CAL 309,3 · HC 46,6 · PR 5,7 · GR 10,0 [POR RACIÓN]
A veces la gente, cuando oye que eres blogger de cocina [con la excepción de aquellos que viven en tu casa], lo que escucha es que eres un cocinero con blog.
Y lo que se imaginan es que te pasas el día haciendo cosas cuquis y moninas, y que todo lo que se come en tu casa es etéreo y delicado, está sobreexpuesto, y lo sirves sobre platos preciosos, en preparaciones con tres alturas, todo super mono, con mantelitos vintage y que comes con esas cucharas oxidadas del rastro que pones en las fotos.
Lo mismo se creen que te levantas tú de par de mañana, con un pijama cuqui [si eres cuqui, eres cuqui] impecable y sin arrugas, tus zapatillas de medio tacón y con el pelo perfecto, y te pones a hacer tortitas con sirope con la mejor de tus sonrisas.
Ja.
Yo soy blogger. Y por las mañanas, me despierto arreando un porrazo al despertador. Entro en la cocina en bragas, bostezando y con los pelos bufados, y saco del congelador un par de rebanadas de pan, salvo que ayer me acordara de sacarlas a descongelar toda la noche envueltas en un paño, y dejo haciendo el café mientras me ducho.
Y si alguien a esas horas indecentes de la mañana me sugiere que me ponga a hacer tortitas con nata, sirope y frutos rojos frescos [y llenos de rocío, como en las fotos] lo menos que puede llevarse es un bufido y como me proteste, de propina un sartenazo.
Y si un día se me ocurre [porque me da el arrebato maleni] hacer tal estupidez, lo menos que podrías encontrarte es tres o cuatro tortitas abstractas con los bordes requemaos, un churretón de nata a medio montar y dos trozos de melocotón que es lo que hay por la nevera.
Y esto, cuesta explicarlo.
Porque una cosa es que nos guste cocinar, y otra que sólo cocinemos cosas moninas. A ver, que a veces sí, y por eso somos bloggers de cocina y hacemos fotos cuquis y tenemos cucharas oxidadas del rastro que por nuestra salud jamás usaríamos para comer, pero… seamos sinceros… aquí a diario, economía de guerra y cocina de supervivencia. ¡Que bastante tenemos con acabar el día!
Jornada laboral [si tienes la suerte] de ocho horas, compra, si tienes niños ya ni hablamos, gimnasio y ocupaciones varias, y cuando llegas a casa, lo que haces de cenar es una ensalada, un sandwich o unas patatillas, y vas que te matas.
Y sí, pierdes todo el glamour, pero es que de cuquismo no se vive. Se vive de patatas, de acelgas y de huevos. Y los únicos langostinos que ve tu nevera al cabo del año posiblemente los has comprado para el blog.
Así que con toda su sencillez, esto se parece más a lo que como yo cada día que a las chorrocientasmil pijorrerías que inundan Pinterest. Y por eso, ha sido la receta escogida para el asaltablogs de julio, chorizada vilmente a Elvira de Así se come en Granada.
MODUS OPERANDI
Lo primero de todo, es poner el huevo a cocer. Lo vamos a necesitar en el momento del majado. Lo necesitamos bien cocido: 10 minutos desde que hierva el agua, y no olvides meterlo al agua suavemente y con ayuda de una cuchara para evitar que se golpee con el fondo del cazo y se rompa la cáscara.
Una vez tenemos el huevo en marcha, nos ponemos a pelar, lavar y cortar las patatas en dados grandes y de tamaño uniforme. Las ponemos a cocer en agua con sal y una hoja de laurel. Es importante la cantidad de agua: debe cubrirlas raspadas. Este agua va a ser la base de nuestra salsa y no puede ser demasiada [¡aunque si te pasas, tiene arreglo!].
Bien. Tenemos el huevo a punto de terminar [cuando lo haga lo sacamos del agua y lo dejamos enfriar en agua fría] y las patatas comenzando a cocerse.
Nos ponemos con el majado. En una sartén pequeña calentamos el aceite y ponemos los ajos y el pan cortado en trozos pequeños, y cuando comiencen a dorarse añadimos las almendras y el comino. Lo sofreímos todo hasta que esté todo bien tostado, con cuidado de no quemar las almendras.
Una vez todo sofrito, lo metemos al mortero.
A esta altura, el huevo debería estar enfriando y las patatas llevar unos 10 minutos cociendo. Pelamos el huevo, retiramos la yema y reservamos la clara.
Majamos en el mortero todo el contenido de la sartén, la yema cocida, y el azafrán que lo pondremos al final y ya directamente en el mortero [si lo freímos, amarga], con ayuda de una cucharada o dos del caldo de cocción si lo necesitamos.
Una vez el majado sea homogéneo y esté bien menudo y triturado, lo echamos a las patatas y dejamos que terminen de cocerse, unos 10-15 minutos más.
COSAS QUE DEBES SABER
Si te has pasado de tiempo y las patatas estaban casi hechas cuando has terminado tu majado, no importa. Retira las patatas del agua, pon el majado en la olla y deja que ligue unos 10 minutos, o lo que veas que necesita. Añade las patatas al final y déjalas 5 minutos para que asienten el sabor.
Si has puesto demasiado caldo y te das cuenta tarde, no problem. Retira las patatas de la olla, reduce el caldo solo a fuego medio, y vuelve a echarlas cuando lo veas bien.
También puedes hacer esto mismo si quieres un caldo fino. A mí me suele quedar bien en el mortero, pero siempre queda algún tropezón de pan o algún trozo de almendra. Lo que hice en esta ocasión fue meter el caldo solo en el robot de cocina, triturarlo bien, y reducirlo un poco más al fuego. Eché las patatas, las dejé un par de minutos y quedó perfecto.
Con respecto a la clara que teníamos reservada, la podemos picar y echar por encima del guiso, ¡no vamos a tirar nada!
Jajajaja toda la razón del mundo!! me siento totalmente identificada y supongo que todos los bloguers del mundo mundial. Por cierto, me encantan las patatas en ajo pollo, por poco cuques que sean :D Besos!!
Mira por donde ya era hora de que alguien con blog gastronómico reconozca todo eso que escribes y suscribo al pie de la letra.
comemos normal, con prisas y muchas, muchísimas veces no tenemos ganas ni tiempo para cocinar cosas de gourmet.
Me encanta esta receta tan sencilla y humilde, que sería del mundo gastronómico sin la patata?, pues seguro que una porquería con limitaciones.
Bss.
Que arte tienes hasta para contar las verdades. Me ha encantado tu asalto, es mas que genial y te ha quedado de escandalo. Espero que te gustara de sabor, aqui nos gusta mucho. Felicidades.
Besos.
Muy cierto todo lo que has escrito!!!!! Y por cierto la patatas en ajopollo tienen una pinta increible!!!
Un besito,
Sandra von Cake
Jajajaja Ana, como me río con tus entradas, pero tienes más razón que un santo. Yo a veces pienso que se intenta transmitir formas de vida que no son así. A mí no me da tiempo muchas veces sacar fotos superbonitas, porque tengo la gente sentada en la mesa, porque tengo a mi hija agarrándome de las piernas para que le de de comer, porque la comida se va enfriando y tengo que salir pitando…. y digo, y cómo a esos blogs le da tiempo de hacer esas fotos tan bonitas, tan colocado todo? Supongo que eso se irá perfeccionando jeje. Estas papas deben estar riquísimas, y son estas comidas de todos los días las que me gustan a mí. Un besote!!
«y que todo lo que se come en tu casa es etéreo y delicado, ESTÁ SOBREEXPUESTO…», ¡jajajajaja! Me ha encantado esa parte de la reflexión.
Yo estoy contigo a muerte, de hecho, hasta que decidí que El Caldero de Nimuë iba a ser también un blog de viajes, el sobretítulo de la página era «Recetas fantásticas para la vida real», porque lo demás, no es más que eso, «pijorrerías que inundan Pinterest» :)
Como siempre, genial combinación de receta y texto.
¡Un besazo!
Eso del nombrecito casi no vengo a verte porque yo la carne como que mejor no criarlar ;-)
Unas buenas patatas sin pollo jjjjj
Un saludito
Jajajaja, bien cierto lo que dices, pero la deformación bloguera te traiciona, estas patatas son súper cuquis!!! El trapo, el cuenco de corazón, la madera, unas fotos pijorreras y dignas de aparecer en pinterest ;-)
Un petó
Blanca
Ana dixit y amén. Jamía verdad verdadera.
El nombre de la receta es intrigante. Pero en su sencillez creo que está su virtud. Y oye, las fotos cuquis !! Que la comida entra por los ojos y para el blog eso es necesario, que ya puede ser muy buena la receta que si la pinta es rara, desanima. Otra cosa es el día a día!
Molts petonets.
Así y todo, te han quedado unas fantásticas patatas en ajopollo en un bol muy cuqui. Si la que lo es, lo es aunque de buena mañana (y en trescientos o cuatrocientos momentos más al cabo del día) no lo parezca.
Gracias por estos risas que me echo al leer tu blog :-*
Pues chica, a mi con el «bol» con forma de corazón estas patatas ya me parecen lo más cuquis del mundo mundial!!! Y que buenas por favor, y yo sin poder comer patatas ¡sniffff!
Eso si, no me he podido reír más con tu historieta porque hoy estoy hecha un higo pero casi me meo de verdad, que buenísima eres… jajajajaja!!! Entre que te levantas y vas a la cocina en bragas y con el pelo bufao y lo del sartenazo… de verdad, buenísima… jajajajajajaja!!!!
Enhorabuena por tu asalto!!! ^_^
Besotes!!!
Anda que no me he reido con tu entrada la verdad es que mi blog no es nada cuqui ni hago cosas cuquis ni se me ocurre comprar unos tenedores oxidados en el rastrillo aunque sea para las fotos aunque reconozco que hay veces que veo fotos preciosisimaaaaaaaaas pero para ello se necesita tiempo ademas de atrezo y yo no tengo ni sitio para el ultimo ni tiempo.
Las patatas en ajo pollo no las conocia y no dudo ni un segundo esten de rexupete yo las veo de lo mas cuquis en esa fuente corazon,
Bicos mil wapisima.
jaja, es verdad, bueno cuquis o no, eso es discutible, me encantan y esto último no admite discusión! un besito wapa y espero que estes pasando un muyyy buen verano!
jaajajajaa… lo que me he reído, porque es totalmente cierto todo lo que cuentas.
Por cierto, entre tú y yo… me encantan esas bandejas vintage oxidadas por los lados… y he estado tentada de comprar alguna bandeja así (que encima de viejas y oxidadas valen un pico!), pero luego me abstengo de gastarme la pasta…. por qué???… Porque sería incapaza de meterme en la boca cualquier trozo de comida que hubiese estado sobre una de esas bandejas, por mucho que yo la haya limpiado y sepa que está limpia… que no, que ni un muffin me comería!… Pues eso, que como no quiero cocinar para que la comida acabe en la basura, la pongo sobre superficies sin oxidar y menos vintage y monas… pero más aludables… jaajajaja
besos!
Ya dejas tú un recipiente bien cuqui para unas patatas que tienen que estar de vicio, porque a mi me gusta comer y cocinar cosas ricas, y los atrezos….. bueno sólo si se tercia.
Bss
Elena
Yo tengo la teoría de que las cosas cuquis no alimentan :P Me quedo con tus patatas sin dudarlo :)
Qué bonito plato, te ha quedado precioso! y tiene una pinta deliciosa. Un beso
Ana, has dicho la cruda verdad de todo blogger de cocina. Ni todo el tiempo llevamos a la mesa comida como recién preparada en la cocina de un 3 estrellas Michelin, ni todo el tiempo estamos creando y recreando, con ánimo sobreactuado, preparaciones complicadas y con mucho glamour. ¡Es verdad! Lo que realmente alimenta es la comida del día a día, los platos sencillos que nos dan tiempo para hacer algunas cosas más que trabajar-cocinar-llevar adelante nuestros hogares, y que nos llenan la panza y el corazón. Estupenda la receta que has elegido: sencilla, sabrosa y sustanciosa.
Un beso.
jajajaj que identificada me siento con esas mañanas despeinadas, así que por eso, vivan las recetas sencillas¡ muaks
Hoy que hace tanto frio me vendría de miedo un plato de esas patatitas tan ricas, teletupper porfa plis!!!!! adoro levantarme despeinada y con mal genio pero mas me alegra saber que no soy la única. jajajajaa. Mil besos reina mora.
La diversidad no tiene límites y unas ricas patatas o una fresca ensalada en una bonita foto a mi me encanta como tus tentadoras patatas que están diciendo.. comeme!!!. Un abrazo.
Estupendas patatas ya te lo dije, qué tal el concierto de Rosendo, fuiste??’ yo me quedé con las ganas, no fui por no abusar mucho del peque, como ya lo tuve hasta las 2 de la mañana cuando Erentxum… ;-) Besos