CAL 370,9 · HC 35,4 · PR 7,0 · GR 22,9 [SÓLO EL BIZCOCHO, 100G]
Ayer, Ettore fabricó su primera bomba casera.
A Ettore, de dos años de edad, le pareció que un buen lugar para guardar un mechero que había encontrado en el bolso de su madre, era dentro de la tostadora.
Su corta edad y su falta de experiencia, le llevaron a cometer el error de no eliminar los pegotes de plastilina del mechero, que apareció de entre los restos de tostadora, vasos de desayuno y tostadas. Solo la fortuna quiso que sus padres estuvieran fuera de la cocina en el momento de la explosión.
Y que pudieran publicarlo en las redes, para que otros padres inexpertos puedan estar a salvo de los atentados de sus retoños.
Hablando de Ettore con unos amigos, hoy en el vermut, ha resultado que el que más y el que menos, todos hemos tenido un pequeño genocida en potencia en nuestro interior. Y no todos son tan torpes.
Lucía fue sutil. Quiso deshacerse de sus padres tras un castigo injusto, y dejó un pintauñas abierto dentro del vaso de la thermomix. ¿Tú compruebas siempre que esté vacía antes de empezar a meter la comida?
Tal vez debas empezar a hacerlo.
Lucas quiso saber qué pasaría si alguien bebía un vaso de lejía. Y se lo dio a su hermano pequeño. Y lo que pasa cuando tu hermano se bebe un vaso de lejía es que te ponen un castigo que lo flipas y cuando te devuelven la playstation ya no te acuerdas de dónde tenía los botones.
Y Pedro. A Pedro lo sufrí yo directamente, como colaboradora en un campamento de verano que dirigían unos amigos. Que niño aquel. En una salida a la montaña, el angelito cogió un avispero y se lo lanzó bajo el vestido a una niña del grupo que era un poco repipi. A la niña la ingresaron en la UVI, y con Pedro cambié radicalmente de opinión sobre eso de arrear un guantazo a los niños cuando se lo han ganado, y se me pasó el buenismo infantilillo de no hay que pegarles, lo que hay que hacer, es dialogar. Claro.
De hecho, me libré de una buena demanda de los padres porque el cabrón del niño corría mucho más que yo, que si lo cojo a tiempo…
Claro que si lo pienso un poco no me libro ni yo misma.
Cuando era muy pequeña, digamos 8 años, pensé que era una gran idea liberar a los pobres cerdos [cerda recién parida incluida] que tenía el cura del pueblo en el patio de la sacristía, para que pudieran pasear y sentirse libres cual mariposas. Aproveché la misa de doce para salvar a los cerdos de su aburrida vida encajonados en las cochiqueras, cual heroína animalista en tamaño Supernena.
No caí en que ese día todas las puertas estaban abiertas para hacer corriente. Ni en que la sacristía y la iglesia se comunicaban por el patio. A las viejas que salieron corriendo de misa ante la entrada en manada de los cerdos corriendo, todo este asunto les pareció un atentado, un escándalo y una cosa como nunca se ha visto pero sinceramente, creo que exageraron un poco.
Y como parece que no escarmenté liberando animalillos en el pueblo, un par de años más tarde decidí volar el edificio haciendo un pequeño circuito que consistía en dos clavos enrollados a un cable cada uno, y con los extremos de ambos cables metidos en el enchufe, conecté los clavos entre sí. Nadie sabe por qué sólo fundí los plomos del edificio entero y no me electrocuté, que hubiera sido lo normal. Aunque tampoco respondió a mi intención inicial de ver si explotaba o algo.
¿Y tú? ¿Albergas en tu interior un pequeño genocida? ¿La Supernena decidida a salvar de su tediosa vida a los leones del zoo? ¿Te gusta ver cómo explotan cosas?
Sí, ¿verdad?
Porque yo desde luego, he llegado a una conclusión tras el vermut de hoy: Los niños deberían llevar guardaespaldas. Por nuestra seguridad.
**El único secreto de esta tarta es la combinación de especias. Merece y mucho la pena hacer el esfuerzo y pesarlas con una balanza de precisión. Si no tienes, indico las cantidades aproximadas en cucharaditas. Ojo, me refiero a las cucharas medidoras americanas, las que miden en tablespoons, teaspoons, etc., no a una cucharita de postre.
*Yo uso Nielsen Massey en pasta, y pongo media cucharadita, pero no todas las vainillas tienen la misma concentración
Opcional: Nata montada, hasta 300g [ni se te ocurra usar de bote, tienes que montarla tú…]. El uso se explica en la receta, es un recurso de emergencia, no deberías necesitarla.
MODUS OPERANDI
Frosting de queso
Empezamos con el frosting, porque lo necesitamos frío cuando esté terminado el bizcocho.
Fundimos la mantequilla y dejamos que se enfríe, sin que deje de estar líquida.
Ponemos en un bol todo el queso y el azúcar glas, y con unas varillas eléctricas lo montamos durante 3-4 minutos, hasta que veamos que se forman picos duros al pasar las varillas por la mezcla. Te parecerá broma, pero el queso con el azúcar hacen algo muy parecido a montar.
En este punto, añadimos la vainilla, mezclamos ligeramente, incorporamos la mantequilla, y lo mezclamos un minuto más.
Dejamos enfriar, para que el frosting tenga una temperatura adecuada y endurezca lo suficiente para usar manga.
*Si no tienes tiempo, o has empezado con el bizcocho ya en el horno, o la nevera no enfría todo lo que quisieras… puedes usar un truco: añadir nata montada [en casa! jamás nata industrial] para sostener el frosting y meterlo a la manga antes. No te pases de 300g y usa sólo la imprescindible, ni un gramo más. Es más, lo ideal es que no la utilices, la nata puede darte algún disgusto si te pasas con ella… En todo caso, si vas a usarla, mézclala con mucho cuidado y movimientos envolventes, jamás metas aquí las varillas, o la pasarás de batida y se hará mantequilla y será terrible todo…
Bizcocho de zanahoria
Rallamos la zanahoria [previamente pelada] en un robot de cocina. Si no tenemos robot de cocina, podemos hacerlo con un rallador de agujeros finos. Reservamos.
En un bol, tamizamos la harina con el bicarbonato, la levadura y todas las especias. Sobre esta mezcla añadimos el aceite y lo incorporamos con ayuda de la espátula hasta tener una mezcla homogénea.
Añadimos los huevos, los integramos y finalmente incorporamos el azúcar y la zanahoria que teníamos reservada. Mezclamos bien [sin batir, con espátula] y añadimos las nueces, que integramos a la masa.
Volcamos la masa sobre un aro de emplatar colocado en un papel de horno, o en el molde que queramos. Estas cantidades son para un molde de unos 18-20 cm, si tu molde es más grande tendrás que recalcular, o no quedará lo bastante alto para hacer dos capas.
Horneamos el bizcocho con el horno precalentado a temperatura máxima, durante 40-45 minutos a 180ºC. Antes de sacarlo, comprueba que esté bien cocido por el centro. En alguna ocasión he usado el aro más cerrado [16 cm] y ha tardado hasta 60 minutos en cocer, el tiempo dependerá de la altura de la masa y de tu horno, que cada horno es un mundo.
Desmoldamos y dejamos enfriar en una rejilla.
Montaje
Con el bizcocho ya frío y desmoldado, recortamos el copete. Lo dejamos para desayunar mañana, ahora no vamos a usarlo.
Abrimos el bizcocho en dos, con ayuda de una lira de tartas, o un cuchillo de sierra y mucho pulso. No olvides que dentro del bizcocho hay nueces, hazlo con cuidado para no arrastrarlas y romperlo.
Rellenamos con un poco de frosting el primer piso, montamos el segundo, y decoramos. He usado la boquilla 1M de Wilton para hacer las rosas, y hasta una torpe como yo, que parece que tengo dos pies en lugar de las manos, es capaz de hacer algo bonito con ella.
NOTAS.
- Usa el frosting que más te guste. El punto de la vainilla es especialmente rico con la mezcla de especias, no dejes de usarla. Y el queso crema aligera sensiblemente el asunto, que de por sí es #GordorMuyGordor lo mires como lo mires… Un frosting a base de mantequilla sobre esta tarta puede tener consecuencias médicas.
- Esta masa de bizcocho es perfecta para moldes de bundt, no tengas miedo, si sabes usar un molde de bundt esta masa no va a darte problemas.
- La receta del bizcocho es de Linda Collister. El frosting… tras muchas pruebas, he llegado a este frosting que me parece perfecto para esta tarta.
Ana , me encanta la tarta de zanahorias y ademas las has decorado preciosa y ese corte se ve espectacular, yo me llevo un trocin
Besinos
El toque de Belén
Ana, todos tenemos alguna inocente gamberrada y la mayoría no eramos capaces de pensar, solo de hacerlo.A mi me dio por conectar un enchufe que al hacerlo salían chispas y al hacerlo mas veces al final queme todo el cableado de mi habitación como si fuera un cordón de pólvora y no veas el susto y partir de ello ya se me quitaron las ganas de hacer gamberradas, porque imagina el castigo que recibí.
Un de los pasteles que siempre me gustan hacer, jugosos por dentro y el fronting le va genial.
Bss
Pues la verdad no fui de hacer gamberradas lo unico que hice fue liberar a un conejo cuando mi abuela me pido que lo agarrase para matarlo , fue darmelo y salir corriendo a liberarlo al campo que habia encima de la casa de mis abuelos el castigo fue mayusculo por parte de mi padre por que el conejo en aquel sitio no pasaria de la noche con los zorros .
Tarde años en comer conejo,la verdad es que hay niños que necesitan mas que un guarda espaldas y no solo por la seguridad de los padres.
Por cierto me he imaginado la escena de los cerdos liberados mientras te leia y no veas lo que me he reido .
La tarta de zanahoria te ha quedado espectaculaaaaaaar y seguro estaba de muerte relentisimaaaaa.
Bicos mil y feliz semana wapa.
Me encanta la tarta de zanahoria, y esta es muy parecida a una que hacía mi madre, hace ya mucho tiempo (ahora ya pasa de cocinar jeje). Por cierto, yo era muy buena (claro, que tenía a mi hermano, un año mayor que yo, que era a quién se le ocurría las burradas.. yo sólo le seguía jajaja) Besotes gordos!!!
Una tarta maravillosa,que rica¡¡¡¡
besitos¡¡¡
Dios mío… Ese frosting… Ahora no me lo voy a poder quitar de mi mente… Pero qué perfecto te ha quedado! Ay si pudiera enganchar un buen trozo de esa carrot cake!
La escena de los cerdos debería haberse grabado, es buenísimo, jajajajajajaja, para eso mejor no tener guardaespaldas, jajajaja…la tarta me gusta mucho, siempre me han gustado mucho las tartas de zanahoria, sin frosting mejor para mi…y sin cables para que nadie la «explote».
Que divertido es visitarte, te vas con buen sabor de boca y llena de alegría.
Y dices que no se te da bien manejar la manga pastelera? eso es que no me has visto a mi XD Menos mal que las natas/cremas/merengues no me van y así me ahorro tener que decorar, jajaja. La tarta se ve espectacular :)