En mi casa hay duendes. Sí, en serio.
Algunos días me levanto por la mañana y me encuentro un vaso usado en la encimera de la cocina, o una toalla encima del lavabo. Me sucede a veces que abro un cajón que dejé colocado y su contenido sin saber cómo se ha revuelto todo y está como si el cajón entero hubiera sufrido la sacudida de un terremoto del ocho en la escala de Richter. Y también me pasa que las galletas se evaporan.
No protesto demasiado, porque los duendes que desordenan cajones mientras comen galletas también hacen desaparecer mágicamente la ropa del cesto de ropa sucia, y la devuelven lavada y doblada al armario. Barren cuando nadie les ve, y se acuerdan por mí de dejar el albornoz detrás de la puerta del dormitorio cuando yo me lo he olvidado en el baño.
Vamos, que la convivencia es aceptable.
Pero hay que aprender a vivir con ellos. Es decir, tienes que aprender que a veces abres un tarro de nocilla casera y cuando vuelves a mirar sólo encuentras el cristal con restos de crema de avellanas y cacao. Que si dejas enfriando galletas en una rejilla debes contratar un vigilante jurado para que no desaparezcan mientras colocas el trípode y encajas el objetivo de la cámara para fotografiarlas, porque sobornar a la gata no funciona, y lo sabes. Y que no revisar que tienes todos los ingredientes antes de empezar a cocinar… es un error fatal.
Y aquí estoy. Haciendo hamburguesas veganas porque el huevo que me esperaba en la nevera el día anterior a las hamburguesas, la noche de autos había desaparecido sin dejar rastro. Y cuando me di cuenta ya tenía un bol con quinoa negra cocida y brócoli espachurrados con tenedor y había puesto condimentos. Vamos, que no había marcha atrás. Aquello ya no se podía reconstruir para hacer un salteado. Por cierto, la quinoa negra es una maravilla, más crujiente y sabrosa, me he hecho muy fan.
De modo que me acordé de esa amiga vegana que hace una pasta de semillas de lino y la usa como huevo. Y tenía lino. Así que me lié a ello. En un robot de cocina trituré un buen puñado de semillas [guardé en un tarro para futuros usos, en todo caso tan pocas como hacen falta no se pueden triturar en mi robot], les añadí agua hasta tener una pasta de consistencia gruesa, algo así como la bechamel de croquetas, y la dejé reposar un rato.
Y continué con mi vida como si nada hubiera pasado y no tuviera seres mágicos en casa que hacen que las cosas desaparezcan de la nevera sin dejar rastro… porque además de todo, tuvieron el detalle de bajar la basura. Más majos.
Receta asaltada vilmente a La cocina de Rebeca, para el reto #asaltablogs
Sal, pimienta
MODUS OPERANDI
Lo primero que tenemos que hacer es cocer tanto la quinoa como el brócoli. Para cocer la quinoa, si es negra como esta, se ponen tres partes de agua por cada parte de quinoa, una pizca de sal, y se cuece a fuego bajo unos 20 minutos. [Esto puede necesitar algún ajuste, he comprado alguna marca que con estas indicaciones quedaba un pelín justa de cocción y ha hecho falta darle un poco más de tiempo o incluso añadir líquido]. La quinoa normal se cuece con el doble de agua que de quinoa, y tarda unos 15 minutos.
En una olla aparte cocemos el brócoli cortado en ramitos en agua con sal, unos 10 minutos.
Una vez tengamos la quinoa y el brócoli cocidos, comenzamos nuestra mezcla para las hamburguesas. Lo primero que hacemos, si usamos lino para ligarlas, es poner en un vaso una cucharada de lino molido y dos o tres de agua, revolver hasta tener una papilla espesa, y dejar que repose. Si en lugar de esto vamos a usar huevo, nos saltamos este paso.
Para preparar la mezcla de hamburguesas, picamos el ajo y lo calentamos en una sartén con una cucharada de aceite, un par de minutos. Incorporamos el brócoli y la quinoa y salpimentamos ligeramente. Salteamos , añadimos la cúrcuma y al cabo de un minuto más retiramos del fuego. Es importante que la mezcla esté bien seca, el líquido es tu enemigo aquí.
Ponemos todo en un bol amplio, e incorporamos el lino, que tendrá consistencia viscosa, y los copos de avena que necesitemos hasta tener una mezcla más o menos compacta. Mezclamos bien y dejamos que repose, si puede ser, media hora [si no, al menos diez minutos, para que la avena empape los líquidos y compacte la mezcla].
Para la versión con huevo se hace exactamente igual con una salvedad: No incorporamos el huevo hasta que los ingredientes están un poco templados, para que no cuaje antes de tiempo.
Y con la mezcla ya preparada, lo único que nos queda es formar las hamburguesas. Lo haremos directamente sobre la sartén con ayuda de un aro de emplatar, que iremos llenando con la mezcla una altura de un dedo más o menos. Dejaremos que selle bien antes de dar la vuelta. La mezcla no será fácil de manejar, darles forma con la mano es complicado, si no tienes un aro de emplatar puedes usar una lata vacía a la que hayas retirado la tapa y la base.
Si son veganas, es más fácil que no se desmoronen si utilizamos una buena sartén o en su defecto cubrimos la base de aceite. Sí, es más grasupiento, pero el huevo de lino… tiene sus límites. Otro truco es añadir a la mezcla un poco de harina de garbanzo, eso da mucha consistencia. Un par de cucharadas obran milagros.
Salsa
Tan simple como mezclar todos los ingredientes y servir con las hamburguesas.
Que forma de comer brócoli tan estupenda, tengo que probarlo.
Felicidades por el asalto.
Besos.
No te quejes que la menos tienes duendes, no Throlls, jajajaj
Desde luego sana es la hamburguesa y tiene una pintaza estupenda, seguro tu duende se la come, a que sí ?
Buen finde guapa
Que receta más sanota!!!
Pues va ser que yo también tengo duendes por casa, que bien que me hayas contado de su existencia, así descarto los fenómenos paranormales.
Besitos itos!!!
en mi época de estudiante hubo un año que había un duende del café, por aquellos entonces no era yo muy esquisita con el café y lo que hacía era dejar la cafetera hecha por la noche para salir pitando por la mañana con un café frio, eramos 4 en el piso y 3 eramos la que compartiamos gastos en café porque la cuarta decía q ella era de cola cao, el caso es que casi siempre salía yo la ultima de casa y casi siempre el café que me dejaban era muy excaso, no tenía mas remedio que faltar a la primera clase y tomarme uno recien hecho en la cafetería, fijate que pena, pero yo les preguntaba a mis compis de café y ellas me decían que me dejaban suficiente, bueno pues se me hincharon las narices y una noche dejé preparado dos jaras, una de buen café y escondida en un armario y la otra con café con algo de sal, bueno bastante sal y claro estaba yo para entrar en la ducha y el duende del café chillo diciendo «que asco», desde ese día no hizo falta saltarme la primera clase por el café aunque bueno a veces un segundo café no venía mal claro, de todas maneras fui buena porque la otra opción era ponerle laxante a saco y esconder los rollos de papel pero mis compis de café me dijeron que no nos pasasemos. Como ves este duende fue mal y los tuyos me encantan jejejej La hamburguesa esta creo que a lo mejor la pruebo y así como brocoli, desde luego si me invitas a una no me digas que es brocoli y me la camo seguro porque la pinta es de 10, me encanta, feliz domingo!!!!!
He venido corriendo en cuanto he visto la palabra mágica :»duendes». Pues deben estar emparentados con los que conviven conmigo, algún brazo familiar que se vino a vivir bajo los naranjos, porque más o menos se comportan igual. La única diferencia es que los míos son especialistas en el arte de hacer desaparecer las cosas, pero ayudar lo que se dice ayudar no les va demasiado. Y no creas que no son exquisitos, que no todo les gusta.
Eso sí, la hamburguesa me ha tentado, no creo que mis duendes se la comieran, «asín» que no habrá peligro si me las preparo para mí sola.
Feliz domingo, Ana.
Claro que sí, hay que apañarse con lo que queda en la despensa. Seguro que quedaron muy ricas.
Bss
Te entiendo perfectamente, esos duendes maravillosos que a veces, sin saberlo, usan ingredientes para recetas para el blog…por cierto, lo de la quinoa negra me ha gustado, a ver si la encuentro por aquí. Besos
Que divertida tu cocina con esis duendes revoltosos.Las hamburguesas me gustan,son mejor que las de carne.besinos
Jajaja, contigo me lo paso pipa, duendes, jiji, pero al menos son colaboradores, no puedes quejarte jeje.
Estas hamburguesas las he de probar, que pintaza!!!! No había oído nunca hablar de la quinoa negra :O, tendré que investigar, jeje, aunque…tampoco me he fijado nunca en si había en las tiendas. Lo del lino no tenía ni idea, si sabía que la avena se hace gelatinosa, pero lo del lino acabo de aprenderlo, jajaja. Asi que me voy con una receta que probar y un montón de información nueva que he aprendido :D
Besote!!!!!
Veo que en este grupo sois muy sanas es la tercera hamburguesa de quinoa que leo , al final las voy a tener que hacer.
Ahh oye y si puede ser yo tambien quiero unos duendes que cuando me levante me lo encuentre todo echo, 😜😂😂😂😂
Ayyy, si ya sabes tú que no puedes quejarte mucho de tu duende!!! De vez en cuando que pongan tu vida del revés mola!!. La hamburguesa tiene una pinta de miedo. Tengo que probar la quinoa negra, me has dejado intrigada. Besotes!!
Oye me vas a tener que pasar el teléfono de tus duendes para que hablen con mis duendes y les enseñe eso de lavar y guardar la ropa, es lo que peor llevan los míos, pero como dices, la convivencia se sobre lleva. Jajajaja. Una hamburguesa tremenda, con o sin el huevo desaparecido.
Jajajaja Ana no me extraña nada que desaparezca la crema de cacao, cuando hice tu crema, eramos dos duendes en casa jjaja comiendo a cucharadas jajaj .
Esta hamburguesa me parece buenísima, tengo que probarla. Un buen y sano asalto.
Besinos
El toque de Belén
Esta receta me ha encantado por varias razones, no conocía los «poderes» de las semillas de lino y qué decirte de la quinoa negra, uso mucho la quinoa «normal» pero la negra nunca, y me han entrado unas ganas terribles de probarla. Y los duendes, qué decirte de lo triste que sería nuestra vida si los duendes no formaran parte de ella. Bss
Nunca he preparado hamburguesas de verdura, quizás porque solo se las comen mis hijos y solo las quieren de carne, eso si, hechas por mi… pero después de ver la pintaza que tienen éstas creo que me las voy a hacer solo para mi!! Estupendo asalto!! Bs.
Pio Pio que yo no he sido. Eso es lo que me han dicho siempre en casa cuando algo desaparece, ja ja. Te ha quedado una hamburguesa vegana de lo más bonita. La quinoa negra no la he probado, pero veo que por lo menos queda de fábula con el brócoli.
Bss
Elena
Qué buena, yo soy mucho de verdura pero en casa nada de nada, veré a ver si les gusta.
Te ha quedado genial el asalto. bs
uau!! Me encanta! Esta es del estilo de recetas que me encanta: sana y rica!! Te ha quedado genial! A ver si me animo a hacerla un día de estos! Besitos!
Deben quedar ricas estas hamburguesas porque he visto ya varias, me llevo la receta, buen asalto
esa hamburguesa está diciendo cómeme una y otra vez…tiene una pinta deliciosa además de sana
besitossss
Ese duende o duendes deben estar emparentado con los mios a mi me pasa igual jajaja eso si no me recogen la ropa ni me la doblan ni la guardan en el armario .
Me rechifla la quinoa tengo una tricolor que seguro le va de miedo tambien para hacer estas hamburguesas en cuanto pueda me pongo al lio no dudo lo mas minimo que me encantaran , asalto mas que superado te han quedado de relujo.
Bicos mil wapa.
Muy curiosas y desde luego sanas estas hamburguesas (yo tambien soy fan de la quinoa negra) y habra que hacerlas! Y por si te sirve de consuelo te dire que mi duende es adicto a las chocolatinas, esas que yo pretendo tomarme con el cafe despues de comer y nunca encuentro….Buen asalto!
Sabes una cosa Ana? mi hija también dice que tiene un duende en su casa, le hace muchas cosas de las que has comentado pero no se come nada, al contrario, alguna que otra vez le pone cosas en la nevera o en la despensa jeje. Que curiosa me parece esta hamburguesa, nunca se me hubiera ocurrido juntar el brócoli con quinoa para hacerla, pero viendo tus preciosas fotos, tiene que estar riquísima!!!
Buen asalto!
Un bst guapa.
Bueno, creo que a todos nos ha pasado de preparar una receta con toda la motivación del mundo y de pronto ver que te falta algo…¡horror! Pero los cocinillas salvamos cualqueir receta :)
Me encanta la idea estas hamburguesas, la de variedades que se encuentra uno en esto de las «hamburguesas» veganas. Tú me acabas de descubrir la quinoa negra…¡no sabía que existía! En cuanto pueda la compro para probarla.
¡Un saludo!
Una hamburguesa preciosa, aunque te reconozco que como buena argentina las prefiero de carne, pero te ha quedado muy bien, colorida y apetitosa.
Me encanta lo del duende, en mi casa también sucede, lo más grande es que recién casado viviendo en un apartamento pequeño de repente se rompe un regalo de boda y le pregunto y me dice: «yo no he sido»… imagínate… han pasado muchos años y todavía me acuerdo. O ese chocolate que compro dos y abres el armario y solo queda medio o el último huevo duro que me quedaba y que aprovecharía para la ensalada y desaparecido en combate… tal como los calcetines en la lavadora, nadie sabe.
Muchos besos y gran asalto.
Una hamburguesa,original,diferente pero me ha encantado,cada vez utilizo más la quinoa ……Feliz semana y muchos besitos¡¡
Y no me mandarias unos cuantos de estos duendes que ordenan, lavan la roba y bajan la basura??? Si quieres te los cambio por unos trolls que corren por casa, jajaja Ah, y ya de paso mándales con un taper de hamburguesas. Que pinta más buenerrima tienen!!! Diles que prometo tenerles preparada una caja llena de galletas y bizcochos a discreción a lo largo de la semana.
Un besazo enorme
Blanca
Siempre me río mucho con tus comentarios, Ana. Y eso de los duendes es real como la vida misma. Pero en mi caso, mis duendes no suelen recoger cosas olvidadas, ¡al revés! juegan a desordenar. Pero, bueno, los quiero mucho.
No conozco la quinoa negra. A ver si la colocan en los supermercados y puedo probarla. La quinoa blanca me encanta.
Jo, los duendes de mi casa ni barren ni bajan la basura ni me recogen la ropa, solo hacen desaparecen cosas y desordenan xD
Al menos yo soy la única que consume y usa huevos, así que cuando me quedo sin ellos la culpa es enteramente mía. Lo del lino molido mezclado con agua lo he usado más de una vez y funciona genial, me gusta especialmente para hamburguesas y albóndigas veganas :). Qué pinta tienen estas! Es que el brócoli me pierde… Y tengo unas ganazas de probar la quinoa negra, si encima dices que es más crujiente ya me conquistará.
Un abrazo
Mi madre tenía un duende que se levantaba antes que nadie para fregar los cacharros de la pila. Qué tiempos aquellos… Menuda hamburguesaaaa, estoy por echar a la calle a todos para hacerme un san queremos…Besoos
Duendecillos adorables de ese tipo son todo un lujo. En casa de mis padres había un duendecillo que se comia las tabletas de chocolate onza a onza…pero no era tal como lo cuentan, jamás me lo acababa todo…ejem..el duendecillo jamás se lo acababa todo…
Estubimos muy a punto de hacer esta receta. Somos muy fans de este tipo de hamburguesas!!
Las fotos hablan por si solas, ¡qué pinta! :)
¡Un saludo!
Clara & Isaura
Una hamburguesa super sana y una buena forma de aprovechamiento, no estoy acostumbrada a la quinoa, todo es empezar.
besss guapa
Jjajajaj ¡qué arte tienes contando las cosas!
Pues sí, qué traviesillos esos duendes, pero mira, así has experimentado con otra cosa. Además, a mi me viene de lujo porque a mi compañero le han puesto una estricta dieta de exclusión de 4 alimentos durante 2 meses (huevo, gluten, legumbres y lácteos) por un tema de salud, y me las estoy viendo y deseando para cocinar.
¡Probaré la pasta de linaza como sustituto!
Pintaza de hamburguesa! Un asalto super saludable! Besos!
jejejejeje Duendes, haberlos haylos!!!
La hamburguesa tiene una pinta espectacular. Me ha parecido muy interesante lo de la crema de semillas de lino, lo tengo que probar.
Besos
Duendecillos que siempre estarán por allí!, ya he utilizado la linaza para reemplazar el huevo, queda una clara maravillosa. Las fotos preciosas, el plato completo, saludable y concuerdo la quinoa negra mucho más rica. Delicioso asalto!
Un abrazo
Los duendecillos que recogen…molan mucho, los que acaban con las existencias que tienes pensadas para usar…son mal pero hay en todos sitios, menos mal que los tuyos compensan, jeje. Nunca he probado la quinoa negra, habra que hacerlo y n esta hamburguesa…pinta muy muy bien. Besos
Hola Ana, los duendecillos te han hecho un favor, porque estas hamburguesas te han quedado divinas. Y a mí me han hecho otro, porque me apunto este truco para cuando no tenga huevos a mano.
Mil gracias por participar con tu asalto. Ha sido un placer abrir mi cocina :)