ENSALADA CÍTRICA DE POLLO, MANGO Y AGUACATE [Terapia climática]

CAL 464,9 · HC 11,6 · PR 33,8 · GR 29,7 [POR RACIÓN] 

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Estoy deprimida y enfurruñada con el mundo.

Me niego a que se acabe el verano.

Soy la única persona de este planeta que sonríe al calor-calor-calorazo. El calor achicharrante hace que me sienta bien, y cuando siento las gotas de sudor resbalando por mi nuca, cuando me cojo coleta contra todos mis dogmas estéticos porque no soporto el pelo… soy más feliz que una perdiz.

Me gusta esa sensación asfixiante de salir a la calle y que el asfalto desprenda fuego. Lo sé. ESTOY COMO UNA CABRA. Pero me gusta el verano.

Adoro el verano. Y si fuera por mí, no se acabaría nunca. Nunca de los jamases haría frío [no descarto mudarme al Congo para encontrar un clima adecuado a mis intereses] y jamás de los nuncas tendría que usar calzado cerrado, no digamos ya calcetines. Los calcetines son un invento del diablo. Son para cuando pasas frío, y a mí pasar frío… no me gusta.

Tengo un problema de identidad climática, porque soy del norte y aborrezco el invierno, los días grises me producen tristeza y desazón y no soporto el frío [que para mí, empieza en 20 ºC].

Las botas pesan, los abrigos pesan, los calcetines pican y las bufandas agobian. La ropa en la azotea tarda cinco días en secarse, y eso si no llueve, y las plantas de las ventanas se ponen tristonas y cabizbajas.

En cambio el verano es maravilloso, ligero, y mucho más barato porque no gastas ingentes cantidades de gas [que en otro orden de cosas es extraído de la naturaleza por procedimientos muy poco éticos y sostenibles] para mantenerte a una temperatura tibia en casa, digamos unos flojos 30 graditos de nada, lo justo para andar con una rebequita fina.

Voy a desmentir un mito del verano: el horno, funciona. De verdad. Que lo he probado, y no me ha pasado nada, en plan la casa no ha explotado y la cocina no se ha desintegrado ni nada de eso… Así que el verano no tiene ningún inconveniente. Pasar calor mola, seguir teniendo horno mola más, y sudar elimina toxinas.

Así que ahora mismo estoy viendo con mi terapeuta como me enfrento a este cambio climático que el mundo sin piedad me obliga a vivir cada año, como si no hubiera tenido bastante ya los treintaypico años pasados. Como si nunca fuera suficiente.

Ya me he quitado el trikini, porque debajo del plumas no terminaba de ser útil [sí, para mí 15 grados es frío polar] y he conseguido ponerme unos calcetines pequeños y raídos durante dos horas, voy poco a poco.

Y hasta pongo cosas tibias en las ensaladas, por ir anticipándome a la terrible obligación de comer caliente al menos en este incómodo periodo entre veranos que nos toca pasar todos los años.

PD. Si alguien conoce un pisito mono y asequible en República del Congo, porfa, información por privado.

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INGREDIENTES
[2 PERSONAS]
 
Pollo, una pechuga [300 g]
Mango, medio [150 g, no muy maduro]
Aguacate, medio [100 g]
Brotes de ensalada, 200 g
Naranja, media
Limón, uno
Jengibre, un trozo de 1,5 cm
Ajo en polvo, 1 cucharada [o un diente de ajo fresco picado]
Mostaza antigua, 1 cucharadita
Aceite, 2 cucharadas
Sal
Pimienta blanca
 

MODUS OPERANDI

Empezamos con los cítricos. Exprimimos la media naranja y el limón, y mezclamos ambos zumos. De aquí, reservamos 3 cucharadas para el aderezo, y el resto lo ponemos en un bol para hacer la marinada del pollo.

Para la marinada, en el bol donde tenemos el zumo de los cítricos, ponemos el jengibre fresco rallado, el ajo, sal y pimienta blanca. Lo mezclamos bien.

Cortamos la pechuga de pollo en tiras, salamos ligeramente [la marinada ya tiene sal] y lo introducimos en el bol, dejando que se embadurne bien. Lo dejamos reposar un mínimo de media hora.

Pasado este tiempo, lo escurrimos del exceso de líquido [no será mucho] y en una sartén con una cucharada de aceite, lo salteamos a fuego vivo hasta que esté doradito y crujiente. Reservamos.

Preparamos el aliño: Mezclamos las tres cucharadas de zumo reservadas, la mostaza, la cucharada restante de aceite, sal y pimienta. Lo batimos hasta que emulsione.

En el momento de montar el plato, preparamos la base de ensalada [conviene sacarla de la bolsa 10 minutos antes de su consumo], y pelamos y cortamos en bastones el aguacate y el mango [bastones, daditos o como te de la gana a ti]. Colocamos el pollo por encima y añadimos el aderezo.

El pollo se puede servir frío o caliente, como más te guste. En función de tu decisión, saltéalo antes de hacer el aderezo, o déjalo para lo último. Ten en cuenta que el aguacate se oxida, no lo tengas cortado mucho antes de servir la ensalada, o se pondrá feo.

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13 comentarios en «ENSALADA CÍTRICA DE POLLO, MANGO Y AGUACATE [Terapia climática]»

  1. Nunca es tarde para mudarse al Congo, por el contrario, mis calcetines ya me piden auxilio y no pienso darles de lado. Aun así, no me resisto a probar tu ensalada, tanto en mi ansiado invierno, como en tu idílico verano. Muy buena receta, enhorabuena!

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  2. Hija mía, si en el norte de Europa pusiéramos la calefacción a 30 grados el cambio climático sería aún peor!!! Pero chiquilla, que a 30 grados de calefacción te cueces!!!! En casa la ponemos para estar como mucho a 19 grados, más que eso es insoportable.
    A mí el calor sofocante del verano no me gusta. Para mí la temperatura ideal son 25 grados, hasta 30 lo tolero… más allá no lo soporto :)
    En cuanto a la ensalada, eso sí, me encanta!!!
    besos guapa

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  3. catypol

    No te quites el trikini mujer, déjatelo debajo del abrigo y le das una alegría a alguien, venga, qué entrar en calor es fácil! y lo del pisito en el Congo es más difícil. Pero para empezar está bien que te «entrenes» con esta ensalada tibia, seguro que además está muy rica y entre aguacate y mango algo tropical tiene, jeje

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  4. A mi el calor sofocante del verano no me gusta sera que aqui llegamos a los 42 grados como nada asi que adoro cuando hay 21 grados de temperatura para mi es ideal ,aqui ya empieza a refrescar asi que no tardaremso en poner la calefaccion que pasamos de 42 grados a menos 7 grados en nada eso es lo malo aclimatarse jajaja.
    La ensalada seguro esta deliciosa nunca he comido el mango con pollo y no dudo este delicioso a las fotos me remito babeando me voy,te ha quedado de relujo.
    Bicos mil wapa.

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  5. Solución: múdate a Murcia xD. Es lo único que se me ocurre :P. El otro día tenían 35º de temperatura máxima, aunque ya «refresca» un poco por la noche (eso quiere decir que pueden cerrar la ventana sin morir asfixiados, según mi madre). Allí llevamos sandalias hasta entrado noviembre, algo que sólo se salta momentáneamente por la gota fría que cae a veces en esta época.

    Yo te regalo el calor y tú manda todo el frío que te sobre, que en este tema sí que somos polos contrarios :P. Eso sí, yo el horno también lo uso en verano y las ensaladas son para todo el año! Muy rica la que nos traes hoy, cada vez soy más fan del aguacate.

    Un abrazo cálido

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  6. Si encuentras dos pisos me mudo yo también, odio el frío. Nací en pleno mes de agosto y esa es la temperatura que me gusta, en verano me hincho como un globo, pero estoy a gusto con el sol dándome en la cara. Yo también pongo el horno, en verano, incluso este verano he puesto la calefacción en plena ola de calor (pero eso es otra historia).

    La ensalada templada me gusta y la has preparado buenísima, pero vamos que si me tengo que comer un plato de cuchara humeante no me importa que en el calendario ponga agosto.

    Bss

    Elena

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  7. Aquí otra loca!! Es que 20º ES frío. Vamos a ver, que con 20º yo me pongo cazadora oiga. Y te has dejado la mayor ventaja del caloraco. lo rápido que se viste uno eh? eso que? que te levanta media hora más tarde! Que yo en invierno con los 4 refajos que me pongo y todas las capas invierto fácil 40 minutos en vestirme. Y en verano te enfilas una camiseta por arriba una faldita por abajo y lista. Y yo me veo que todo me queda mejor también.
    Me encanta lo de mirar hacia el horizonte la acera o el asfalto y ver la imagen así como desdibujada y borrosa de la canícula total. Es lo mío. Y aunque no te mole mucho (que le ibas a encontrar su punto te lo digo yo porque esto es muy molón) Texas es así. Aquí sólo existen dos estaciones, el verano y el inFierno. EL infierno terminó hace un par de semanas y ahora estamos en un verano que es gloria pura. Vente p’aca y déjate de congos y nos liamos aquí con el horno a tope!
    Beso
    Beatriz

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