BIZCOCHO DE YOGUR INTEGRAL CON LIMÓN

Bizcocho de yogur integral con limón  Bizcocho de yogur integral con limón

Bizcocho de yogur integral con limón

A estas alturas de la vida y del blog, he caído en la tontería de que no tenía publicado un bizcocho de yogur. Que aunque esto os parezca una cosa nimia, no lo es. Porque el bizcocho de yogur está en el pilar de mi construcción como cocinillas, por su aplastante sencillez y por los múltiples beneficios que aporta el yogur. Este bizcocho fue la primera cosa comible que aprendí a hacer, antes incluso de plantearme participar en el proceso que lleva la comida hasta la mesa.

Tenía por aquel entonces, a mis buenos doce años, además de mucha laca en el flequillo [perdón planeta por aquello] un papelito que le había dejado a mi madre la amiga de la vecina del quinto, donde había apuntado la receta del bizcocho de yogur. Ese que se hace con el mismo vasito, el de una medida de yogur, una de aceite, dos de azúcar y tres de harina, tres huevos, batir y al horno. Ese.

Ese que además de ser superfácil salía siempre bueno, y estaba esponjoso y riquísimo. Ese que fue bizcocho de yogur, de yogur con manzana, con chocolate, con naranja, con peras, caquis, fresas o la fruta de turno que te miraba implorando un final digno desde el fondo del frutero, ese que un día lo cubrimos de nata montada de la lechería y fue una tarta, y luego aprendimos a abrirlo, rellenarlo de mermelada y eso con la nata ya fue la leche.

Pues sí. Ese. Tengo una foto familiar [que no enseñaré ni bajo amenazas] de mí misma a los trece años, con el flequillo cardado y fijado con laca suficiente como para mandar a paseo la capa de ozono en un viaje, unas hombreras que ríete tú de locomía y unos zapatos incomprensibles de plataforma que se habían puesto de moda por aquella época, y un flamante bizcocho de yogur abierto y relleno de mermelada de fresa, cubierto de nata extendida con el dorso de una cuchara, y espolvoreado con trozos de almendra [a mortero, lo del granillo embolsado es un invento moderno] y fideos de chocolate. Un desparrame de originalidad y buen gusto. Y con una gran sonrisa triunfal, esa que pones cuando sabes que ya quisiera el Adrià llegar a tu bizcocho de yogur convertido en tarta de cumpleaños.

Y ese  yogur, la base de mi recorrido en el mundo repostero, no había llegado al blog. Así que cuando lo vi en el #asaltablogs de este mes [convertido en bizcochitos, pero eso da un poco lo mismo] en el blog de Chary, Mi cocina y otras cosas, no pude reprimir el instinto de traer este básico de entre los básicos al blog. Además siendo integral no tuve ni que mover una coma de la receta, salvo el molde que yo usé uno de plum cake en lugar de moldes individuales. Y el sirope de ágave, porque yo rara vez tomo azúcar, detalle sin importancia.

¿Gustáis?

Bizcocho de yogur integral con limón

  Bizcocho de yogur integral con limón Bizcocho de yogur integral con limón

CAL 346,9 · HC 39,0 · PR 9,2 · GR 18,0 [100 G]

INGREDIENTES
Harina integral, 200 g
Levadura de repostería, 10 g
Sal, una pizca
Huevos, 3 grandes
Sirope de ágave, 100 g [o 200 g de azúcar]
Yogur tradicional*, 125 g
Aceite, 75 g

Limón, 1 [zumo y ralladura por separado]

*Yogur tradicional: Los yogures hechos de manera tradicional, sin nata, leche en polvo o lactosa añadida, no tienen lactosa porque ésta se descompone en ácidos lácticos durante la fermentación. Muchos yogures bio [no todos] son aptos para la mayoría de intolerantes porque tienen cantidades de lactosa residuales, y salvo que tengas una intolerancia muy aguda lo normal es que puedas tomarlos. Si en la etiqueta anuncia leche en polvo, nata, lactosa como añadidos, es mejor que busques  un yogur sin lactosa o uno de soja.

MODUS OPERANDI

Lo primero que hacemos es mezclar la harina con la levadura y la sal, moverlo con unas varillas y reservar. No lo tamizamos porque el salvado de la harina quedaría en el tamiz, pero intentaremos airear y soltar un poco la harina. También puedes tamizarlo y cuando termines incorporar el salvado a la harina.

Separamos las claras de las yemas. En un bol montamos las claras a punto de nieve. Cuando hayan montado, incorporamos poco a poco y a velocidad media el sirope de ágave o el azúcar. Terminamos de montar subiendo un poco la velocidad y reservamos.

En el bol de las yemas incorporamos el resto del sirope o azúcar y batimos a velocidad alta hasta que la mezcla espume [si lleva sirope montará bastante menos que con azúcar, algún sacrificio había que hacer…]. Una vez haya espumado, añadimos el yogur, el aceite y el zumo y la ralladura del limón, y mezclamos a baja velocidad.

Incorporamos la harina, también a velocidad baja, y desenchufamos las varillas, a partir de ahora toca trabajar a mano. Añadimos al bol de la masa [que es un engrudo como para hacer cemento] un tercio de las claras. Mezclamos sin mucho cuidado, para aligerar la mezcla. Una vez esté incorporado este primer tercio, añadimos el segundo. Ahora lo integramos con ayuda de una espátula y en movimientos envolventes, para no perder el aire en la mezcla. Y por último, lo que queda de las claras, mezclando con suavidad. Presta atención a la zona baja del bol donde haces la mezcla, más o menos por el centro. Ahí se acumula masa sin mezclar, haz movimientos en forma de cruz y de abajo hacia arriba con la espátula para subir esa masa y que quede una mezcla uniforme.

Bizcocho de yogur integral con limón

Sólo queda pasar la masa a un molde individual y hornear, a 180º entre 35 y 45 minutos [cada horno tiene unos tiempos diferentes y cada molde tiene una altura de masa distinta]. Para comprobarlo, siempre tienes que pinchar el bizcocho y comprobar que el centro está cocido.

Si  usas cápsulas de magdalena, el tiempo será entre 12 y 15 minutos, máximo 20 para las cápsulas extragrandes. Y sí, también tienes que pinchar, como mínimo una de la zona delantera del horno y otra del fondo, y aconsejable una del centro, porque el calor no suele ser uniforme.

28 comentarios en «BIZCOCHO DE YOGUR INTEGRAL CON LIMÓN»

  1. Hola Ana
    ¿Como va la vida con un brazo chulo?
    Por lo que veo en la cocina te desenvuelves de maravilla. Este bizcocho es un básico-clásico de esos que tenemos todos, que hacemos todos y que era incomprensible que no lo tuvieses en el blog. Te ha quedado de maravilla.
    Yo también me inicié en la cocina con la repostería, pero en mi caso con galletas de mantequilla, tampoco las tengo en el blog, me has dado que pensar.
    Espero que te recuperes del todo bien pronto.
    Besos y abrazos.

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  2. Yo creo que este bizcocho a todos nos trae recuerdos de cuando pequeñas, porque es el de nuestras abuelas y el que constituía la base de todas las tartas de cumpleaños, unas rellenas de mermelada, de flan, de natillas, de chocolate… siempre deliciosas!! te ha quedado delicioso!!

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  3. Esa fotooo…creo que somos muchas las que sucumbimos a las hombreras locomía y a los flequillos que desafiaban a la gravedad. Tu bizcocho era preciso que estuviera aquí. Y me has recordado que tengo que volver a la repostería sanota, que últimamente me pierden las calorías.
    Me llevo un trozo para desayunar mañana ;)

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  4. El bizcocho más seguro de la historia de la repostería, ese que se puede hacer con un brazo en cabestrillo, ese que con hombrera o sin permanece inalterable en su fórmula perfecta, ese que no te falla ni queriendo… ese, es obligado tenerlo en un blog que se precie; aunque sea para demostrar a cualquiera que todo tiene un comienzo y que se puede llegar muyyy lejos!

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  5. Quiero ver esa foto!! quiero, quiero quiero!!!! seguro que el flequillo no estaba tan cardado, las hombreras un mal menor… pero las plataformas, jajajaja no te veo!!! El bizcocho genial, es uno de mis preferidos, y sí, siempre queda genial. Besos!!!

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  6. Que digo yo que en petit comité de esos que organizamos a veces, la foto la puedes llevar para echarla un vistazo………….
    Desde luego tiene mérito que hayas participado este mes, me imagino como te las has apañado para batir con un solo brazo ( el otro en cabestrillo).
    Un clásico entre los clásicos, muchas veces nos olvidamos de los esencial y nos complicamos la vida con preparaciones complicadas.
    Yo creo que tampoco tengo este bizcocho en el blog.
    Bss

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  7. Es verdad, el bizcocho de vaso de yogurt es un clásico con el que siempre se comienza la andadura de bizcochos, creo que todas nos hemos recordado en ese momento leyendo tu post, yo desde luego tenía algún año mas que tu y el flequillo sin cardar jajaja (espero ver esa foto algún día en petit comité).
    Yo me tomaré un trocito pero con café por favor.
    Besos
    Nieves

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  8. Uuissssss lo que daria por ver esa foto ,seguro que estas wapisimaaaaa que levante la mano quien no tenga una foto de esos años que gustaria prender fuego jajaja ains lo que dan de si las modas de antaño aunque dentro de unos años nos volver a pasar lo mismo.
    Uummmmmmmmm pintaza tiene tu bizcocho de yogurt integral ,te puedes creer que asi no lo he preparado nunca y al iguak que te paso a ti hace muchos año fue la base de mis tartas ,tomo nota no dudo lo mas minimo que me va a encantar.
    Te ha quedo de relujo ademas de estar de muerte relenta.
    Bicos mil y feliz semana wapa.

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  9. Jajajajjaj Ana yo quier ver esa foto, lo que me reído con la laca en el frequillo cardado jajajaj…. no se a que me recuerda… Corramos un tupido velo.
    El bizcocho es de los que mas me gustan, siempre quedan bien y son muy sanos y el tuyo mucho mas. Me llevo un trocin para desayunar.
    Besinos
    El toque de Belén

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  10. El bizcocho de yogur, no es un bizcocho cualquiera es EL BIZCOCHO, y no creas, que a no todo el mundo le queda esponjoso y mucho menos con el aspecto que luce el tuyo, parece pintado más que cocinado. Yo recuerdo la laca, las plataformas, los pantalones de campana y los de lycra…santo dios…cuánto daño hacen las modas y más según en qué cuerpos caigan. Un enorme abrazo.

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  11. tan clásico el bizcocho de yogur pero que cada uno hacemos a nuestra manera, yo no le monto las claras. Quiero ver esa foto sin amenazas ni nada, solo para pasarlo bien jejeje, yo fui fuerte y no caí en la moda del flequillo cardado ni en las hombreras, he ido a mi ritmo jajajaj me acuerdo de una compi de clase que llevaba el completo y la recuerdo haciendo gimnasia con su superflequillo y esas pedazo de hombreras sujetadas con la tira del sujetador, me ha encantado tu asalto, besos

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  12. Ana toda la razón este tipo de pasteles creo que son los primeros que se aprenden, anecdotas, experiencias, precisamente mi primer bizcocho fue de yogur y limón (catastrofico porque le puse levadura de pan en lugar de polvo de hornear, salio una cosa muy extraña en incomible…). Con tu historia de los primeros bizcochos me lo has recordado…, Ana esta receta es un básico de esos que vale la pena recordar y repetir muchas veces más. Lo de la foto, eran épocas… creo que las modas pasan y en aquella época eramos sensación sin duda ;) un abrazo y me llevo un buen trozo.

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  13. Quien no haya hecho un bizcocho de yogur en su vida merece ser expulsado de Internet eternamente ;) Se hace en un momento y le gusta a todo el mundo; tanto que no se que hago aquí en lugar de estar encendiendo el horno ;)

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