TORTITAS DE VERDURA [UN INFIERNO EN MI COCINA]

Tortitas de verdura

Tortitas de verdura

Tortitas de verdura

 

He desatado un infierno en mi cocina, convocando la furia de los elementos, y todo a las seis y media de la mañana un martes cualquiera. Así, a pelo. He provocado un incendio que si arde un sólo minuto más, no sé ahora mismo desde donde os estaría escribiendo. Porque la suerte fue que el saldo del infierno mañanero ha sido bajo: quemaduras en la encimera y mi Thermomix carbonizada. Bueno, solo el vaso. Pero carbonizado. Carbón, carbón. Tapa, cubilete, base del vaso, asas del vaso… negro total con churretones de plástico por todas partes. Una tragedia.

Total, repuesta del susto solo a medias y con los repuestos de mi thermo de camino [fue lo primero que hice cuando dejé en el suelo el extintor] le puse un whatsapp a mi hermano, que es el perfil tecnológico de la familia, para pedirle consejo para comprarme una batidora. Porque los repuestos iban a tardar y yo no puedo ni batir un huevo a mano con mi tendinitis. [Y debo decir, aunque así bajito, que mi thermo por más servicio que me da, no tritura cantidades pequeñas, para eso una batidora de mano viene mejor]. Total, que me responde que su batidora ya no la fabrican pero que mire estas otras batidoras Panasonic. Muy bien, chaval, eso también me lo dice Google. Miro las susodichas, y cuando consigo aclarame sobre qué quiero [batidora, un procesador ya no coge en casa] y cómo, y encargo una para mientras llegan mis repuestos [soy una agonías, ¿verdad?] llamo al seguro y les cuento lo que ha pasado, para que vayan encajando un poco la idea.

Que por cierto, aún no os lo he contado. Lo que ocurrió fue lo siguiente: Suena el despertador, me levanto, maldigo el martes, muelo café en el molinillo, lo pongo en la cafetera italiana y la dejo en el fuego mientras me voy a la ducha. Cuando salgo de la ducha lo que veo es una columna de humo negro que avanza por el pasillo de la casa, y al asomarme a la cocina, sobre la encimera, una llamarada que casi toca la campana extractora. Apago los plomos corriendo, y empiezo a gritar al vikingo que salga al pasillo a por el extintor de la comunidad de vecinos. Decido no hacerlo yo porque a) tardo más en buscar las llaves en el bolso por si se cierra la puerta y b) estoy en pelotas. La cara de susto del pobre ya os la imagináis, que te levanten así no tiene precio. Y limpiar los restos del extintor sumados al hollín durante… una o dos semanas… tampoco.

Lo que desencadenó todo fue algo tan simple como que mi cocina es enana, el escurridor más aún, y la noche anterior yo había hecho gazpacho. Como la thermo casi nunca coge en el escurridor porque en cuanto hay dos platos y un taper ya no hay sitio para más, la dejo secando sobre la vitro encima de un pañito. Sí, sólo tengo un trozo miserable de encimera y la necesito para preparar el café, así que pongo a secar sobre la vitro. Y esa mañana cuando encendí el fuego para el café… encendí otro fuego por despiste, el que estaba justo debajo del pañito, que empezó a arder convirtiendo el vaso de mi thermo en una bola de fuego con plástico derretido por todas partes. Snif.

Debo decir en todo caso que mira, algo he ganado, porque desde que tengo batidora de mano ya no necesito que me ayuden a batir huevos los días malos de la tendinitis, y la sobrasada vegana tarda menos porque las batidoras son más funcionales para cantidades pequeñas. Pero con todo, hubiera preferido que fuera sin susto. Que vaya tela. 

Luego tuve que explicar al señor perito del seguro el pastón que le pasé de factura del vaso de la thermo, y ver su cara perpleja mientras decía pero… ¿qué significa vaso – base para vaso – cuchillas para vaso – tapa – cubilete – pala mezcladora? ¿Todo eso estaba ahí? Y claro, estudiarme en plan papel y boli un artículo sobre cómo limpiar los daños por humo.

Si os digo que todavía salgo cada mañana de la ducha con el corazón en un puño, no exagero. Si detecto el más mínimo olor a tostada quemada del vecino del cuarto, hiperventilo creyendo que es mi cocina. No he vuelto a poner nada a escurrir en la vitro, no hará falta que lo aclare, uso la mesa de desayuno que me pilla peor, pero no tiene artefactos que hagan arder cosas. Y sobre mi casera… pobrecita, con lo mayor que está y yo dándole estos disgustos, menos mal que el seguro no ha dicho ni mu [bueno sí, pero eso os lo cuento otro día, cuando resuelva la reclamación, que sólo han pagado una parte]. 

En fin, que ya veis, una forma de empezar el día… enérgica.

 
 
Tortitas de verdura
 
Tortitas de verdura
 
 
 
CAL 198,8 · HC 13,5 · PR 9,3 · GR 12,2 [POR RACIÓN, SOLO TORTITAS]
CAL 317,5 · HC 17,3 · PR 12,3 · GR 22,6 [POR RACIÓN, SALSA INCLUIDA]
INGREDIENTES
[2 RACIONES]
 
Tortitas de zanahoria
Zanahoria, 200 g
Huevo, 1
Aceite, una cucharadita
Sal, alcaravea
 
Tortitas de calabacín
Calabacín, 300 g
Aceite, una cucharadita
Huevo, 1
Sal
 
Salsa para acompañar
Yogur natural, 125 g [un yogur]
Mahonesa, 30 g [una cucharada generosa]
Mostaza, una cucharadita
Eneldo, media cucharadita
 
MODUS OPERANDI

Más que una receta en el sentido estricto de la palabra, esto es una técnica. Consiste en cortar de una determinada forma la verdura, y mezclarla con muy poca cantidad de huevo para que en lugar de tortillas al uso, lo que tengamos son algo más parecido a las tortitas.

Tortitas de verdura

En cualquiera de los casos [calabacín o zanahoria], empezamos por rallar la verdura con una mandolina o rallador de agujeros finos, del grosor de un espagueti, o de un fideo grueso. Una vez tengamos toda la verdura rallada, ponemos a calentar una cucharadita de aceite y una pizca de sal en una sartén. Cuando coja temperatura, añadimos la verdura y la pochamos a fuego medio-bajo hasta que esté blanda y todo el líquido haya evaporado.

Una vez la tengamos bien blanda y sobre todo, bien seca, continuamos. En un bol batimos un huevo con una pizca de sal, y a este bol incorporamos toda la verdura ya cocinada. Mezclamos bien, batiendo ligeramente, para que toda la verdura quede impregnada de huevo. Añadimos si queremos alguna semilla [ajonjolí, alcaravea, hinojo…] y repartimos de manera uniforme en la masa.

Cogemos pequeñas porciones de masa con ayuda de un cazo o cucharón, y las depositamos sobre la sartén caliente, hasta que se puedan dar la vuelta. Cuajamos el otro lado, y las retiramos. Hacemos esto hasta terminar la masa. Si usas una sartén grande puedes hacer dos o tres tortitas a la vez. O puedes hacer una grande que ocupe toda la superficie, eso ya… a tu gusto. Pero lo importante es que no son tortillas, sino tortitas, es decir, muy finas y con más verdura que huevo.

Tortitas de verdura

14 comentarios en «TORTITAS DE VERDURA [UN INFIERNO EN MI COCINA]»

  1. Ostras vaya susto no, bueno y el disgusto del vaso de la TMX que vale un pastón, enfin si el seguro te lo cubre mejor. Siempre he hecho las tortitas con patatas porque en casa al adolescente como que le entra mejor pero probaré las de zanahorias que me encanta. Beso.

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  2. ANA, MADRE MÍA! QUÉ SUSTO! No me quiero ni imaginar cómo saliste de la ducha. Uffff un despiste que menos mal que quedó en un buen susto, ufffff. Yo tuve una experiencia parecida, pero no es mi casa, sino de mi vecina de más de 80 años. Comiendo en casa sola a las tres y pico de la tarde me llaman a la puerta muy fuerte y me extrañé, después oido la voz de mi vecina Manoli (que había llamado a todas las puertas de la planta y la única que estaba en casa era yo)….su cocina estaba ardiendo, se dejó aceite calentando en la vitro con el extractor puesto mientras la llamaron por teléfono….Llamé al 112 y yo siempre tengo un extintor en casa que nunca, afortunadamente, había utilizado, pero tuve que hacerlo por primera vez…el fuego había llegado a la salta de estar, pero puede apagar la mayoría del fuego. Por mi torpeza, y sin mascarilla que iba (no tenía ninguna a mano jejeje) casi me apago yo a mi misma de la inhalación del gas del extintor. Los bomberos no llegaron tarde y terminaron la faena, pero yo intoxicada, intentando llevarme a mi vecina por las escaleras hacia el portal y ella que no se iba de su casa, aunque estuviera ardiendo….Imagínate el plan. Al final fue solo un susto mayúsculo, el seguro le arregló la casa, pero estuvo oliendo la planta a humo más de dos semanas, y yo en la ambulancia de los bomberos enchufada un buen rato al oxígeno…

    Bueno, cambiando de tema, tus tortitas que no tortillas ¡buen concepto! Aunque me encanta el huevo, para una cena me ha gustado mucho la versión más verdura que huevo, total, nunca me comería más de un huevo para cenar jejej. Y la salsita, de 10! Suelo hacer algo parecido en casa. Un beso!

    PD: Thermomix nueva o anterior? Espero que te la pague el seguro…Ah! Y yo aparte de Thermomix también tengo batidora de vaso y una picadora pequeña, las pequeñas cantidades en Thermomix ni hablar…..

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  3. Yo soy algo despistadilla con la vitro, no es la primera vez que enciendo el fogón que no toca aunque nunca ha pasado nada porque estaba cerca pero no quiero saber lo mal que se pasa en un caso como el tuyo, susto, susto.
    Lo de las tortitas me gusta más, al menos te suaviza el mal cuerpo que te deja la experiencia. Besos

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  4. Madre del amor hermoso la que se lio en un momento mientras te duchabas ,no me quiero imaginar la cara que tenias cuando viste el fuego ,que bien que el vikingo estuviera en casa para ayudarte , espero que el seguro se haga cargo de todo por que el vaso de la thermomix cuesta lo suyo y no todas las compañias estan dispuestas a pagar esos gastos , yo no me llevo la mia cuando nos vamos de vacaciones por que el seguro de la caravana no me a cubre ni la camara de fotos ni equipo de buceo en fin que no se para que hacemos seguros si luego lees la letra pequeña y ves que no te cubre las cosas que tienen valor ,asi que yo no habia caido en la cuenta de si mi seguro de casa cubre los desperfectos de la thermimix ,tendre que mirar.
    En fin espero que te haya pasado el susto , las tortitas se ven divinsimaaaaaaas y no dudo lo mas minimo que esten de rexupete.
    Bicos mil y feliz semana wapa.

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  5. Ay guapa, menudo susto y menuda tragedia lo de la thermo. Guardemos un minuto de silencio y brindemos por la que viene en camino que seguro que te trae muchas alegrías, jaja ;)
    Si es que…por las mañanas una anda zombie. Yo suelo andar todo el día, pero por las mañanas más, y luego pasan estas cosas. Suerte que se quedó en un susto y estáis bien, guapi.
    Las tortitas, una delicia ;)
    Un abrazo!!

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  6. No me callo, no.. :D Pues segura estoy que fue digno de ser grabado con cámara oculta. Yo de minipisos, alguna experiencia tengo, y sobre todo en tema de encimeras ridículas. Keep calm, querida, las cosas pasan por algo y el fuego siempre es sinónimo de purificación (se nota que soy valenciana).
    PD: las tortitas, divinas, me voy a ver si me las copio esta noche para cenar. ;)

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  7. ¡Ay pobre, qué susto y qué mal trago!! Los incendios me dan pánico, el fuego me impone muchísimo respesto (por malas experiencias pasadas). Yo por trabajar en cocinas enanas también he cometido alguna que otra imprudcencia aún sabiendo que no debería hacer ciertas cosas, y ahora procuro regañarme a mí misma si hag algo que no se debería.
    En mi nueva cocina tenemos inducción y estoy encantada, odiaba la vitro con toda mi alma. Que no se encienda o se apague sola si no detecta sartén o cazuela, me da mucha paz mental (y más con un gato que anda por donde le da la gana).

    Me alegro de que la cosa no haya sido peor de lo que pudiera haber sido, y de que al menos puedas estrenar batida nueva (algo es algo, pero desde luego, el sustazo y el trabajo de limpiar y reponer la cocina no os lo quita nadie).

    Las tortitas me encantan y me recuerdan a los latkes, hago cosas parecidas muy a menudo!

    Un abrazo

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  8. Bufff….¡¡¡qué sustazo te debiste llevar!!!!

    Yo soy muy de equivocarme de fuego tb, pero por suerte nunca me ha pasado nada así todavía.

    Menos mal que no pasó nada grave y que estáis bien.

    Tus tortitas de verdura…un pasón. Me voy a animar a prepararlas alguna noche.
    ¡Besos!

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