CAL 347,8 · HC 48,8 · PR 7,3 · GR 13,8 [100 G]
Los plátanos pochos me gustan más que comer con las manos. Y cuanto más renegridos y blandurrios están, más instintos viciosos despiertan en mi interior.
Voy a la frutería, veo un plátano tan pocho que está en esa caja grande que hay bajo el mostrador con lo que se va a tirar al final del día, y me sale un ogro comegalletas del interior, que afana todos los plátanos pochos, rescatándolos de entre las fresas pútridas y los limones verduzcos, para hacer… galletas, muffins, pan de plátano o bizcochos, cualquier cosa que incluya en la ecuación plátanos más pochos que la reina madre, avena a cascoporro y si puede ser, unas perlitas de chocolate que siempre dan un punto rico y les dan aceptación entre el público general.
Porque la fruta pasada tiene mala prensa. Casi tanto como el nene de la Pantoja, es como esas cosas que no miras y así es como que no existe. Pero existe. Y tiene futuro [la fruta pasada, lo otro ya no tengo tanta fe].
Sí, lo confieso. El plátano repocho renegrido y blando como una papilla, es mi debilidad, está entre mis vicios capitales entre el cardamomo y los higos. Más o menos, porque a veces sube posiciones, cuando los higos están tan lejos que no recuerdo bien a qué sabían, los plátanos moribundos escalan alguna posición y les adelantan por la derecha.
Y claro, si hay plátano terminal, hay avena en copos como si no hubiera un mañana. No puede ser de otra manera. Los plátanos sin avena son… como Zipi sin Zape, como el gazpacho sin tomate, como el chorizo sin nocilla [no me mires así que no cuela: sabes muy bien de que te hablo].
Plátanos, avena y chocolate ya es un ménage à trois que te puede llevar por los senderos de la perdición. Incluso siendo estos muffins jugosos y esponjositos, un asunto muy integralizado.
¿Pecamos?
*Para que sean libres de lactosa, debes elegir con cuidado el chocolate, o usar uno de tableta cortado a cuchillo
MODUS OPERANDI
Antes de empezar, pelamos los plátanos y los reducimos a puré con ayuda de un tenedor. Reservamos.
En un bol mezclamos todos los ingredientes secos: harina, avena, azúcar, levadura, bicarbonato y sal.
En el centro de la mezcla añadimos el puré de plátano y lo mezclamos toscamente con ayuda de una espátula. No tiene que quedar perfecto, solo un poco mezclado.
Batimos ligeramente el huevo y lo añadimos, junto con el aceite, en el bol. Ahora sí mezclamos bien hasta que se integren los ingredientes y tengamos una masa como un engrudo uniforme.
A esta masa, incorporamos las nueces troceadas [o avellanas, almendras, pasas…] y las perlas de chocolate, ambos ingredientes totalmente opcionales y plenamente intercambiables por cualquier cosa que te apetezca.
Llenamos las cápsulas de los muffins.
Truco del almendruco: Aunque hemos puesto levadura y bicarbonato como para levantar un imperio, estos muffins son una masa muy densa y pesada, que no va a subir espectacularmente. Llena las cápsulas casi hasta el borde, y así conseguirás que tengan copete.
Si además quieres que sean lisas y redonditas, mójate las manos con agua y golpea con los dedos [suavemente] la superficie de cada muffin para alisarlo. No aplastes la masa, sólo iguala la parte de arriba, y así evitarás crecimientos irregulares que les darían un aspecto grumoso.
Se hornean a 180º [en el horno precalentado a 250º, lo bajamos cuando metemos los muffins] 15-20 minutos, aunque según el tamaño de tus cápsulas, este tiempo puede variar.
Pues los platanos maduros o pochos como te gustan a ti a mi no me gustan naaaaaaada pero claro si me los dan dentro de estos mufins con avena harina integral y chocolate pues mira me los como todos y toodooooooooooos.
Me imagino lo ricos que tienen que estar y se me esta antojando ir a comprar platanos y dejarlos ponerse pochos para poder dar cuenta de ellos seguro estan de muerte relentisimaaaaa.
Bicos mil y feliz semana wapa.
Plátanos pochos, sí! Acabo de comerme uno negrito como a mí me gustan, ñam ñam. Es la fruta favorita de mi novio, pero a él cuando se ponen blanditos no le hacen tanta gracia. Al contrario, a mí si están demasiado duros me dan hasta asquete. Así que somos la preja perfecta en cuanto a plátanos se refiere, nunca se echan a perder, jajaja.
A veces dejo que se pongan negrísimos para hornear, son geniales. Tus muffins bien podrían haber salido de mi horno, son totalmente de mi estilo :D. Y sí, con avena están muy ricos, con chocolate… vicio! Me encanta cortar plátanos por la mitad, meterles un palo, congelarlos y luego bañarlos en chocolate fundido. Polos caseros para morir.
A mi padre le encanta tomar su avena (formato porridge o formato bircher müsli) con plátano madurito machacado, canela y pasas. Creo que me viene de él esa afición :)
Jajajaja! A mí me pasa lo mismo con los plátanos pochos… Es que si la receta lo requiere…
Los muffins de escándalo con fruta, avena chocolate no les falta nada! Buenísimos!
Hola guapa. Llevo días queriendo venir a verte, pero, entre unas cosas y otras, no he podido.
Yo siento decirte que tal vez el plátano es la única fruta que no me gusta y como me la han prohibido por la cantidad de hidratos que tiene, pues es de esas prohibiciones que no me afectan. Alguna tendría que tener, que no veas.
Pero tú, hínchate a comer plátanos pochos como si de Pantagruel se tratara y disfruta usándolos en recetas como ésta, que no deja indiferente.
Besos y feliz semana
Yo tengo un ejercito en casa seguidor del plátano pocho, porque siempre se traduce en dulce potencial jajaja mil besos guapa¡
Estos los pruebo fijo. Plátano y chocolate es una combinación que me encanta!
Yo no necesito buscarlo en ninguna caja en el super, simplemente los compro amarillos, bonitos, con sus manchitas y nadie se acuerda de ellos, pasa el tiempo y siguen sin acordarse de ellos y así consigo plátanos pochos todos para mi solita y en mi propia casa ¿que mas se puede pedir?
Lo malo de todo esto es la frase mía: «hay que comerse los plátanos que se están pochando» y la contestación de ellos «es que ya están un poco negros» gggrrrr….
Pero al final se los comen jejeje…. camuflados así como tu, en unas muffins deliciosas.
Besos
Nieves
Tienen que ser una delicia. Me llevo la mía para el cafelito. Un abrazo, Clara
Me gustan mucho, tal como las haces, porque aunque no las he probado, estoy imaginando su sabor, y se me hacen deliciosas, gracias ;) bien finde.
Pues yo no tenga esa pasión por los plátanos renegridos, sinceramente, y es que el plátano sólo me gusta como fruta y que no esté demasiado maduro. Eso sí, tengo que reconocer que para hacer algo cone sos plátanos tan maduros lo ideal es la avena y el chocolate… es un must.
Besos
P.D.: en serio has comido chorizo con nocilla??? Yo lo máximo que he hecho es magdalena con foie-gras :P
Jo , yo ya no tengo plátanos maduros, los uso en galletas en bizcochos en lo que sea, y como adoro la avena, tu receta me va a encantar fijo, me la anoto, la probaré!!
Yo soy de cada día un plátano y no les doy tiempo de ponerse pochos o negros.Desde luego esta combinación de plátanos, avena y chocolate es un «ménage à trois» divino y con un muffins así de potente recuperas la energía al momento.
Bss
que ricos y nutrivos, asi da gusto cuidarse bicos
Hola Ana! De todas las recetas pendientes que tenía tuyas me he enamorado de ésta, sabes bien que me encanta la combinación de plátanos, avena y chocolate jeje, y vaya pinta tienen tus muffins, me comería una docena jeje.
Por cierto yo en casa casi escondo los plátanos para que maduren, pero siempre se terminan antes, sobre todo por la peque que plátano que ve plátano que se come jeje.
Un besote!
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