PASTA -CASARECCE- CON SALMÓN [Qué hacer con un envase abierto de nata]

Esta es la clase de cosas que ocurren cuando hay un paquete de nata abierto en la nevera. A mí la nata me dice [alto y claro] eh, tú, ser humano, compra salmón y haz algo digno conmigo.

Y yo, obedezco.

Soy muy bien mandada, como decía mi madre. Sobre todo si me habla un envase de nata abierto, que estos tienen muy mala baba. Los de nata de avena [que no es nata ni de lejos, por aclarar un poco el asunto] además no se ponen igual de feos, pero se estropean igual y te la pueden liar pardísima si los usas fuera de plazo.

Así que estaba claro que ese paquete que abrí para la salsa de los champiñones que puse de aperitivo dos días antes, exigía ser usado en algo bajo pena de causarme una indigestión de esas que sientan precedente.

Tenía en la despensa un paquete extraño de pasta de colorinchis que compré porque… era extraño… y de colorinchis. Básicamente. Compré varios, uno naranja, otro negro y este verde. El verde está hecho con harina de legumbres; los otros son de lentejas rojas y de tinta de calamar. Y la culpa la tiene el dueño del supermercado: ¿Por qué pone estas cosas en los estantes, si sabe que siempre pico? En fin.

La cosa es que tenía yo mi paquetito de pasta sofisticada verde de harina de legumbres, y me pareció que podía encajar con la nata y el salmón. A ver. La pasta es… extraña. Tiene un sabor que recuerda vagamente a las judías [pero como muuuuy de lejos] y una textura que francamente no puede competir con la textura de la pasta fresca. Es frágil y más bien seca. Pero está buena. Me gustó como experimento, tengo dudas de si la volvería a comprar. Conste que si veo otro paquete de pasta de colorinchis en el super, por supuesto me lo traeré a casa.

El salmón lo tenía yo en el congelador porque hice un poke de salmón y me había sobrado un lomito enano de salmón, que esperaba a que lo sacara de su hibernación para saltearlo con arroz o con pasta. Y la salvia… pues fue por probar, que parece que siempre comemos el salmón con eneldo, y con salvia también está muy interesante. Sin más.

El resto fue un sofrito básico, un poco de vino blanco, pimienta… y con poquito de cada cosa nos comimos un plato estupendo, que viene al #reciclandosabores de mi amiga Rossgastronomica como propuesta para reciclar cualquier restillo de pescado que tengas por la nevera, y esos envases de nata abiertos que nunca sabemos como gastar.

CASARECCE CON SALMÓN

INGREDIENTES

[2 RACIONES]

  • Casarecce de legumbres, 125 g
  • Aceite de oliva, 1 cucharada
  • Cebolla, media [100 g]
  • Vino blanco, medio vasito [50 ml]
  • Salmón fresco, 150 g
  • Nata de avena, 100 g [o nata normal]
  • Salvia, media cucharadita
  • Sal, pimienta

MODUS OPERANDI

Para hacer los casarecce de legumbres con salmón, lo primero que tenemos que hacer es poner agua a hervir y cocinar la pasta el tiempo que indique el fabricante. Por supuesto, cualquier pasta sirve para este fin.

Mientras se cuece la pasta, cortamos en juliana fina la cebolla, y la sofreímos a fuego medio en una sartén con la cucharada de aceite y una pizca de sal. A la cebolla, una vez esté pochada, le añadimos el vino blanco y la salvia, y dejamos que reduzca un par de minutos. Incorporamos a la sartén el salmón en dados, lo salteamos un minuto sólo, añadimos la nata, salpimentamos, y lo tenemos al fuego dos o tres minutos más, lo justo justísimo para que el salmón se cocine. Si está en dados pequeños, no debería tardar más.

Escurrimos la pasta ya cocida, y servimos con la salsa por encima.

4 comentarios en «PASTA -CASARECCE- CON SALMÓN [Qué hacer con un envase abierto de nata]»

  1. Yo tampoco me resisto a pastas de colorinchis e ingredientes desconocidos, son un imán en el súper y ya no te digo si voy a un sitio gourmet a comprar. Mi próximo plato de pasta va a ser este, ahora que no puedo comer gluten me imagino que pasta elaborada con legumbres será una buena opción.

    Bss

    Elena

    Responder
  2. Mira que hace poco vi en el super una pasta de lenteja roja, el próximo día la compro.
    Estupendo reciclaje, además de bonito, se ve estupendo y es cierto el brik de nata abierto y con un culín de nata siempre tiene mal final.
    Me gusta el reciclaje, gracias por compartirlo.
    Bss

    Responder

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