos.

Churros al horno, la masa original Churros al horno, la masa original

INGREDIENTES

[UNA BANDEJA DE CHURROS, UNOS 20-25]
 
Agua, 240 g
Harina, 130 g
Sal, 2,6 g [media cucharadita también es una medida válida]
Aceite, 10 g [o mantequilla]
 
Opcional:
Aceite en spray
Azúcar, para espolvorear
 
Chocolate
Cacao puro en polvo, 3-4 cucharadas
Leche de almendras*, 200 ml

Stevia o azúcar, al gusto

*Explicación en la receta. Pero resumo: Si no tienes intolerancia a la lactosa, no hay ningún motivo para no usar leche de vaca

MODUS OPERANDI

La masa de churros es la cosa más sencilla de hacer que puedas imaginar. Lo primero que haremos antes de empezar será precalentar el horno, así luego iremos más ágiles. Dale caña, a 250 ºC estará perfecto.

En un bol, pesamos la harina y le añadimos la sal. Aparte, calentamos el agua en un cazo hasta llevarlo a punto de ebullición. Cuando hierva el agua, apartamos el cazo del fuego e incorporamos toda la harina de una vez, y removemos bien.

Con la mezcla aún caliente, añadimos el aceite o la mantequilla y lo integramos bien con una espátula. Pasamos la masa a la manga pastelera o churrera con una boquilla de estrella [o la que tengamos, si somos menos ortodoxos].

[Todo esto se puede hacer en thermomix: hervimos el agua 6 minutos a 100º, añadimos la harina con la sal y mezclamos unos segundos a velocidad 6]

A partir de aquí, puedes hacer dos cosas:

  • Calentar abundante aceite en una sartén, ponerte un escudo de protección, guantes y gafas, y freírlos.
  • Hacer los churros al horno.

Para lo segundo, cubrimos con papel de horno la bandeja, y trazamos líneas rectas del largo de la mano [bueno, o del que te de la gana]. Los espolvoreamos con aceite en spray para que queden más crujientes [totalmente opcional].

Los  horneamos a 200 ºC entre 6 y 8 minutos, aunque dependerá del grosor de la masa. La bandeja deberá estar más bien alta, pero no pegada al techo del horno [mitad de horno más un nivel hacia arriba].

Lo más importante que debes saber es que los churros al horno no van a quedar igual que fritos. La masa interior no va a ser tan esponjosa, porque la freidora sella el churro por fuera y lo cuece por dentro, mientras que el horno simplemente lo tuesta, y lo seca. Pero eso no quiere decir que estén malos, si consigues el punto justo, están bastante apañados.

El punto justo se puede saber probando. A los 6 minutos, abre el horno y prueba uno. No deben quedar muy dorados, porque en cuanto cojan color estarán duros como piedras y secos. Es mejor probar cada poco y comprobar cuando están hechos por dentro aunque no estén dorados por fuera.

Si tienes un serio problema por que no sean dorados, usa un soplete de cocina, pero jamás los tengas más tiempo del necesario.

Lo normal es que a la primera igual no te queden perfectos, cada horno es diferente, y el grosor de la masa también influye; yo hice dos tandas hasta que di con la temperatura y el tiempo del mío [sólo como orientación: 200 ºC / 8 minutos]. Y la altura es lo mismo, cada horno tiene unos raíles, y en función de la potencia te irá mejor uno u otro, y sólo puedes probar hasta dar con la medida.

[Edito: He probado el consejo que me dejaban en un comentario, en el que propone hornear a 160ºC durante 15 minutos, y me gusta más como quedan, merece la pena ponerlo aquí y que lo tengáis en cuenta]

El chocolate

Preparar un tazón de chocolate no tiene ningún misterio. Sólo hay que calentar leche, añadir cacao hasta espesarlo a nuestro gusto, y endulzarlo. Quería contar esta receta por una razón: no he usado leche de vaca.

Normalmente al chocolate le va maravillosamente bien la leche de almendras. La de avena también encaja muy  bien. Para más atrevidos, la de coco da un punto exótico maravilloso que a mí me fascina. Y si sólo tienes en casa leche de soja, no te prives, no queda nada mal.

20 comentarios en «CHURROS AL HORNO, LOS ORIGINALES [La máquina de la felicidad]»

  1. Me encanta tu idea de hacer los churros en el horno por restarles grasas innecesarias. La próxima vez los haré así, a ver qué le parecen a la cachorrita pequeña, pero a mí nunca me han saltado en la sartén. Uso la «cutrechurrera» de Lidl.

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  2. ¡Nunca se me había ocurrido! pero que «apañá» eres. Son los churros perfectos para mí, la última vez que se me antojó hacerlos, (y digo antojó literalmente, embarazada andaba yo por aquel entonces) hace ya casi 23 años, lié en la cocina el desastre más grande de los que he hecho hasta ahora, explotaron como si les hubiera puesto una carga explosiva, el aceite llegó hasta el techo recorriendo en el trayecto tooooda la cocina, y yo, yo acabé en el hospital. Juré por mis nietos que no volvería a hacer churros :P
    Hoy me has desmontao!!! jejejeje. puedo volver a hacerlos sin que parezca victima de un atentado.
    me retracto de mi promesa :))
    Un abrazo grande guapa y Felices Fiestas!

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  3. Anónimo

    Pero saben a churro de verdad?? Es que una churrera, aunque sea manual, no hay forma de encontrarla por estos lares y lo de los churros explivos ya lo había leído antes… y va a ser que no. Primero porque me da miedo el aceite… y segundo porque luego entra un perezón y medio de pensar en limpiar la cocina.
    Por cierto, las dos maquinitas que te pides parecen más sacadas de una peli de ciencia-ficción que otra cosa… no serán para hacer churros cósmicos??? jaajajaja
    besos

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  4. Ana, me ha parecido muy divertido y cálido tu recuerdo de tardes de diciembre con frío y churros en la casa de tu abuela. Y me he divertdi como loca, imaginándome la situación de freír los churros a la distancia para no recibir salpicaduras peligrosas :D Eso sí, en cuanto a tu propuesta de churros horneados es fantástica porque nos podemos dar un gustazo con todas las letras, sin culpas y sin pasarla más después de la comilona (porque siempre que se comen churros la cosa termina en comilona) ;)
    Un beso.

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  5. Madre mía! Me acabas de dar una alegría increíble. Me encantan los churros, y me acuerdo que de pequeña mi padre y yo los intentamos preparar varias veces. Pero aquello era una Odisea, con aceite saltando por todos lados… hasta que como era predecible mi padre se quemó (Y se hizo una señora quemadura). Después de eso ya no los volvimos a preparar… esta es la solución perfecta ♡♡♡♡♡
    Muchas gracias por la idea

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  6. Marisa (Mery Flower)

    ¡¡ Ana, lo pongo en proyecto !!, aunque cuando se me antoja, más bien poco por la dieta, jejejejeje, vamos a una churrería que tenemos cerca de casa y con todas las consecuencias, jijijijijiijiji.

    Un saludo guapa y alegría por volver a saber de tí.

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  7. Con Cariño

    He probado tu receta y he de decir que algo falla, puesto que si mezclas esa cantidad de agua (240ml) con esa de harina (130gr) el resultado es una masa liquida que se deforma completamente al depositarla en la bandeja y más que un churro es un palo de pan. Deberías revisar lo que escribes, puesto que probablemente no sean 130 gr de harina sino casi 200 gr para conseguir una masa similar a la de los churros de toda la vida, no este invento de chichinabo que te has sacado de la manga.

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    1. Anónimo

      Hola!

      Todas las recetas del blog están probadas por mí y las fotos atestiguan que han salido con las instrucciones dadas. Por supuesto puedo equivocarme al anotar alguna cantidad, pero lo he revisado, esta es una receta que hago de vez en cuando y las cantidades que uso no varían.

      ¿Cuando has notado que la masa estaba líquida? Antes de hervir el agua e incorporar la harina es normal, la masa espesará con el calor continuado, ¿la has cocido?

      Si revisas los pasos, y me dices exactamente donde la encuentras líquida, tal vez pueda ver como solucionarlo. No dudes en escribirme!

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