CAL 85,2 · HC 57,3 · PR 1,8 · GR 14,0 [100 G DE GOMINOLA]
Vengo a hacer un ejercicio de reconciliación con la Navidad.
La Navidad para mí es una época llena de ruido, luces de colores, borrachos pasando bajo mi ventana, mis bares habituales llenos de molestos empleados de empresas de la zona borrachos como cubas con la corbata de diadema y cantando Asturiaspadriaguerida… y villancicos.
Sí.
Yo sé que hay por ahí gente que ve la Navidad como una época de ilusión, de encuentros, de regalos, y de magia.
Esas personas y yo no compartimos planeta.
Este año, la navidad, la mía, va a ser más triste de lo habitual. Si algo tenía de bueno es que, aunque en mi casa no celebramos en sentido estricto ninguna fiesta, sí nos reunimos para cenar. Las distancias que nos separan a mi hermano y a mí del resto de la familia [y entre nosotros] se disipan por unos días.
Y la responsable de todo este movimiento familiar interestelar, nuestra madre, este año no está con nosotros. Va a ser la primera navidad sin ella. Y aunque tenemos que aceptar la pérdida, no podremos evitar la tristeza.
Así que me he propuesto firmemente no empezar a odiar estas fechas más de lo habitual, y he hecho un recuento de todas aquellas cosas que, incluso siendo Navidad, con frío, renos de colores y papasnoeles cayendo por los balcones, me gustan.
Me gustan y mucho los panes navideños, los boniatos, las castañas y ponerle jengibre y pimienta de Jamaica a todo lo que salga del horno entre noviembre y marzo.
Me gusta que haya muchos conciertos aprovechando las fiestas y puentes, y que hasta los punkis locos tengamos una buena agenda musical navideña.
Me encanta encender el horno y quedarme en la cocina, cerca, mientras se hornean cosas maravillosas.
Me gusta poder cocinar para la familia, aunque sean unos maniáticos pejigueros y a veces despierten mi instinto asesino, porque al final, con la sopa de pescado llega la rendición de todas sus rarezas.
Y me niego a señalar esta fecha en la lista negra de fechas a odiar. Odiaré por siempre el aniversario del día que mi madre nos dejó, sin remedio. Y posiblemente estaré triste cada vez que sea su cumpleaños. Pero no voy a demonizar la navidad, incluso con ruido, borrachos y peces en el río.
Y como ya os he dicho que el boniato y el jengibre son dos de las cosas que me reconcilian con la humanidad en estas fechas, no me planteó grandes dudas la elección de una receta para esta edición de #cookingthechef, unas golosinas de boniato y jengibre de los hermanos Torres. Sencillo, ligero y sin nada de grasa, una cosa muy razonable con un sabor intenso, ligeramente picante y muy navideño.
El sabor es bestia, aviso. Cubiertas de chocolate son espectaculares, y acompañadas de frambuesas también están divinas. Si no te gustan las emociones fuertes, pon la mitad de jengibre. Y si te va la marcha… hazlas como yo :)
Gelatina en láminas, 6-8 hojas o 12 g [Para veganos: 5 g de agar agar]
*El jengibre es muy aromático y ligeramente picante. Ajusta la cantidad a tu gusto, yo he puesto 30 gramos y me ha encantado, pero si no te van las emociones fuertes, pon un poco menos
MODUS OPERANDI
Lo primero que haremos será limpiar el boniato y cortarlo en dados. Pelamos los trozos de jengibre. Ponemos ambos en una olla, junto al agua y la miel, y pesamos el contenido de la olla, para tener una orientación a la hora de calcular cuanta gelatina vamos a necesitar.
Una vez tengamos el peso anotado, tapamos la olla y lo cocemos todo hasta que el boniato esté tierno, unos 20 minutos [en olla exprés, 5 minutos].
Mientras se cuece todo, ponemos a hidratar la gelatina en agua. Pondremos 2 gramos de gelatina por cada 100 gramos de peso. Va a reducir un poco, lo podemos ajustar ligeramente a la baja. Las láminas de gelatina pesan entre 1,5 gramos y 2 gramos cada una, puedes calcularlo porque en el envase vendrá el peso total y el número de láminas que contiene.
Una vez tengamos el boniato y el jengibre cocidos, añadimos a la olla la gelatina ya hidratada y lo trituramos todo hasta tener un puré uniforme.
Si usamos agar agar, ponemos 1 gramo por cada 100 gramos de preparación, aproximadamente. Y lo dejaremos hervir con la mezcla triturada como mínimo 2 minutos si es polvo, y no menos de 6-7 minutos si son copos.
Volcamos el puré en los moldes donde queramos enfriarlo. Yo he usado un molde cuadrado de emplatar, para hacer las barritas, y unos moldes cuadrados de silicona para hacer los bombones.
Y lo dejamos enfriar en la nevera. Tardará entre 1 y 2 horas, dependerá de la fuerza de la gelatina que hayamos usado.
Mientras enfría, podemos hacer la trufa. Sólo hay que fundir el chocolate, dejar que atempere, montar la nata y añadir el chocolate fundido en movimientos envolventes. Lo pasamos a una manga pastelera.
Y una vez frío, es tan sencillo como esto:
Para las barritas: cortamos porciones rectangulares, y las pasamos por azúcar. Acompañamos con trufa, para compensar el sabor picante y potente de la gominola.
Para los bombones: bañamos los bombones en chocolate fundido, y los decoramos como más nos guste. Las frambuesas o cualquier otra fruta fresca le hacen un contrapunto muy bueno.
Me encanta la presentacion, muy bonito. No soy super fan del boniato pero seguro que lo probaria porque da boca agua. Enhorabuena
Ana te han quedado unas gominolas sensacionales. Preciosas. Con respecto a las fechas…. Si te puedo asegurar que odiaras el dia que se fue y el dia de su cumpleaños. Posiblemente el dia de la madre tambien te toque la fibra. Habla la experiencia de estar sin ella 9 años. Se aprende a vivir sin ellas, pero dejandolas vivas en nuestros corazones.
Estas fechas que vienen, pues como otras cualquieras. Besos y animos.
Tienen que estar de lujo. Se ven increibles. Un besazo.
Tiene muy buena pinta… últimamente le estoy cogiendo el punto al jengibre, lo probaré!!
Me alegra tu reconciliación o medio reconciliación con la Navidad, a pesar de las ausencias yo la veo como una excusa para reunirnos los que siempre andamos desperdigados y eso me basta, no busco más.
En cuanto a las gominolas, te han quedado superapetecibles, me pido las que van cubiertas de chocolate!
B7sssss
Ana, este mes hemos coincidido en la receta. Están muy buenas pero hay que tener cuidado con el jengibre… Besos.
Te entiendo perfectamente hay fechas que no son ni volveran a ser lo mismo en casa desde que murio mi padre no volvio a ser nada igual antes nos juntabamos todos cada dia en una casa y ahora cada uno la pasa con sus hijos aunque tengo unos tios que viven enfrente de mi casa que siempre vienen a comer con nosotros cuando estan solos si no fuera por mi hijo yo ni pondria el arbol de navidad y ver un papa noel colgando de un balcon asi como todo lleno de luces no termina de hacerme gracia no se por que nos empeñamos en traer costumbres de otros paises y dejamos las nuestras de lado.
Las gominolas de boniato te han quedado de relujo no lo siguiente yo nunca he echo nada ni comido el boniato a ver cuando me decido a comprarlo por que seguro que me va a gustar.
Bicos mil y feliz puente si lo tienes wapa.
Que presentación más preciosa y seguro que también está super bueno este postre.
Yo en cambio amo la Navidad más que ninguna otra fecha del año, y me pongo muy triste el 26 de diciembre porque ya ha pasado, aunque también encuentro a faltar a muchos de mis seres queridos que en esas fechas ya no están.
Te mando un gran abrazo y te deseo una feliz semana también
Rosa
Haras bien QUERIDA!!!
Como se puede odiar una época en la que la sensibilidad está más a flor de piel que el resto del año, en la que parece que los «perdones» salen del armario para manifestarse en toda su PUREZA… Si… yo tambien amo la NAVIDAD, parece que el NIÑO nos dejó un legado que entre compras masivas, regalos apresurados, cocinas humeantes y demás, aún hay tiempo para reflexionar y acercarse al MUNDO.
Te mando un beso enorme y con o sin permiso me llevo una de tus GOMINOLAS… que digo una…. por lo menos tres :)
Hola Ana!! A mí no me gusta la navidad, sin más. No em gustan los papás noeles, ni las luces de colores (gasto innecesario… :/) odio el espumillón y la sonrisa lela del que no te saluda en todo el año y te salta un «Feliz Navidad», y sí, cuando te falta alguien, es cuando más los echas de menos, porque son fechas obligadas de visitas. Pero en fin, se odiará lo justo, no más de lo necesario. Por otra parte, me encanta el jengibre (por cierto, me estoy tomando ahora una infusión de jengibre, miel y limón) pero estas gominolas no me salieron bien Buahhhhh!!. Quizás porque usé Agar-Agar, no sé, no me cuajaron bien (le eché un sobre para menos cantidad de boniatos). Las cubiertas de chocolate gtienen una pinta que… guau!!!! Vaya rollo te he soltado y que no se diga… Feliz Navidad jajajaja Besotes!!!!
Seguro que «ella» disfrutaría estas gominolas aunque solo fuera por el colorido, el sabor del boniato con el chocolate ¡Uf! peligro total.
Besos mil y ¡Animo!
Yo no soy nada navideña… a veces también siento que sólo es ruido y luces y música demasiado alta. Demasiada gente, demasiado jaleo para mí… Pero mi papi está un poco pocho, y quizás también he decidido que voy a aparcar esta fobia navideña, porque sé que quiero aprovechar cada instante a su lado, no dejar de vivir nada con él… Muchos besos, Ana querida.
Interesante mezcla entre el jengibre y el boniato. Es una mezcla que seguro no deja indiferente. Que bueno!!. Unas fotos chulísimas por cierto.
Yo con emociones fuertes y boniatos, por favor!! ah, bueno, la frambuesa también, que pega con el chocolate :D
A mí estas fechas tampoco me van, pero porque durante las fiestas prácticamente hemos estado solos. Cuando todas las familias se reunían, mis padres trabajando (han trabajado siempre en hostelería)… y claro, 46 años después, como que ya me da igual que sea navidad.
Besos
Haces bien, aunque no sea lo mismo no odies no es un buen final para el año pero con el tiempo irás viéndolo diferente, y aunque sea para ver al resto de la familia vale la pena.
Las gominolas me han dejado «muerta», yo soy del grupo de jengibre poco, poco, poco, y si puedo nada, él y yo no nos llevamos bien, pero con el bonitato si ;)
Ana, la vida sigue, ya llegara navidades que te faltaran mas seres queridos, lo digo por experiencia, a si que no renuncies a lo bonito de la navidad, disfruta de los tuyos mientras esten, y llora cuando tengas que llorar. Esas gomilonas tienen una pinta increible, como me va la marcha yo le echaria todo el gengibre, un besico preciosa!
Ana, ante todo te agradezco mucho las bonitas palabras que dejaste en mi blog. Me han resultado muy gratificantes y afectuosas.
Te mando un abrazo transocéanico bien apretado y todo mi cariño porque siento mucho saber que has perdido a tu madre. Es algo verdaderamente muy duro y, claro está, el ambiente de las fiestas lo hace más difícil todavía. Lo sé muy bien porque para mí nunca más la Navidad fue lo que era desde que perdí a mi abuelo (que era mi ídolo-héroe-amor incondicional) cuando tenía 10 años. Por mucho tiempo, las fiestas tuvieron un sabor amargo que sólo alteró mi hijo cuando, siendo pequeñito (y como suele ser habitual), la Navidad lo entusiasmaba muchísimo. Con la partida de mi abuela hace algunos años y, ya más cerca, la de mi padre, sé muy bien que las fiestas son duras aunque – como vos – siempre he intentado no pelearme con ellas… Sin embargo, me parece muy loable el esfuerzo que estás haciendo para no incluir estas fechas en el listado negro (ya bastantes hay allí, de eso seguro), intentando encontrar refugio en las cosas que te gustan de esta época. Creo que es algo muy sano y sabio.
En cuanto a la receta, me parece de lo más original, bonita y sabrosa. Con su toque picantón y su presencia conquistadora, creo que ha de tentar a más de uno.
Abrazo grande y un cariño enorme para vos.
Primero quiero enviarte un abrazo por la pérdida de tu madre y mucho ánimo a tu familia, seguir reuniendoos en navidad o cualquier otra época es el mayor homenaje que podéis hacerle. En cuanto a las gominolas, creo que usaría menos jengibre porque, aunque me gusta, no lo tolero en exceso. Estupenda propuesta Ana, un besazo.
Que maravilla…me ha fascinado esta idea para subirle el nivel a las gominolas!!
Reto superado!!! Con esa colección de ricos ingredientes has conseguido un magnifico plato. Nos encontramos en el próximo reto. Besos,
Ha tenido bastante éxito esta receta y yo la encuentro bastante difícil. ¡Enhorabuena!
Querida Ana, siempre resultan duras las Navidades cuando falta algún ser querido y cuando es el primer año se hace todavía más duro, sobre todo al tratarse de una persona tan cercana. Espero que no termines por odiar las fiestas y te reconcilies con las mismas.
Me ha gustado mucho la receta que has escogido para el reto de este mes y además la versión con chocolate debe estar tremenda!!!
Un beso enorme y mucho ánimo.
Hay que ver el lado bueno a la Navidad, se pueden comprar un montón de variedades de panettones y pandoros en el súper ;) Y los blogs se llenan de ricas recetas que engordan un montón, jejeje. Esta receta tuya me la apunto!!
Un beso y ánimo guapa!
Elena.
A mi también me dieron tentaciones que vi la receta y al final se quedó en el tintero, me sigues tentando con la preparación y con la fuerza del jengibre, ummm irresistible, bsss
Me alegra que no demonices la Navidad. Mi padre nos enseñó a disfrutar de ella con todos sus tópicos y aunque pasó alguna Navidad en el hospital, siempre nos decía que él estaba presente y que la celebrasemos como siempre. Se fue en plenas navidades y ahora las celebramos con más fuerza todavía.
Me encantan las gominolas que has preparado, creo que van a lucir muy bien esta Navidad en mi mesa.
Bss
Elena
Ole tus membrillos!!!Sólo me cabe decirte esto. Yo llevo dos años yendo de viaje en Navidad. Las ausencias me abruman. No lo soporto.
Por eso admiro que tires adelante. Ole ole y ole.
Por cierto tu receta me ha encantado. Pienso hacerla. La presentación, ¡impresionante!
Ana,
a mi antes la Navidad no me gustaba especialmente y en cambio con los años he aprendido a «quererla», Me gusta reunirnos todos los hermanos, aun con mi madre, y celebrar que los que estamos, estamos y que tuvimos suerte de conocer y compartir nuestro camino con personas fantásticas que un día nos dejaron: mi padre, mis abuelos, amigos,… Y me gusta porqué son unos días de pensar conscientemente en ellos. Siempre hay un momento en la comida de Navidad en que hablamos de mi padre, compartimos recuerdos y a pesar de ser triste también es bonito.
Las gominolas una pasada. A mi me entusiasma el jengibre pero en casa no lo soportan :-(
Un beso fuerte
Blanca
La mejor manera de encarar las Primeras Navidades Sin es… con humor caústico y con dulces hiper raros com estas gominolas, seguro que los boniatos nunca imaginaron lo lejos que podían llegar en su carrera culinaria!!
Resumiendo,:que flipo con el tratamiento que les has dado!
Besos
Hola Ana, siento mucho tu pérdida y te comprendo perfectamente pues las navidades siempre tienen ese regusto entre triste y nostálgico, sin duda las mejores navidades siempre son las de la infancia o cuando tienes niños en casa. Te deseo lo mejor para este año nuevo y que poco a poco vayas superando esa pérdida irreparable y que nunca olvidamos. Tu receta preciosa y muy original. Lo intentaré hacer a ver qué sucede. Muchos besos
me encanta el jengibree!!! y esos taquitos bañados en chocolate van a ser mi perdición..jajajajaj enhorabuena! me encanta!!
un besazo!
Ana, lo primero un abrazo y mucho apoyo. A mi tampoco me gustan las navidades pero por otros motivos. Me parecen unas fiestas llenas de consumismo y en muchos casos de hipocresía, aunque también celebro que la gente realmente disfrute de ellas. Lo único positivo que saco es que mi hijo nació un 31 de diciembre y es una disculpa realmente perfecta para reunir a mi familia más cercana y a la que realmente quiero. Y creo que para ese día voy a preparar estas maravillosas gominolas. Enhorabuena. Me lo apunto.
Bss y mucho ánimo.
Cristina
No soy de boniato, pero la foto dice cómeme!!!
Una buena manera de no odiar la Navidad!! muchos ánimos!!!
¡Has preparado una receta digna de una estrella Michelin! Mucho ánimo para estas fiestas.
Besos,
Olga
Pues muy rico que debe estar ésto. Desde luego que por las fotos es para comerse todas las gominolas en todas las versiones.
Nos vemos en la próxima. Bss
Me encanta el boniato y este platillo se ven increíble, las especias van muy bien con él. Una rica receta, te mando un abrazo reconfortante.
Besos
Que receta más original! Me encantan esas gominolas y seguro que las pruebo en breve. Muy buena propuesta.
Besssos
Creo que la palabra odio es demasiado para estas fechas, es cierto que cuando se tienen carencias importantes, las navidades te vuelven super sensible, hayan pasado los años que hayan pasado.
Y aunque suene a tópico, las navidades son para los niños. Cuando se tienen niños las navidades son mágicas, y sacas fuerzas, ganas e ilusión para que lo sigan siendo. A medida que crecen, esta época se convierte en eso que tú dices, reencuentros.
Haces muy bien quedándote con lo bueno , lo que te gusta, creo que voy a seguir tu método, porque este año, que mis hijos ya son mayores, me cuesta más «afrontarlas» con la misma ilusión, estoy en periodo de adaptación a las nuevas circunstancias.
En cuanto a las gominolas, el jengibre y yo tenemos una relación especial, no me gusta el picante, sin embargo el del jengibre es como adictivo, necesitas más picante para quitarte el picante xdd. Me parece que deben estar de escándalo!!
Un besazo
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Estos días se hacen un poco cuesta arriba, sí :_( Yo soy un poco grinch pero me quedo con las cosas bonitas, como tus gominolas :) ¡Eres muy valiente con esa cantidad de jengibre!.
¡Un abrazo!