CAL 85,9 . PR 7,9 . HC 13,6 . GR 0,2

 

Las cosas como son. Más allá [y más acá también] de creencias-credos-religiones, la Santa Tecla es que me cae maja la tía.

Os voy a contar su historia. Una tía con un par, sí señor. Ni feminismo moderno ni gaitas.

Estamos en el año 48, ya hace unos pocos. En un sitio que se llamaba Iconio. Aquí llegó a predicar San Pablo –que vaya tela con San Pablo dicho sea de paso.

Total que como por aquel entonces los resorts no se llevaban, San Pablo [por aquel entonces Pablo a secas] se alojó en una casa particular. Y este particular tenía un vecino. Y el vecino, una hija. Empieza a sonar bien eh?

Pues la cuestión, que la nena [Tecla] se encoñó con San Pablo. Que si le gustaba escucharle, que si el verbo pródigo, que si se le cayeron las … al suelo … estas cosas que les pasan a las adolescentes de antes y de ahora. Que los apóstoles nos lo cuentan como que esto fue un arrebato místico pero vamos, no nos engañemos, chico guapero con labia y adolescente pava pues os imagináis.

La cosa es que Tecla estaba prometida, cosas de los padres, y el papá de la nena se enfadó mucho muchísimo y en lugar de partirle la cara al pavo que le estaba pasmando a su niña, pues le hizo encarcelar por hechicero. Tonterías las justas.

Tecla, como toda adolescente enfebrecida, salió de su casa sobornando todo lo que se le puso por delante [carcelero incluido] y en lugar de sacar a Pablo de allí [que las adolescentes de entonces eran como las de ahora, seres no pensantes] pues se sentó a sus pies a mirarlo embobada. Esto se lo tenemos que perdonar, que era muy jovencita y no emitían Sexo en Nueva York en Iconio.

Total que no me olvido del amante despechado, el novio de Tecla. Que se enfada, se lo toma… fatal, y la hace quemar en la hoguera – qué carácter.

Pero mira por donde que Tecla se libra, porque las llamas se apartan y prenden a sus verdugos, y ella se da el piro con Pablo a predicar por el mundo.

Y con Pablo llegó a un pueblo donde los hippies no cayeron en gracia y le lanzaron a un foso lleno de serpientes. Pero es que desde Eva las serpientes y las mujeres estamos de buen rollito, que parece mentira estos antiguos que no lo supieran, y no le hicieron nada.

Más tarde, llegó con Pablo a predicar a un circo y les apresaron. Pablo salió por patas y la dejó ahí plantada [para que te fíes de los guaperas con labia] y la arrojaron al foso de los leones. Pero mira tú por donde que las leonas se adelantaron y la protegieron de los machos.

Intentaron cargarse a la muchacha de formas imaginativas varias, pero al final pasaron del tema, viendo que no les cundía, y la dejaron en paz. Total que Tecla se hizo ermitaña y ya viejita se la tragó la tierra [que mala leche, con las que había librado la pobre]

Lo justo es que Tecla estuviera como apóstol, pero no voy a entrar en esto, la cuestión es que la gloria se la llevó el guaperas y Tecla pues mira, de patrona de los Informáticos que acabó. Que tampoco está mal, no?

Total que he decidido celebrar Santa Tecla con un capuccino un poco distinto, por darle una gracia…

INGREDIENTES
[2 CAPUCCINOS]

Para el granizado de café
Café
Edulcorante

Para la espuma de capuccino
Café capuccino soluble, 3-4 cdas soperas
Leche semi, 300 ml
Hielo, 3 o 4 cubitos

Para la gelatina de cardamomo
Leche semi, 100 ml
Cardamomo, 4 vainas
Agar agar, medio gramo

MODUS OPERANDI

Granizado de café


Preparamos un café bien cargadito, lo endulzamos y al congelador, en una cubitera. Un minuto antes de preparar nuestro capuccino, lo trituramos y lo reducimos a granizado.

Gelatina de cardamomo


Tostamos ligeramente el cardamomo abierto en una sartén, para potenciar todo el sabor.
Hervimos la leche y cuando llega a punto de ebullición añadimos el cardamomo y dejamos infusionar unos 10 minutos como mínimo. Retiramos las semillas y volvemos a hervir la leche. Cuando la tenemos lista, añadimos el agar agar y dejamos a fuego medio dos minutos. Retiramos y ponemos en el recipiente donde cuajaremos la gelatina [una bandejita, un tupper…]

Una vez cuajada, la cortamos a nuestro gusto.

Espuma de capuccino


Imprescindible Thermomix. Ponemos la leche, el capuccino soluble y la sacarina en el vaso junto con los hielos, lo trituramos unos segundos a vel. 7 y cuando ya esté listo, lo bajamos a vel. 5 entre 15 y 20 segundos, hasta que la espuma esté lista.

MONTAJE


En la base, el granizado de café. Sobre éste, la espuma de capuccino, y espolvoreamos con cacao en polvo y la gelatina de cardamomo.