KARTOFFELSALAT [Las salchichas frankfurt y lo que va detrás]

Kartoffelsalat  
Kartoffelsalat  Kartoffelsalat

 

En mi casa las frankfurt sólo entran de forma ocasional y debidamente justificada: con un argumentario de página y media bajo el brazo, y una declaración de culpabilidad con vergüenza y escarnio público, más un acto de constricción futura, se pueden comprar alguna vez. Es decir, que las comemos cuando viene algún niño a casa y preferimos que coma a que se alimente, o si tengo un argumento de peso para comprarlas, del tipo son para el blog.

Así que ha sido ver la receta de kartoffelsalat de Los Deseos del Paladar en la edición de este mes del #asaltablogs y claro, era la excusa perfecta para ir al super y volverme con un envase enorme de preciosas y estupendas salchichas frankfurt, eso sí, de pollo y sin sulfitos. Que no era cuestión de desparramar.

Porque mira que me gustan a mí las salchichas de Frankfurt. Más que a un tonto un lapicero. Cuando era muy pequeña y aún no sabía casi ni encender el fuego sola, fueron la primera cosa que aprendí a cocinar, hervidas en un cazo con un poco de agua o en la sartén apenas mojada con aceite [porque cuando yo era pequeña no había microondas, eso llegó más tarde; y además en mi casa tardó lo suyo en entrar, que decían que las ondas esas no eran cosa buena].

Recuerdo perfectamente cuando llegaron las salchichas con queso, que fue como la revolución del patio del cole. Aquello era un objeto de deseo codiciado por todos los niños de mi edad. Y los padres fueron más felices porque creían que daban a sus hijos carne y lácteos, una cosa completa y estupenda para que creciésemos sanos. Crecer, crecimos, porque además de salchichas de queso también nos daban bocatas de chorizo, y claro, con eso ya sí que creces.

Porque con las frankfurt… a ver… que lo vamos a explicar despacio.

Una salchicha frankfurt es una pieza de carne emulsionada con grasa y agua, embutida en tripa, y cocida. Es decir, que a priori lo que las diferencia de las salchichas frescas del carnicero es que están ligadas con grasa y agua y picadas muy muy finas, y que se venden ya cocidas.  Esto, en sí mismo, no debería ser motivo para rasgarnos las vestiduras, en todo caso para moderar su consumo porque la proporción de grasa está en torno al 35-40%, que no es una tontería.

¿Y cual es el problema entonces? El origen de la carne que se usa, y los aditivos infames que se le ponen para que tenga buen color, sabor y aspecto en general. Ahí está la clave. Para salchichas de tipo frankfurt se utiliza por lo general carne separada mecánicamente. Esto es el resultado de pasar huesos de determinados animales [no todos entran] por una cinta mecánica y mediante presión soltar toda la carne que queda pegada a los mismos. El resultado es una pasta de aspecto francamente desagradable [y esto no es un juicio de valor para predisponer a nadie en contra; hay otras muchas cosas de aspecto repugnante que me chiflan, sin ir más lejos, los zarajos o los caracoles]. La calidad de la carne, es la más baja del mercado, como es lógico si piensas en la forma de obtención. Se mezcla habitualmente con piezas que contienen gran cantidad de colágeno. Y con grasa. A saco. Se adereza y se cuece.

Y aquí empezamos a tener los problemitas. El primero: si mezclamos carne de baja calidad y grasa, lo que obtenemos no es digamos… apetecible. Es infame. Así que lo corregimos. Añadimos sal a saco, lactosa o leche en polvo para endulzar y poner algo de sabor a esa pasta informe, le metemos un poco de fécula de patata que engorda el producto y permite vender almidón a precio de carne, y le atizamos una buena dosis de sulfitos que mantenga su aspecto apetecible tras todo el proceso de maquillaje que le hemos metido, y lo envasamos.

Resulta que después de todo este trabajo, tenemos una pieza de carne a un precio que roza el absurdo [entre 2-2,5€ el kilo] y que contiene… carne, tocino de cerdo… agua fluorada, jarabe de maíz, fructosa, almidón, proteína de leche, nitrito de sodio, saborizantes, trifosfatos de potasio y sodio, polifosfatos, ascorbato de sodio… esta es una lista orientativa de composición de las salchichas frankfurt. Que te veo con ganas de más.

Y por eso, este tipo de salchichas, que por otro lado nos pirran [claro, con todo lo que llevan… normal que nos pirren, si no es que estén malas…] no entran en casa prácticamente nunca. Excepto para hacer kartoffelsalat o wurstsalat. Debilidades de la casa. Tenemos localizadas algunas marcas que no usan sulfitos, productos bio y similares. Hasta salchichas veganas de soja, que están buenísimas por cierto. Y muy de vez en cuando… a ver… entendedme: vivo con un vikingo. De vez en cuando, miramos para otro lado, y compramos un envase… 

Kartoffelsalat   Kartoffelsalat  Kartoffelsalat

KARTOFFELSALAT

CAL 489,3 · HC 32,5 · PR 15,2 · GR 33,1 [POR RACIÓN]

INGREDIENTES

[4 PERSONAS]

Patatas, 600 g [4 patatas medianas]
Apio, 50 g [una ramita]
Cebolla, 100 g [media]
Pepinillo, 50 g [3 medianos]
Manzana ácida, 100 g [media, tipo granny smith o similar]
Huevo, 2 uds
Salchichas tipo bratwurst o frankfurt, 300 g [2-3 piezas, según tamaño]
 
Aderezo
Mayonesa ligera, 100 g [3-4 cucharadas generosas]*
Yogur, 100 g [misma cantidad que la mayonesa]*
Mostaza, 1 cucharada

Sal, pimienta

*Para hacer aderezos, suelo poner mayonesa y yogur a partes iguales, aderezados con sal y pimienta. Queda cremoso y rico, y aligera mucho el resultado.

MODUS OPERANDI

No tiene mucha ciencia, pero allá va.

Lo primero que hacemos es preparar las patatas. Las limpiamos bien de tierra, y las cocemos enteras y con piel, con un poco de sal, hasta que estén tiernas. Como esto depende del tamaño de la patata, mi recomendación es ir pinchando y comprobando el punto. Las más pequeñas pueden estar listas en 20 minutos, y las grandes en 40 minutos, pero es sólo orientativo. Yo las cuezo en olla exprés de 3 a 5 minutos [según como sean de grandes], y como esta no puedes abrirla para ir viendo, tengo mucho cuidado de que sean del mismo tamaño para que no se pasen unas y se queden crudas otras.

Lo siguiente es cocer el huevo. Para que quede perfecto, ponlo a cocer en agua hirviendo [usa una cuchara para meterlo suavemente en el cazo: si lo dejas caer, puede romperse], añade sal y espera entre 8 y 12 minutos [8 es yema bastante crudita, 12 totalmente cocido. Yo lo tuve 9 minutos, gusto personal].

Y ya sólo queda montar la ensalada. Pelamos y cortamos las patatas en dados. Pelamos el huevo y lo lavamos para retirar los restos de cáscara. Podemos marcar las salchichas en la plancha o hervirlas un par de minutos [aunque no hace falta, se pueden consumir tal cual] y las cortamos en rodajas o dados. Y picamos la cebolla, el apio, la manzana y los pepinillos como más nos guste, pero no demasiado pequeño.

Ponemos todos los ingredientes en un bol, y preparamos el aderezo. Si lo dejamos hecho con un poco de antelación gana bastante. Sólo hay que mezclar los ingredientes, ajustar el punto de sal y añadir una pizca de pimienta. Mi consejo es servir el aderezo aparte, y que cada persona se ponga lo que considere, además la ensalada queda mejor presentada si no parece un engrudo churretoso [y lo siento, que está buenísima, pero las ensaladas aderezadas con salsas de este tipo tienen una presentación dificililla… es mejor poner la salsa aparte]. Los tomates cherry han sido una licencia estética, la ensalada no los lleva, pero me suele gustar poner un poco de color a las ensaladas tan planas, por darles un poco de vidilla. Sin más. Tampoco molestan.

24 comentarios en «KARTOFFELSALAT [Las salchichas frankfurt y lo que va detrás]»

  1. En este mes nuestro alemán esta estupenda. Cuidadin no te vaya a fichar jaimie para la campaña contra el frankfurt despues de MacDonalds. En casa tampoco entran mucho, pero si lo hacen es para un buen schucrut o ensalada ccomo esta tan buena. Besos

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  2. Ana, vaya lección de salchichas, no tenía ni idea que tuviesen tantas cosas…(malas o regulares tendiendo a peores), yo las compro a menudo para ponerlas en el pienso de mi Bimba. Algunas veces hemos hecho esta ensalad que por cierto la subí al blog hace mucho tiempo y que nos encantó.
    La tuya del asalto te ha quedado estupenda.
    Muchos besos y feliz puente

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  3. Me encanta tu alegato contra esta cosa que algunos llaman salchichas. En mi casa NO entran, directamente. Ni para el blog. Mis cachorritos ya ni protestan, los pobres, así que investigaré esas opciones un poco menos malas que cuentas porque la ensalada la verdad es que tiene una pintorra…

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  4. Hola Ana,
    Vi la receta y pensé en prepararla, en casa no tengo Vikingos, pero en Dénia tenemos muchas colonias alemanas y podemos encontrar de todos lo colores, sabores y ahumados… Aunque al final me frena ese pensamiento: no se que comemos…
    Pero veo tu receta y me apetece muchisimo y más.
    Besos y abrazos

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  5. En casa no damos nada por las salchichas igual en vacaciones se nos antoja comer huevos con arroz y salchichas vamos lo que veien siendo arroz a la cubana pero el resto del año , solo compro las salchichas para hacer ensalada y esta tuya no deja de tentarme no dudo lo mas minimo que me encantara,te ha quedado de relujo.
    Bicos mil wapa.

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  6. Pues, si. Yo he tenido niñas en casa que han olido las salchichas frankfurt de lejos. De hecho, hace ya algunos años que no han aparecido por mi casa… y no las piden. Hubo un momento en que les conté el proceso de obtención y su composición, les dije que, de vez en cuando, podríamos comer pero mejor evitarlas. Y así estamos… no las prohibo pero tampoco es un ingredientes cotidiano.
    Tu ensalada ha quedado de lujo.

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  7. Pues menos que esta vez has mirado hacia otro lado y habéis colado estas salchichas en la cesta de la compra, porque te ha quedado una ensalada riquísima. En nuestra casa antes entraban bastante porque era una forma de apañar una cena rápida los días que llegábamos tarde…
    Lo curioso es que, casi sin pensar, las desterramos de nuestra lista de la compra cuando descubrimos unas salchichas de pollo frescas bastante naturales… Y ahora son las que cogemos cuando nos apetece el bocata de salchichas… y después de ver la descripción tan detallada que nos has traído sobre las frankfurt, creo que tardarán bastante en volver jajajaja.
    Besos

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  8. En Alemania y Suiza son tipiquísimas estas ensaladas, ya te lo imaginarás, así que he probado varias cuando he ido en verano de visita. Porque mi padre las odia y en nuestra casa jamás la preparamos xD.

    Aunque en Suiza hay taaaaaaaaaaaaaaaaaaantas salchichas diferentes que nuestra familia nunca las hizo con frankfurts; solían usar «Knackerli» (que «crujen» un poco al morderlas, de ahí su nombre, creo), o Cervelas, o Siedwurst, o Wienerli, que son las más parecidas a lo que entendemos por frankfurt aquí.

    Cuando era niña mi madre nos daba también a veces salchichas de esas para la cena, aunque mi hermano y yo nunca fuimos especialmente entusiastas de ellas. Eso sí, recuerdo probar las rellenas de queso, sin saber que iban rellenas, y casi las escupo xD. No me gustaron nada de nada!

    Qué recuerdos me trae esta receta!

    Un abrazo

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  9. Menos mal que compensa al pintaza que tienen las fotos, con la descripción sobre la fabricación de las salchichas.
    Pues mira llevo tiempo queriendo preparar esta ensalada, eso sí buscaré unas salchichas que sean lo más naturales posible. O lo mismo hasta me hago mis propias Franfurt.
    De cualquier modo, una rica ensalada.
    Bss

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  10. Pues yo debo ser de esos pocos niños que crecieron sin las famosas salchichas porque en casa no se compraban. Si no recuerdo mal la primera vez que las probé fue en un perrito caliente y ya de bastante mayor así que después de tu explicación me quedo mas tranquila porque sigo sin comprarlas jajajajaja Pero viendo tu ensalada se me apetece probarla! Muy rica!

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