Soy una chica fácil. Necesito muy poco empuje yo para hacer un bundt. En realidad no necesito nada, desenfundo el molde a la mínima ocasión.

Ahora en estos tiempos extraños donde no salimos [salir, salir, como antes de la pandemia, ¿os acordáis?] necesito algo de comida reconfortante, rica, gustosa para hacer los días más llevaderos. Necesito poner algo en los fines de semana que los convierta en eso, en fines de semana. Un bundt siempre es una buena opción. Y hoy ha sido una buena merienda para una tarde de compras. En el barrio, claro.

Desde marzo del año pasado vikingo y yo estamos haciendo un esfuerzo consciente por apoyar el comercio del barrio y en particular, la hostelería. Esfuerzo consciente quiere decir que el finde me bajé a comprar dos vestidos que no necesitaba a una tienda del barrio que llevan entre dos hermanas, a pesar de que yo rara vez compro ropa de primera mano por las implicaciones éticas de la producción textil [con excepciones, como apoyar comercios vecinos].

Consciente es saber que de vez en cuando, iremos a la fábrica de cervezas del barrio a por una caja de tercios ya que no los consumimos allí; y que de vez en cuando pedimos comida a los restaurantes de la zona. Para recoger. De los servicios delivery no quiero hablar que me hincha la vena, por ahora me mantengo en ir yo a por mi comida. No sé si está bien o mal.

No pido con servicios de delivery [de los de grandes empresas, me refiero] porque creo que nadie debería trabajar en condiciones laborales que vulneran claramente los derechos de los trabajadores. Habrá quien me diga que eso es mejor que nada. Yo pienso que si aceptamos como válido el argumento de que si hay necesidad, debemos aceptar cualquier trabajo, entonces no hay límite. Cualquiera que necesite comer estará expuesto a todas las formas de explotación, y eso hará a su vez que los trabajos que ahora son mínimamente aceptables bajen su perfil y empiecen a dejar de serlo [entre otras cosas porque la riqueza que se crea de ahí… no se reparte sino que se concentra]. Bueno que de todos modos eso es sólo mi opinión, claro.

En fin. Vaya chapa.

Que no sabía que contaros ya, y os cuento lo que hago para afrontar el medio-confinamiento raro este. Por contar algo. Por dar ideas. Por deciros que hay que apoyar el comercio de barrio, que vive de nosotros. Y apoyar sobre todo los comercios que ayudan al barrio colaborando en despensas solidarias, a restaurantes que dieron de comer gratis en la pandemia… en fin, que todo cuenta. Y consumir es un acto político.

Y como os iba diciendo, que he me ido de compras, tengo dos vestidos nuevos maravillosos y he merendado un café y un trozo de este bundt cake especiado asaltado a Noemí de Todo Cooking para el #asaltablogs de este mes . Bien, verdad?

BUNDT CAKE ESPECIADO

[CAPACIDAD DEL MOLDE: 10 TAZAS / 2.5 LITROS / 30 CM]

INGREDIENTES

• Harina, 225 g
• Levadura de repostería, 15 g [polvos de hornear]
• Mezcla de especias:
  • Nuez moscada, 1/8 cucharadita
  • Canela, 1 cucharadita
  • Clavo, 1/2 cucharadita
  • Jengibre en polvo, 1/2 cucharadita
• Sal, una pizca chiquitita
• Aceite de girasol o de oliva suave, 100 ml
• Azúcar, 200 g [usé en su lugar 100 g de fructosa]
• Ralladura de una naranja
• Yogur, 125 g [he usado uno de avena]
• Huevos, 3
• Anís o ajonjolí, 1 cucharadita
• Glaseado
  • Azúcar glas
  • Zumo de medio limón
  • Bolitas de purpurina comestible

MODUS OPERANDI

Para hacer la receta de bundt cake especiado, precalentaremos el horno antes de empezar a hacer nada, para tenerlo a punto cuando lo necesitemos. Después prepararemos la masa, y finalmente encamisaremos el molde de bundt y lo hornearemos. Mientras está en el horno, haremos un glaseado para decorarlo.

Precalentamos el horno

Antes de empezar, precalentamos el horno a tope, lo máximo que admita [¡pirólisis, no!]. Ya lo bajaremos cuando vayamos a meter el bundt. Recuerda que los bundt se hornean siempre sobre una rejilla, jamás sobre una bandeja.

Hacemos la masa

Para preparar la masa lo primero que haremos será pesar y mezclar los ingredientes secos de la receta. Pesamos y tamizamos la harina junto con la levadura, las especias [nuez moscada, canela, clavo, jengibre*] previamente pulverizadas en el mortero [si alguna de ellas venía entera] y la sal. Reservamos.

*Si el jengibre que tenemos es fresco, rallamos un trozo de un centímetro o un poco más y lo añadimos junto al aceite en el siguiente paso.

Una vez pesados y reservados los ingredientes secos, ponemos en un bol o en un robot amasador el aceite, el azúcar y la ralladura de naranja. Lo batimos bien hasta tener una mezcla totalmente integrada y ligeramente blanquecina [3-5 minutos puede ir bien].

A esta mezcla añadimos el yogur, que mezclamos hasta integrarlo.

En este punto te recomiendo que cambies el accesorio de varillas de tu robot amasador por el de pala. Si no usas robot, tal vez puedas arreglarte con las varillas eléctricas o ayudarte con una espátula en los momentos en que la mezcla sea más densa.

Sobre el bol incorporamos la mitad de los ingredientes secos que teníamos reservados, y lo mezclamos un poco a velocidad media. Añadimos los huevos de uno en uno, no ponemos el siguiente hasta que se haya integrado completamente el anterior. Cuando hayamos terminado con ellos, incorporamos la mitad de los ingredientes secos que nos quedaba junto con el anís.

Mezclamos hasta que esté homogéneo a velocidad media, sin batir en exceso, sólo lo necesario. La masa está lista.

Preparamos el molde

El molde de bundt es un molde muy especial. Debemos encamisarlo muy requetebien, es super importante hacer esto con cuidado. Lo embadurnamos con mantequilla, pringando cada arista del molde, y en movimientos ascendentes [si usas una brocha de silicona, mueve siempre desde la base hacia arriba, no hacia los lados. No preguntes por qué, pero funciona mejor así]. Espolvoreamos harina sobre la mantequilla, y sacudimos con cuidado el exceso.

Metemos la masa, que no debe superar 3/4 de la capacidad del molde.

Horneado

Los moldes tipo bundt se hornean siempre en una rejilla, jamás de los jamases se usa bandeja. El motivo es que el aire debe circular por el interior del tubo central para que el bundt quede uniforme y bien cocido.

Bajamos el horno a 180 ºC. Ponemos el molde a media altura [es el molde lo que debe quedar centrado en el horno, no la rejilla] y lo horneamos unos 35-45 minutos, según el horno y el molde. No abrimos antes de que lleve como mínimo 25 minutos, y comprobamos que está cocido pinchando la masa antes de sacarlo.

Glaseado

Mezclamos en un bol el zumo de medio limón y azúcar glas hasta tener una consistencia más bien densa y blanquecina. Reservamos.

Enfriado

Sí, te voy a explicar como se hace esto. Una vez sacamos el bundt del horno, lo colocamos sobre una rejilla o algo un poco elevado que deje circular el aire por debajo, y NO LO TOCAMOS DURANTE 10 MINUTOS.

Pasados 10 minutos [ni uno más, yo uso temporizador para el desmoldado], empujamos suavemente los bordes que se hayan podido enganchar un poco porque están más cocidos, y desmoldamos.

Si lo desmoldamos muy pronto, habrá aire caliente circulando dentro del bundt y se romperá sin remedio. Si desmoldamos demasiado tarde y se enfría dentro del molde, se pegará porque el encamisado se queda duro y no funciona como deslizante.

Acabado

Sólo nos queda poner el glaseado por encima, espolvorear unas bolitas de purpurina… y disfrutarlo!