POCHAS ESTOFADAS [Vacaciones de pueblo]

 CAL 301,4 · HC 41,7 · PR 7,2 · GR 7,6 [POR RACIÓN]

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Es agosto.

Y me he ido de vacaciones a casa de mi madre, que es como un hotel de cinco estrellas pero en mejor, porque mi madre sabe que no me gusta la paella, que en cambio me encanta comer borrajas, y que duermo hasta las diez. Más personalizado todo.

Y barato, oye. No tiene servicio de habitaciones, eso sí, pero bueno, para estirar una colcha de verano sobre la cama… tampoco necesito ayuda.

Y claro, ¿que hago cuando voy a casa de mi madre? Me hago la turista. En el pueblo que me vio nacer, yo voy de guiri. Con un par.

Y me voy al monte ese que cae detrás de mi casa a las cuatro de la tarde con el sol cayendo como picas a echar cuatro fotos monas, para darme cuenta sobre la marcha que me he dejado la tarjeta de memoria de la cámara… en Madrid.

Y me recorro la ermita, la catedral que miro por fuera porque no pienso pagar la entrada queyosoydeaquí vamos, que mandahuevos, la judería, la morería , la muralla y los bares de pintxos.

Y me paseo por el casco antiguo, me vuelvo a ver las casonas viejas, echo a andar hasta el río, y me tomo unos zuritos con pintxo, palabras ambas que en mi barrio madrileño suenan a ruso o a marciano.

Compro borrajas, achicoria y tomates de verdad, para acordarme de a qué sabían. Me echo otros cuantos zuritos con sus pintxicos, para ir haciendo tarde, y me voy a la ferretería porque allí sí que venden tapas de botes para embotar. La última vez que pedí esto en mi barrio me miraron como si hubiera aterrizado una nave espacial en el mostrador. Y me explicaron amablemente que señorita, las tapas, van con el bote.

[Aclaración: en los pueblos, se venden botes de cristal y tapas por separado, y con su medida para que coincidan, para embotar reutilizando el bote pero no la tapa, por seguridad]

Y veo a todos mis amigos, bueno a todos no, porque ellos también se van de vacaciones. Y me voy de zuritos y ya que estamos, me echo unos pintxos. Y me voy de terraceo, pero en versión pueblo, esto es: mucho más barato y sin aperitivo con la caña. [Benditos pintxos].

Y para despedirme, me voy a la compra. Me planto en el puesto del mercado donde mi madre compra la verdura, a sabiendas de que me trataran como de aquí y no como forastera, y me llevo fruta que huele y sabe a fruta, tomates que no parecen corchopan, y borrajas. Y pochas. Of course.

Porque si hay algo típico de mi pueblo y alrededores, son las verduras y las legumbres, y en veranito, la legumbre* que está trendingtopic son las pochas.  ¿Y qué son las pochas? Pues alubias blancas, o casi. Son un tipo de alubia blanca, que se recolecta antes de madurar del todo, y que alterna vainas más verdecitas con otras más amarillentas. Siempre son así. Redonditas, menudas y tremendamente mantecosas y sabrosas. Y te puedes ir olvidando de comprarlas desgranadas. Se compran en vaina, y la paliza de desgranarlas te la pegas tú.

[*Las pochas son una legumbre que se consume fresca, sin dejar que seque, por eso algunos la consideran verdura, pero técnicamente es una legumbre, que no os cuenten cuentos… que uno es de la especie que le ha tocado y la pocha no es una verdura igual que mi vecino del quinto no es un oso por más que vaya cubierto de pelo]

Pochas PaP 1

Fue mucho menos encantador hacer este trabajo en el sofá de mi casa, viendo la tele, que hacerlo en el patio de casa de mi abuela a la fresca, pero qué le vamos a hacer, así es la vida.

Siempre podría haberlas comprado ya cocinadas y envasadas, pero es que no son pocas las veces que he estado tentada, y al tener en la mano el preciado bote de pochas he visto que en realidad eran… alubias blancas normales vendidas a precio de caviar beluga, que baratitas no salen. Eso sí, con la pegatina de pochas y el dibujito del paleto con azada que da como rollo pueblerino de confianza. Pero alubias, alubias. Que no pochas.

Si no podéis ir a mi pueblo, cosa comprensible porque igual no tenéis allí una madre que os acoja, podéis comprarlas congeladas, de una calidad muy digna, y de la marca Findus [que no me paga por publi, pero son las únicas que he encontrado y tienen una calidad bastante maja]

Sí, es agosto, ¿os apetecen unas legumbres ricas?

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INGREDIENTES
[4 PERSONAS]
 
Pochas, 1 kg [peso con vaina, o 500 g de pochas desgranadas]
Tomate maduro, 1 pequeño [o 75-100 g de tomate triturado]
Cebolla, un cuarto [75 g]
Pimiento verde, uno [75 g]
Pimiento rojo, un trozo [75 g]
Ajos, 1 o 2 dientes, al gusto
Guindilla, 1 [opcional]
Aceite, 2 cucharadas [30 ml]
Agua, sal
 

MODUS OPERANDI

Lo primero de todo, es desgranar las pochas. En las fotos, veréis que son un montón, porque me hice del tirón 2 kilos y medio, aunque en las instrucciones lo he recalculado para cuatro personas.

Una vez tenemos las pochas desgranadas, es muy importante lavarlas bien de la tierra que sueltan las vainas.

Ya tenemos las pochas desgranadas y lavadas, podemos empezar.

En el fuego ponemos una olla con agua a hervir. Si no sabes cómo calcular el agua que necesitas, un truco es poner las pochas en un recipiente medidor y ver hasta que altura llegan. Las retiramos, y llenamos el recipiente con algo menos del doble de agua que el volumen que han ocupado. Siempre será mejor pasarnos de agua que no llegar, tenlo en cuenta. 

Cuando el agua comienza a hervir, metemos las pochas. No se meten en agua fría. Jamás hagas eso. Y no les ponemos sal de momento.

Las dejamos a fuego alegre [que se vea el hervor, no tiene que ser al máximo] y nos ponemos con el sofrito.

Para el sofrito, picamos menudos la cebolla, los ajos y los pimientos. En una sartén con dos cucharadas de aceite, pochamos con una pizca de sal todas estas verduras hasta que estén tiernas, a fuego bajito, que se cocinen despacio.

Mientras esto se pocha, picamos en daditos pequeños el tomate, o mejor, lo rallamos. Cuando se haya pochado lo que hay en la sartén  [unos 15 minutos], lo añadimos y dejamos que se cocine otros 10-15 minutos más.

Ya puedes salar las pochas si quieres, es un buen momento. El sofrito se añade a la olla a falta de 5-10 minutos para que terminen de hacerse.

Pochas PaP 2

Mientras las pochas se están cociendo, añadiremos la sal más o menos a mitad de cocción y el sofrito al final a falta de 5 minutos, para que coja sabor el caldo. Para que puedas calcularlo, tardan entre 45 y 60 minutos a fuego medio, de modo que la sal la puedes poner pasada la primera media hora, por ejemplo, y para el sofrito es mejor ir probando el punto de las pochas.

CONSEJOS

La sal puedes ponerla en cualquier momento a mitad de cocción, pero no al comienzo.

Para saber cuándo hay que poner el sofrito, prueba una pocha. Si le falta «un pelín» es el momento. Si está muy dura, no lo es.

Cuando vayas a añadir el sofrito, el caldo debe cubrir las pochas pero no sobrepasarlas. Piensa que espesará un poco, pero no demasiado. Si hay mucho caldo, retira una parte y guárdala. Siempre podrás añadirla de nuevo si te has pasado quitando líquido.

Las pochas bien cocinadas deben estar muy tiernas, pero no romperse. Para esto, tienes que evitar meter instrumentos de ningún tipo en la olla para remover. No hay que dar vueltas con un cucharón, simplemente agita suavemente la olla de un lado a otro para integrar el sofrito.

Las pochas son deliciosas acompañadas de una piparra encurtida.

22 comentarios en «POCHAS ESTOFADAS [Vacaciones de pueblo]»

  1. catypol

    Vuestras pochas son muy parecidas a nuestras mongetes de confit, frescas y de verano…y sí, me gustan las legumbres en verano, en ensalada o guisos aunque haga una calor que me muero…no sabía lo de los botes, qué curioso!

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  2. Siempre me he preguntado a qué mente perversa se le ocurrió eso de que las pochas estén en su momento perfecto de consumo en pleno mes de agosto ;-) Me encantan tu receta, es muy similar a la mía (que no lleva pimientos). Muchas gracias y un saludo!

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  3. Cuantas veces me ha pasado lo de olvidar la tarjeta de la camara en vacaciones y tener que comprar una si es que como dice mi costillo hay que tener todo juntito en el bolso de la camara y asi no pasan esas cosas , me alegra lo hayas pasado bien en el pueblo tu madre como todas las madres estaria encantada de que estuvieras en el hotel mama.
    Uummm a que hora dices que me pase a comer , seguro esas pochas estan de muerte relenta a las fotos me remito ,te han quedado de relujo.
    Esta semana estare bastante desconectada trabajo de tarde y no tengo tiempo de na luego el jueves al venir de trabajar me voy tres dias a la playa asi que hasta la semana que viene no volvere asomar la patita .
    Bicos mil y feliz semana wapa.

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  4. Qué cosa buena eso de ser turista en tu propio pueblo, y qué razón tienes con lo de ir a casa de mami, no hay hotel de cinco estrellas mejor que ese, durante una temporada eso sí, que luego ya sabemos todos que pueden volverse un poco acosadoras, jejeje.
    Las pochas me fascinan, esa textura de mantequilla que tienen es algo mágico. Sonrisas

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  5. Que rico y que sencillo. Nunca las he comido tiernas, recién sacadas de la vaina, eso es que yo si soy guiri de verdad, que pena, jejejeje.
    No las he hecho nunca como tu nos las presentas pero que ganas me han dado de comerlas.
    Las haré aunque no con esa calidad pero intentaré que sean lo más parecidas.
    Besitossss

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  6. Hola! estoy viendo que me parezco mucho a ti, cuando voy a casa de mi madre algunos días en agosto… jeje. La receta buenisima, para mi los guisos en verano también son perfectos aunque haga calor ( en el pueblo de mi madre no tanta…) y respecto a las borrajas, las descubrí el año pasado y me chiflaron. Un beso! Silvia.

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  7. akane86

    Vivan los pueblos para volver en vacaciones! Donde yo estoy no es exactamente un pueblo (no lo es en absoluto), pero también es donde está mi familia, donde me he criado y donde vuelvo a «reencontrarme con la tierra». Los tomates, calabazas, berenjenas, melones, paraguayos, melocotones e higos que tenemos aquí son una maravilla (y gratis :D).
    Las pochas son una delicia! De mis legumbres favoritas, sin duda. Nunca las he encontrado en el mercado frescas, pero tomo nota de la marca para tener en casa al menos congeladas. Me apetecen ya muchísimo buenos platos de legumbres calentitos.

    Un abrazo

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