CONEJO ESTOFADO CON VINO BLANCO Y VERDURAS [Como somos]

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Hay una cosa que no deja de fastidiarme cada vez que voy a casa de mis amigos.

Y es un comportamiento que yo misma reproduzco invariablemente cuando recibos visitas en casa. Y aunque lo critico para los demás, luego voy y lo repito. Así de chula he salido.

Esas amigas y esos amigos que te abren la puerta de su casa a la voz de perdona, mujer, está hecha un deastre, no tengo tiempo para nada mientras se secan el sudor de la frente con el trapo del polvo.

Que yo entro en sus casas y así, a la vista, sin levantar alfombras ni pasar el dedo por el filo de arriba de las ventanas, en plan suegra chunga, pues las veo bastante limpias.

Pero uno recibe a gente en su casa y como cada uno sabe donde tiene su mierda sus cosillas, pues piensa a ver si va a abrir la nevera y va a darse cuenta que hay un pegote de mayonesa detrás del bote, y un tomate pocho al fondo del cajón… 

Y es que esto no es lo que era.

Que la limpieza de las madres no es limpieza de las hijas.

Vivimos acomplejados porque no podemos limpiar como antes, porque no somos como antes. Medimos la vida de ahora con los cánones del pasado.

Nuestras vidas han cambiado una barbaridad, y ahora, más si vives en La Ciudad de los Locos, como yo misma, no tienes tiempo para nada. Pero nada, nada. Para hacer la compra me planifico con una semana de antelación. No paro en casa. Y claro… cuando limpias si no estás? Pues a ratos y a trompicones. Ni más, ni menos.

Yo no quiero sentirme mal, y tampoco que penséis que soy una guarra, pero mis prioridades no pasan por que las ventanas estén impecables, con que pase luz por ellas a mi me vale. Total, no pusimos visillos precisamente por eso?

A mis amigos les pasa como a mí. Trabajamos ocho horas, más desplazamiento, y los que tenemos un poco de activismo en nuestras vidas, tenemos mucho lío siempre.

Que entre el gimnasio [esa fascitis plantar que me tiene frita], los activismos diarios y los desplazamientos, más hacer cenas y preparar desayunos [que una es fina y desayuna panes y bizcochos hechos en casa] una da para lo que da.

Con limpiar en condiciones la cocina y el baño, barrer y fregar el suelo y quitar el polvo, yo ya he cumplido. A eso le sumo un par de limpiezas a fondo al año [esas de vaciar todos los cajones, descolgar ventanas para limpiarlas por fuera, lavar las cortinas y todo eso] y como no estamos en casa, tampoco la ensuciamos. De momento nadie se me ha quejado [y a quien lo haga le planto el mocho en una mano y el limpiacristales en la otra].

Y con esto, os traigo la típica receta que en casa se hace mientras se limpia: un estofado. Es el tipo de guiso que pones al fuego mientras haces cualquier otra cosa, y de cuando en cuando, das vuelta para ver como va. [Salvo que tengas olla rápida, que no es el caso].

No preguntéis cuando posteo, porque ni yo misma lo sé. De hecho sí, a veces escribo las entradas en el metro. Y tú… ¿cómo te organizas?

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INGREDIENTES
[4 PERSONAS]

Conejo, uno [1 kg más menos] partido para guiso
Pimiento rojo, medio [50 gr]
Pimiento verde, medio [50 gr]
Cebolla, 1 mediana [120 gr]
Zanahoria, 2 o 3 [150 gr]

Salsa de tomate, 1 vaso [200 grs] [casera]
Vino blanco, 1 vaso [220 ml]
Ajo, 2 dientes

Laurel, 2 hojas
Hierbas, al gusto [tomillo, orégano, romero, perejil]
Sal, pimienta
Aceite, 2 cucharadas [30 ml]

*Doy los pesos [redondeados] de las verduras que he usado, pero por supuesto, esto es orientativo. Como si quieres cambiarlas por otras, o sustituir el vino blanco por cerveza o por sidra, o incluso por caldo.

MODUS OPERANDI

Calentamos el aceite en una sartén alta [o una olla]. Salpimentamos el conejo, y cuando tengamos el aceite a punto lo sofreímos ligeramente, en tandas de unas pocas piezas [las que quepan en la sartén con holgura] hasta que lo veamos un poco dorado, pero no hecho por dentro, y lo retiramos a un plato.

Mientras se sofríe el conejo, limpiamos y cortamos las verduras: Cebolla en juliana, pimientos en daditos, zanahorias en rodajas, ajo picado fino.

Cuando hayamos terminado con todo el conejo, y ya esté reservado, sofreímos en el mismo aceite que nos ha sobrado [tal vez necesitemos añadir un poquito más] la cebolla, el ajo y los pimientos con una pizca de sal.

Al cabo de 5 minutos más o menos, añadimos las zanahorias. Lo rehogamos todo junto unos 2-3 minutos, y ya podemos incorporar el vino blanco, y dos o tres minutos más tarde [lo dejamos reducir un poco], la salsa de tomate y todas las hierbas y especias. Cuando esté todo integrado, añadimos el conejo.

Lo guisamos tapado, 10 minutos a fuego fuerte, y una hora más a fuego medio-bajo. Dependerá de la temperatura y del tamaño de las piezas de carne, es mejor ir viendo como va. Una vez esté listo, comprobamos la sal, la rectificamos si es necesario y lo dejamos reposar 15 minutos, para que asiente, y lo servimos con un poco de pimienta recién molida por encima.

Y le damos las gracias a Isabel, de La cocina de Frabisa, que hay que ser agradecidos en esta vida.

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30 comentarios en «CONEJO ESTOFADO CON VINO BLANCO Y VERDURAS [Como somos]»

  1. Sabes lo que yo digo?? Que limpio para vivir pero no vivo para limpiar!!! Estupendo conejo, es una de las carnes que mas me gustan, tengo infinidad de recetas para hacerlo pero esta aun no la tenia, gracias, me ha gustado mucho. Bs.
    Julia y sus recetas.

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  2. Pues sí, toda la razón!! no tenemos que ser esclavos de la limpieza! si la casa está ordenada y más o menos limpia, suficiente :))
    En cuanto he visto la foto de la recete ha venido a mi mente como un aroma riquísimo de estofado! Qué maravilloso es nuestro cerebro! Y qué rico estofado ;)
    Un beso!

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  3. Ay! Con el hambre que yo tengo!, con lo que me gusta el conejo! y con la buena pinta que tiene éste que has preparado! ¿Llego a tiempo al mediodía para catarlo?
    Pero, Ana, yo venía a preguntarte si me decías cuál es esa tarta maravillosa que haces de zanahoria que le copiaste a Bea…, es que de repente me picó la curiosidad y me entraron ganas de hacerla, ja, ja
    Voy a mirar la mermelada, a ver si la tienes publicada, que aún me quedan 20 kg.? de manzanas…
    Besotes

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  4. Al hilo de la limpieza, te diré lo que decía una conocida mía siempre: «las mujeres no hemos mejorado con la igualdad, hemos empeorado y mucho!; ahora trabajamos fuera de casa y seguimos haciendo todo lo de antes, porque todo recae en nosotras (casa, niños, compra, planificación menús, recados…)»
    Yo tengo el complejo de mujer 10 (que todo esté perfecto, incluida yo, y que casi-todo lo que se coma en casa sea mega-sano o de ingredientes controlados) y a menudo me tiro de los pelos, harta como estoy de que siempre haya tareas pendientes… Que si haz pan casero (sólo tomamos espelta) y magdalenas caseras cada finde, que si comidas y cenas, que si conservas, mermeladas, membrillo, pimientos morrones, …, lava, plancha, planifica compra… Casi siempre me siento muy cansada, pero no será de extrañar…Los amenazo con tirar las toalla y creo que algún día estallaré y lo haré… Y luego, lo que dices, que me parece que tengo todo bastante bien, pero voy a casa de mamá y su nevera como que produce destellos (ella no trabaja fuera) y entonces se me cae el alma a los pies…, cuando no es ella que me dice «tienes todo bastante limpio» (con condescendencia…) En fin, que ya me he desahogado un poco… Besazos!

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  5. Qué receta más rica, Ana!! Mi madre hace uno parecido y doy fe de que está para chuparse los dedos… Y en cuanto a la limpieza… a mi me gusta llegar a una casa y ver que no está perfecta, porque es sinónimo de que hay vida en ella. Unos días estará más recogida y otros menos… pero las casas están para vivir en ellas y esas tan impolutas, que se queden para las revistas, jaja.

    Un besazo

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  6. Jo, qué razón tienes (una vez más)! Los ritmos de vida cambian y cada uno tiene que acostumbrarse a lo que puede… Yo siempre me quejo de que nuestro apartamento está sucio pero mi novio siempre me llama exagerada, y es que creo que comparo con la casa de mi madre, que la tiene siempre limpísima, o la de mi suegra, que tiene una chica que limpia porque ella nunca tiene tiempo… Con las visitas lo paso mal si no he tenido tiempo de hacer limpieza a fondo, y es cierto que luego cuando la situación es al revés, siempre creo que los amigos exageran :P.

    Un plato buenísimo, de los que más me gustan en esta época. Qué pena que no pueda comer conejo por el trauma que cogí de cría con los cazadores en mi campo (soy pava, lo sé) ^^U.

    Un abrazo

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  7. Hola Ana, lo primero que quiero es felicitarte por el estofado de conejo, porque la pinta es deliciosa.
    Lo segundo darte toda la razón en lo que cuentas, porque chica, yo no he venido al mundo para tener la casa como si fuese un escaparate.
    En mi casa se vive, y se vive cómodo, y al que no le guste.. que se de la vuelta!
    Un besazo!

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  8. Que como me planifico yo???? ufffffffff… yo ni sé que es eso!!!
    Por suerte no trabajo fuera de casa, lo hago desde dentro y eso me da opciones y prioridades. Pero hay días que necesitaría más horas para hacer todo lo que quiero.
    Esto del blog, se está convirtiendo en un trabajo añadido y está perdiendo parte de su encanto, por lo que me estoy planteando aparcarlo un tiempo o llevarlo a mi modo… o sea, a ratos y por distracción, que es para lo que se creó.
    Tu dices que posteas en el metro, yo lo hago de noche casi siempre, cuando los míos ven la tele y, a veces, después de comer echo un ratillo mirando recetillas y comentando a los amigos… mientras otros duermen siesta !!!
    Que vida más «aperreá» llevamos jamia!!!
    El conejo es una de mis carnes favoritas… me quedo con tu recetilla para probarla!!!
    Saluditossssssss

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  9. El plato tiene una pinta riquísima la carne de conejo me gusta mucho.
    De la casa ni hablemos cuando habían niños pequeños siempre recogiendo juguetes y trastos, ahora que son mayores la ropa me lleva de cabeza y la roomba se niega a entrar en esa habitación.
    Saludos

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  10. Es que hoy en día vamos muy ajetreados, nos tomamos las cosas con mucho nervio y es un no parar, y tú encima gimnasio jajajajaja es demasie jajajajaja
    a mi estos platitos de estofado me gustan mucho , y es lo más comodo para dejarlos que se hagan mientras haces algo.
    te quedó divino¡¡
    un beso guapa

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  11. Ana, a mi me encanta el conejo, pero en casa como que …poco. Pero como tengo un marido muy apañado, alguna vez lo cocina por mí.
    De la casa, que decir. Sí, hay un dicho: No se ha hecho la mujer para la casa, sino la casa para la mujer. (es antiguo, por lo tanto machista, pero la esencia del mensaje está)
    Saluditos.

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  12. Hola preciosa, que ganas tenia ya de venir a verte!! Que maravilla de receta, oye podria cambiar el conejo por pollo? El procedimiento seria el mismo? Es que me ha encantado y sabes que nunca he preparado un guiso? Y realmente cuando mi madre hace me gustan muchisimo!! Lo voy a hacer nena!! Que rico!! Un besito

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  13. Isa

    Me encanta el conejo, en casa siempre lo hace mi madre y yo todavía no sé hacer su receta, ella le prepara primero un salmorejo y lo deja reposar.
    Sobre lo que cuentas, estoy totalmente de acuerdo contigo, el tiempo hay que saber disfrutarlo y no agobiarse, la casa se queda ahí, la vida se va.

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  14. Un estofado de relujo pque te espera después de la limpieza jajjaaa!!!!
    Pues sí vamos súperacelerad@s. Yo tampoco me voy a morir por no pasar el polvo un día jaja. Cuando me agobio un poco o tengo uno de esos días en los que toda parece torcerse me digo a mí misma » Hakuna Matata», eso escribí en mi otro blog

    http://laventanitadesory.blogspot.com.es/2011/01/hakuna-matata.html

    Que me llevo la receta que es deliciosa!!!

    Mil besitos

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