CAL 313,2 · HC 74,9 · PR 4,5 · GR 0,8 [POR RACIÓN, RELLENO APARTE]
Fin del verano.
Esa época del año donde la gente coge una cosa llamada vacaciones, y se dedica a hacer cosas del tipo rascarse la barriga en la playa, rascarse la barriga en una casita rural de montaña, o rascarse la barriga en el bar de la plaza del pueblo.
Yo suelo hacer cosas de esas todos los años, no os creáis.
Pero este año, en lugar de eso, me he dedicado a otra cosa mucho más interesante: Me he rascado la barriga en mi casa, en concreto en el sofá de mi casa, con todas las persianas bajadas y las gafas de sol puestas, para recuperarme de mi operación de miopía.
Sí. Me quito las gafas.
[Alegría y desparrame]
Que ahora sí, pero al principio, a ver… al principio no todo es un cuento. Tiene muuuucha miga la historia.
Lo primero de todo: la operación. A mí me hicieron una operación que se llama PRK, y que consiste en operar directamente la córnea en la superficie. Aclaro esto porque lo habitual es que hagan otro tipo de operación donde laminan la córnea, operan y cierran, y parece que la recuperación es más rápida. Pero yo tenía mucha tela de dioptrías y muy poca chicha en la córnea, así que me tocó hacerme la difícil, la de operar sin abrir y dejar la cicatriz al descubierto [calma, te ponen una lentilla terapéutica, no os penséis que vais por la vida con la córnea abierta ni nada de eso].
No os voy a dar los detalles más escabrosos, aunque podéis preguntarme libremente si alguien se va a operar y quiere saber.
La operación en sí es un momento de tu vida donde alguien te explica que tras cobrarte por ello, te va a chamuscar la córnea con un rayo láser como el de Dark Vader en La guerra de las galaxias, después de haberte dado un Valium [trámite sin el cual, saldrías corriendo y las enfermeras tendrían que cazarte como si fueras un Pokemon] y luego, va y lo hace.
Lo del chamusque de córnea es bastante sencillo. El único momento en que quieres morir es cuando te preparan el ojo [no duele, pero da una grima espantosa] y luego otra vez cuando te dicen que es imprescindible tu colaboración para que la intervención salga bien.
Mi colaboración. La mía, que no me concentro ni en mis sueños cuando estoy dormida, me piden ahora que me concentre en una luz. Una luz, por cierto, que va a chamuscar mi córnea.
La cosa es que como ya estás ahí, has pagado la intervención y te han drogado, pues no te vas. Te quedas a ver que pasa.
La intervención es rapidísima, no más de un minuto y medio, con un descanso en mitad, como en el cine de antes. Para que controles el agobio de mirar la lucecita. Y que se agradece, oye, que yo en un minuto y medio puedo desconectarme y empezar a hacer la lista de la compra, y me olvido de la luz.
Total que un ojo, el otro, lentillas, y a casa. Cuando sales de ahí, tú te pones de pie en la salita de operaciones, y ya ves. Lo cual, es un flipe, una sensación de felicidad total que se disipa unos minutos más tarde, cuando sales a la calle.
La siguiente sensación es oh, no, quema! y es que no soportas el sol hasta el punto de que es un suplicio esperar a que un taxi pare para devolverte a tu casa, y eso con gafas de sol de cobertura total y gorra con visera. También es cierto que era agosto, a medio día. Que lo mismo en diciembre y por la tarde quema menos.
Después de eso, el primer día, pues duele. No os voy a engañar.Te dan analgésicos, eso sí, hay que sufrir lo justo. Los colirios te los vas poniendo cada media hora uno, cada dos horas otro… un montón de botecitos, y el vikingo con un temporizador detrás de mí todo el día dándome las pautas para irme poniendo cada cosa a su hora.
Debo decir, que yo soy lo que ellos llaman alta miope [ya podrían haber dicho alta simpática o alta maja pero no, dijeron alta miope]. Rancios. Y que cuando tienes ese tipo de miopía, la operación es más dura y el post operatorio también duele más.
Pero pasadas las primeras 24 horas, hasta las cejas de calmantes y sin dormir [me ponía los colirios cada dos horas durante la noche, se supone que puedes hacerlo cada cuatro pero me dolía tanto…] vuelves a la clínica, te hacen una revisión, y si no ven nada raro, te devuelven a casa de nuevo. A partir de ahí la vida empieza a ser más amable :)
Los dos primeros días no soportas la luz. Nada. Yo tenía la casa cerrada, las persianas bajadas, y para abrir la nevera usaba gafas de sol. Ni móvil, ni tele, ni ordenador, ni nada con luz ni pantallas.
Si vas a hacerte esto, mi consejo es que te descargues algunos audiolibros con antelación y te prepares música y emisoras de radio. Lo agradecerás. 72 horas a oscuras son muchas horas. El tercer día subí un poco las persianas.
Luego ya, el cuarto día salía a la calle con total normalidad y hacía vida normal de persona normal con gafas de sol incrustadas.
Y después de la operación, llegan las consecuencias con las que no habías contado. Y es que te quitas las gafas.
Sí, ya, esa era la idea. Pero es que ir sin gafas tiene consecuencias. Más allá de lo que mola despertarte y ver, o de no tener que buscar a tientas el jabón en la ducha, y de la molestia de ver doble o desenfocado algunos días, y de que no ves con nitidez hasta pasadas 5 semanas [yo llevo 3 y aún no enfoco], quitarte las gafas… tiene más consecuencias.
Yo, que lucía orgullosa unas gafapasta verdes oscuras preciosas, y parecía una pizpireta azafata del 1,2,3 con ellas, me las quité, y lo que apareció debajo fue… unas ojeras innombrables, que me han hecho pasar de alegre azafata a Morticia Adams.
Sin paliativos.
Negras como la noche, profundas como el cañón del Colorado. Y a ver como te quitas eso. He comprado cremas reparadoras chipirrifláuticas, me he puesto rodajas de pepino, un antifaz de gel congelado [si véis la cara de mi cirujano cuando le pregunté en la revisión de la primera semana por el pepino…] y algo han mejorado, pero… no.
He hecho una inversión en iluminadores, antiojeras, lápiz de cejas [eso de que las gafas las taparan tenía sus ventajas] y rimmel waterproof o coliriosproof.
Mi nueva vida como Morticia Adams exige ciertos cambios de hábitos. No salir a la calle sin antiojeras va a ser el primero, para no asustar a los niños de mis vecinas. Repasar con henna mi pelo negrísimo que llevo cortado en melena con raya al medio va a ser otro. Y tal vez deje por una temporada la ropa negra total.
A ver si mejora.
Eso sí, en estos días de reposo total, he aprovechado el tiempo y he cocinado un montón, hecho mucho pan y hasta me ha dado tiempo a hacerle un #asaltablogs a Marga de Azafranes y Canelas este pedazo de arroz para sushi, que no se diga.
**Se puede usar mirin en lugar del sake, es otro tipo de vino de arroz, muy diferente pero también muy usado en el arroz shari
MODUS OPERANDI
Lo primero que tenemos que hacer para preparar arroz shari, es lavar el arroz muy concienzudamente, para sacar todo el almidón que sea posible de los granos.
Colocamos el arroz en un colador sobre un cuenco, y lo vamos lavando hasta que veamos que el agua acumulada en el cuenco es transparente. Lleva un ratito, en menos de diez minutos no vas a terminar.
Lo dejamos escurrir unos minutos antes de seguir.
Una parte fundamental de la preparación del arroz shari es cocerlo adecuadamente.
No es un arroz convencional, recuerda que no estamos haciendo paella. Olvídate del mantra el doble de agua que de arroz, aquí eso no funciona.
El arroz glutinoso se cuece con 1,2-1,3 partes de agua por cada parte de arroz [expresado en volumen]. Más en concreto, el arroz japónica necesita 1,2 veces de agua, y algunos arroces glutinosos más asequibles pueden pedir hasta 1,3, y la única forma de saberlo es probar.
Para cocerlo, necesitaremos una olla con tapa, o en su defecto, papel de aluminio para taparla.
Una vez lavado el arroz, lo ponemos en la olla, destapado, con el agua y una pizca de sal. Lo dejamos llegar a punto de ebullición y en ese momento, ponemos el fuego muy bajo y tapamos la olla.
Lo dejamos cocer a fuego bajo unos 12 minutos, máximo 15 [lo iremos viendo]. Los granos quedarán más bien sueltos, si pones más agua generarás un engrudo que más que para sushi te puede servir como mortero. El de la foto de debajo tenía el aderezo ya incorporado, de ahí su aspecto un poco más pegotoso.
Dejamos el arroz reposar en un recipiente de cristal o de madera, nunca usaremos un recipiente metálico en esta fase.
Mientras tanto, vamos preparando el aderezo. Calentamos el vinagre [sirve el microondas] y mezclamos el sake y el azúcar, y una pizca de sal. Una vez preparado, lo vertemos sobre el arroz que ya estará un poco más templado, y lo mezclamos bien.
Si no tienes prisa puedes esperar a que se temple del todo, si la tienes, puedes extender el arroz en la encimera o en un recipiente ancho y abanicarlo, que es el método tradicional y es lo que hice yo misma. Lo ideal es que enfríe poco a poco, meterlo a la nevera no es una buena idea.
Una vez preparado, lo conservaremos tapado con un paño de algodón hasta el momento de usarlo.
MAKIS
Para hacer makis, necesitamos:
Una esterilla de bambú, o un paño de algodón gordito
Extendemos una esterilla de bambú. o en su defecto un paño de algodón grueso que nos permita manipular el rollo de maki.
Colocamos una lámina de alga nori, con el lado brillante hacia abajo. Extendemos arroz shari a lo largo de la lámina dejando unos centímetros hasta el borde para poder cerrar el rollo. Es importante que intentemos mantener la misma altura de arroz en todo momento.
Ponemos un poco de wasabi sobre el arroz, trazando una línea recta de izquierda a derecha en la esquina inferior, y sobre ella, ponemos los ingredientes que queramos. Deben estar cortados en tiras, o lo más similar que podamos.
Cerramos el rollo como se ve en las fotos, presionando bien con la esterilla en cada vuelta, para que se asiente bien y no se desmorone al cortarlo.
Y sólo queda cortar los makis. Usaremos un cuchillo afilado, y lo lavaremos tras cada corte, para que no enganche y cada maki quede cortado limpiamente. Un paño húmedo viene bien aquí.
Estos son los maki convencionales. Se pueden hacer invertidos [con el alga por dentro del arroz] o de sésamo, sin nori… lo que tú quieras.
NIGIRI
El nigiri es una bola de arroz ligeramente aplastada, sobre la que colocaremos un pescado crudo cortado fino, o como en este caso, un langostino abierto.
Sólo tenemos que mojarnos las manos, hacer una bola, darle forma de croqueta y colocar encima un poquito de wasabi y el pescado. Lo del aguacate ha sido una licencia, no sé si un japonés aprobaría esta versión del nigiri:)
Ayyyy por dios lo que me he reído (que buena falta me hace, así que muchaaaaas gracias por ser tan alta divertida y tan alta alegría contagiosa). Lo importante es que haya salido de fábula y anda lo que llegarás a hacer ahora, sin gafas y todo, dios mio eso es un sueño imposible para mi, jajaja. Quién será el vikingo, jeje? Las ojeras si eso es terrible cuando has ido toda la vida con gafas, recuerdo alguna vez que me han dicho pero mujer sácate las gafas para la foto que estas mas «guapa», por dios….cuando veo luego la foto es que aún corro, pero si me salía un cuenco oscuro debajo de cada ojo!!!!!! Pero bueno igual con el tiempo va desapareciendo, no? Le hablaste de pepinos a un médico??? no me extraña que pusiera caritas, si cuando los sacas de su teoría que se saben al dedillo y les presentas algo distinto ya se lanzan las manos a la cabeza, jajaja. Y bueno….si con el tiempo sigues tan disgustadilla con tus ojera te pones tus gafas verdes de azafata de nuevo con cristales sin graduar, así tipo placebo :P
Uy rollitos de esos exóticos nos has preparado, los veo últimamente en bandejitas en algunos supers pero como que no me atrevo, jeje, y ayer sin ir mas lejos me asalta un oriental (si, si, contrataron se ve a alguién que pegara con los rollitos) en el super bandeja en mano ofreciéndome de varios sabores para probarlos y bueno al final le dije va venga uno de salmón….pero no se….no me emociono, no los compraría, la verdad si todos saben como aquellos. Igual haciéndolos yo caseros….
Besote!!!!!!
PD: joooo, lo siento como me he enrrollao :P
Pues tal como lo cuentas (y eso que le echas mucho humor) no dan ganas de operarse, la verdad.
Me alegro de que estés mejor y seguro que esas ojeras desaparecerán… algún día… y sino ya sabes, te vas al youtube y seguro que la Kardashian tiene algún vídeo de esos de cómo maquillarse y parecer otra ;) :P jaajaajaja
El sushi te ha quedado fantástico!!!
Por ciero, se supone que luego te tienen que operar el otro ojo?
Besos guapa!
Que buena pinta tienen esos makis y sashimis!!! Te han quedado de lujo!!!
Un besito,
Sandra von Cake
Esto lo tengo pendiente, no acabo de cogerle el tranquillo al rollo japo! Me lo apunto!
Me alegro que puedas contar tu operación y posterior recuperación con buen humor. Eso siempre ayuda.
Me alegro que ahora todo esté bien. Las ojeras se irán yendo… aunque yo las tengo y uso corrector a diario. (y no estoy operada)
Últimamente me he aficionado mas a la cocina japonesa. Hace poco publiqué algo parecido a ésto.
Buen asalto!
Ana vaya odisea esa pequeña y tediosa operación. Yo también soy miope, aunque tengo tan pocas dioptrias y tanto astigmatismo que no me recomiendan ni usar lentillas. Por lo que conocía los pormenores de la operación por un primo y el no lo cuenta de forma tan divertida como tú, siento las molestias post operación a pesar de haberme divertido de lo lindo leyéndote. Por cierto, el arroz para sushi perfecto!! Hace tiempo que no lo preparo y me han entrado ganas al ver tus fotos. Un besote!!
Hola Ana,
Las ojeras son parte de nuestra personalidad, yo soy más Miércoles Adams, Morticia tiene la cara más alargada. Por mis ojeras de niña en el cole me llamaban «La Muerta», pero como a mi me gustaba el apodo, con el tiempo dejaron de usarlo y volví a ser Eva.
Es cierto que se os nota a los que dejáis de usar gafas, pero ya te acostumbrarás, seguro que con el tiempo te encanta.
Creo que ahora vas a ver cosas que antes no veías, granos, vello, arrugas, ja, ja, las ojeras serán lo de menos.
El asalto a Marga súper profesional, enhorabuena.
Besos y abrazos.
Que alegría tiene que ser despertarte y ver todo nítido!! Por lo demás, no me molestan las gafas.. me tapan las arrugas jajaja. Te han quedado de lujo los manis y Nigeria, pero tela la preparación que llevan ufff. Besotes!!!
Tengo que decir que no me gusta el sushi, igual es que lo he probado poco :) pero te comprendo un montón con lo de la operación porque hace muchos años que me operé de miopía y sé lo que es, no te preocupes que las ojeras mejorarán un montón, ya lo verás.
Qué rico el sushi, y sobre todo ahora en verano, me viene de perlas tu receta!
Enhorabuena por un mundo sin gafas, debe ser una pasada tras pasar por la operación, pero a mi me sigue dando miedo. Ahora a controlar las ojeras jeje
Besos
Es algo que tengo que probar, pero no me tira. Besitos y recuperate pronto.
Yo hace muchos años que me operé de la miopía , primero mande a mi marido , ya que el tenía muchas mas dioptrías que yo , y encima hombre , entonces pensé si este lo aguanta lo aguanto yo de sobra . Se opero mi marido , cuando salió del quirófano nos llevaron a una sala de adaptación y el como si nada chateando con el móvil y diciéndole a todo el mundo lo bien que estaba , de ahí nos fuimos a por su baja , e iba como los niños pequeños cuando aprenden a leer , me leía todas las matriculas y carteles . Le fue tan bein que al mes fui yo , y cuando sali a la sala de adaptación yo no podía ni abrir los ojos me lloraban me molestaba la luz etc, pero bueno al día siguiente estaba como nueva . Y ahora estoy encantada de ver todo sin necesidad de buscar a tientas las lentillas .
Y como esto va de recetas dejo de enrollarme y decirte que aunque yo no soy de sushi , la verdad es que al ver el tuyo te entran ganas de iniciarte
Un beso
Te ha quedado muy bien aunque no soy mucho de sushi. Un abrazo y recuperate pronto.
Besoss
Ana que ganas tengo de ver tus ojeras sin gafas, que por cierto te sientan genial, pero ahora nos miraremos a los ojos sin cristales de por medio.
Como me gusta la comida oriental, lástima que en mi casa no opinen lo mismo.
Bss
Este post me lo apunto y guardo para cuando me ponga a cocer arroz a la usanza kimono, que siempre me entran dudas existenciales sobre: cuánto rato enjuago? agua fría o caliente? mucha o poca agua?, tapar o no tapar?… sólo tenía claro lo de enfríar abanicando con pai-pai sobre madera de bambú… que es lo más airoso del proceso!
Petonets y me alegro que tu vista se haya puesto a tono gracias a la espada láser con la que te han «torturado».
Deseando estaba de conocer la historia, pensé que me la contarías antes en persona pero escribes tan bien que leerlo es como si me lo dijeras de viva voz.
Estoy deseando verte sin gafas jeje…
Alguna vez he pensado en operarme yo pero o por dejadez o por miedo no me decido, a ver si tu me convences :-)
El sushi me encanta pero no lo preparo en casa, prefiero ir a comerlo a los restaurantes.
Besos
Nieves
Las ojeras y las molestias desaparecerán poco a poco y con el tiempo ni te acordarás de las gafas. Del sushi tengo que decir que no me gusta, así que no puedo opinar…..pero las fotos y el paso a paso te ha quedado genial!!!
Un bst.
Me alegro un montón de que vayan bien tus ojitos!!! Poco a poco irá todo volviendo a su sitio. Y la receta,un lujo!!! Tengo que probar a hacerlo un día!! Besitos, preciosa!
Holaaaaaaaaaaaas de nuevo ya estoy por aqui despues de mis largas vacaciones blogueriles.
Bueno lo importante es que ya estas bien despues de las moletsias de la operacion poco a poco ya iras viendo mejor y las ojeras terminaran por desaparecer si te sirve de consuelo tengo una compañera que no es miope ni lleva gafas y tiene unas ojeras impresionantes y no sera porque no se ponga crema antiojeras ni mascarillas ni nada milagroso aparentemente que le hayan dicho o haya leido ella en algun sitio asi que tranquila que seguro que las tuyas no son para tanto y no espantas a nadie.
De sushi que puedo decir si las fotos no dejan de decirme comemeeeeeeee como siempre te ha quedado de relujo no lo siguiente.
Bicos mil wapa.
Tengo comprados casi todos los ingredientes para esta receta (solo me faltan las algas),haber si me decido a hacerla por que seguro que me gusta.
A ti te quedaron genial y muy apetitosos.besinos
Ni te imaginas lo agradecida que estoy de este asalto. Sois geniales!