Me encanta quedarme con la gente.

Mola.

Y mira que no soy persona de hacer bromas, porque me tomo muy mal recibirlas [aplico el mismo baremo en las dos direcciones: no me gusta recibirlas, y no las hago], pero reconozco que quedarme con la gente jugando con la comida, me divierte.

La vez que más he disfrutado de una travesura culinaria, mi víctima fue un tipo bastante idiota con el que tuve el gusto de cebarme… con cierta saña.

El tipo en cuestión venía incorporado en una familia política que para mi liberación ya no sufro, y claro, me lo tenía que comer con patatas.

Un tipo alto y gordo como un mamut, del tipo gordo compactado, con barba de gurú-hipster, y pijo por encima de sus posibilidades. Uno de estos tipos que nada más verlos, piensas ay madre, que este es tonto y sí, aciertas.

Un gurú todólogo que vive en permanente estado de elevación sobre el resto de los mortales, que controla lo mismo de geopolítica internacional que de remedios de abuela para la tos, ese típico cuñadísimo que siempre sabe lo que tendrías que haber hecho, que te da lecciones para ir por la vida y al que arrojarías por la ventana si no fuera porque no te sientes con fuerza de levantar sus 150 kilos del suelo.

Pues uno de esos.

El tipo en cuestión, es un gordo carnívoro, con la cara grasienta y roja típica de las personas que se alimentan a base de colesterol. Uno de esos que en mitad de la barbacoa, cuando pides si pueden asarte un calabacín en las brasas te suelta Ni de coña, te esperas a que termine con la comida, que la manchas con hierba o que afirman orgullosos de sí mismos yo no como cosas verdes, que no soy un conejo.

Claro, mencionar el tofu o la soja en su presencia era desencadenar no menos de cinco afirmaciones encolerizadas seguidas adornadas con datos incompletos y varias descalificaciones.

Que por suerte yo no soy vegetariana, y aunque soy de la liga anticolesterol, al menos como aves, conejo y pescados. Y jamón del bueno.

Total que un día, por estas diplomacias familiares que a mí me parecen totalmente accesorias, le invité a comer.

Y que le sirves a un carnívoro que desprecia a la gente que come cosas verdes porque no saben comer y que dice que el tofu es para tarados comeflores?

Pues obviamente, una hamburguesa. De tofu.

Tofu, soja texturizada y una mezcla precisa de especias. Una cantidad muy generosa de queso por si las especias fallaban, y pepinillo como para atrofiar su paladar por si fallaba todo lo anterior.

Sí. Y disfruté como una enana. Aún recuerdo como se comía aquella supuesta hamburguesa de buey [tenía que decirle que era de algo que él no come habitualmente aunque jamás lo reconocería, porque él tiene mucha clase y por supuesto que come buey a menudo, no fuera a detectar algún sabor fuera de lugar].

No dejó ni las migas. La carne le pareció que estaba sublime. Y añadió la coletilla si es que los demás no sabéis comer, esto es comida de verdad.

Como el tipo tiene una mala baba que no veas, y se permitía descalificar a cualquiera en público, pasé de decirle nada y tener un enfrentamiento. Disfruté mi maldad en privado. No necesito que lo sepa.

Es más, soy más feliz así.

Tentada estuve de usar algún tipo de caldo de carne para dar sabor a la soja, pero finalmente, y como yo sé que el tipo es un idiota que se pega el pisto de hincharse a buey sin saber ni a qué sabe la carne de dicho animal, me pareció que aunque notara algo raro, no lo iba a decir. Su prestigio no se lo permitiría. No tenía nada con lo que comparar.

Así que la hamburguesa fue completamente vegetariana. No vegana, porque usé huevo, pero vamos, carne lo que se dice carne…

[NOTA NECESARIA: No fue esta hamburguesa. No puedo daros la receta porque no conservo la mezcla de especias que obró el milagro…]

Fuente: Libro «Dietas especiales con Thermomix»

 

HAMBURGUESA DE SOJA TEXTURIZADA

CAL 274,5 · HC 16,6 · PR 10,3 · GR 15,7 [POR HAMBURGUESA, 2 RACIONES] [SIN PAN]

INGREDIENTES [2 HAMBURGUESAS GRANDES /  3 MEDIANAS]

*Para versión vegana, usar 15 g de semillas de lino molidas disueltas en 30-40 ml de agua, lo que necesites para tener una pasta de consistencia similar al huevo. Hago estas hamburguesas muy a menudo, y cuando no tengo huevos uso lino, funciona igual de bien.

MODUS OPERANDI [TRADICIONAL]

Lo primero que haremos es cortar toda la verdura menudísima [mirepoix]. Cortamos en dados minúsculos y a ser posible, regulares, el calabacín, los champis y el ajo. Se hace así para que se cocinen al mismo tiempo. Para que queden iguales los cortamos en tiras largas del mismo grosor, y las tiras en daditos.

En una sartén ponemos una cucharadita de aceite a calentar, y pochamos a fuego medio la verdura. Cuando esté blandita y bien cocinada, y no quede nada de líquido en la sartén [importante este punto, no debe haber nada de líquido aquí] añadimos la soja texturizada y las semillas de girasol y de sésamo, y una pizca de sal. 

Sofreímos el conjunto un minuto, y añadimos el agua [yo suelo usar caldo en lugar de agua, en este caso modera la sal del paso anterior], empezando por 150 ml y dejando para más adelante los 30 ml restantes, que sólo usaremos si los necesitamos. Cada marca de soja es diferente, no hay más normas aquí que el sentido común. Cocinamos el conjunto a fuego medio hasta que la soja haya absorbido todo el agua. Cuando veamos que empieza a secarse, valoramos si necesita un poco más de agua para cocinarse bien la soja. No debería tardar más de 7-10 minutos en total.

Antes de dar la soja por cocinada, la presionaremos con el dorso de una cuchara para que suelte líquido. Cuanto más seca esté la mezcla, mejor se formarán las hamburguesas.  Una vez esté bien seco y cocinado todo, lo pasamos a un bol y esperamos 5 minutos a que pierda temperatura. 

Antes de seguir, podemos volcar todo sobre la tabla de cortar y repasarlo con un cuchillo. Cuanto más pequeña es la soja, mejor se forman las hamburguesas, a mí me gusta picarlo un poco más en este punto, ayuda mucho a que queden bien. Una vez hecho esto, batimos ligeramente un huevo y lo añadimos a la mezcla. Si usas semillas de lino con agua, no es necesario esperar. Lo mezclamos y añadimos harina de garbanzos hasta tener una mezcla que se pueda moldear, es un poco a ojo.

Dejamos reposar la mezcla 10 minutos para que la harina absorba los líquidos y se asiente, y sólo nos queda formar las hamburguesas con las manos mojadas o con ayuda de un aro de emplatar, y cocinarlas en la sartén o en una plancha.

Las he servido con un aderezo hecho a base de: 1 cucharada de mayonesa, media cucharadita de mostaza antigua, y una pizca de eneldo. El pan es un reciclado de okara de almendras y calabacín que publicaré en breve.

MODUS OPERANDI [THERMOMIX]

En Thermomix esto va a ser muy rápido. Esta vez la he hecho tradicional para poder compartirla con vosotros, pero yo normalmente en casa hago estas hamburguesas en Thermomix.

Ponemos en el vaso la verdura lavada: ajo, champiñones y calabacin cortado en dados grandes. Lo troceamos todo 5 segundos a velocidad 5 hasta tener trozos pequeños de verdura más o menos uniformes. Si quedan trozos grandes, trituramos un par de segundos más.

Una vez la verdura está troceada, bajamos los restos de las paredes del vaso con ayuda de la espátula. Añadimos la soja, las pipas de girasol, las semillas de sésamo y una pizca de sal y programamos 1 minuto 100º velocidad 2.

Pasado este tiempo añadimos el agua [150 g] y programamos 5 minutos, 100 ºC velocidad 1. Comprobamos que la soja está cocida, si necesita un poco más* añadimos el agua restante [30 g] y programamos un minuto adicional a 100 ºC velocidad 1.

*Nunca me ha pasado con Thermomix que necesite más agua, pero supongo que hay marcas de soja que absorben diferente cantidad de líquido.

Dejamos la mezcla dentro del vaso destapado, entre 5 y 10 minutos para que enfríe un poco. Pasado este tiempo incorporamos el huevo y la harina de garbanzos. Programamos 5 segundos a velocidad 5 sin temperatura, para repasar el troceado y mezclarlo todo [esto no es necesario, pero yo tengo comprobadísimo que si se repasa un poco las hamburguesas se forman mejor, tal vez tenga que ver con el tipo de corte de la soja que utilizo]. Si necesita un poco más de harina, la añadimos, debe quedar una mezcla que se pueda formar con las manos fácilmente.

Formamos las hamburguesas con las manos mojadas o con ayuda de un aro de emplatar, y las cocinamos en una sartén o a la plancha.