La cosa no puede ser más simple.
Cogemos una carreta de verdura en dudoso estado que sale de la cadena de producción de alimentos en la última etapa de su vida útil. Le ponemos varios puñados generosos de glutamato o similar. Incorporamos aceite de palma o palmiste en cantidad suficiente para que aquello coja temperatura y se esterilice. Enterramos el conjunto en sal. Trituramos, cocemos, prensamos en pastillas, envasamos y lo vendemos en cajitas verdes.
Es imprescindible que una persona haga una foto de un bodegón de verduras frescas y maravillosas junto a un caldero, por ejemplo, que es una cosa muy de madre. También resulta útil que un presentador del tiempo nos cuente con su mejor sonrisa que ha ido a ver como hacen el caldo y que eso es una maravilla de verduras frescas y lozanas recién cortadas de la tierra y cocinadas amorosamente por señoras con delantal.
Y así, se fabrica el caldo envasado. Mola, eh? Un euro y pico por algo que de forma natural debería estar en el cubo de la basura, y de lo que gastamos más de lo que nos gustaría confesar. Porque viene bien, eso lo tenemos claro.
Y yo vengo a contarte como se hace lo mismo, pero en casa, y además, a coste… casi cero. Un chorrito de aceite y un buen puñado de sal, nada, unos quince o veinte céntimos de euro para medio año de caldo. Sale bien, si echas cuentas.
Porque toda la verdura, ya la tienes en casa, y además, no pensabas usarla. El caldo casero se hace reciclando todas las hojas exteriores, tallos, partes feas en general y verduras pochunas que han envejecido en la nevera. Aceite y sal. Puntopelota.
Por eso he decidido traer esta receta al blog. No es atractiva, la foto es de una pastuza verde que no invita a nada, lo que quieras, pero es una de las cosas más útiles que te he contado desde que nos conocemos. Palabra.
Como buen reciclaje, la receta viene con el Reciclando sabores de este mes, de mi amiga Rossgastronómica.
INGREDIENTES
- Parte verde del puerro, mínimo 50 g
- Cebolla, mínimo 50 g
- Ajo, 2 dientes
- 200 g de hojas de col, tallo de brócoli, zanahoria, nabos… lo que tengas.
MODUS OPERANDI [CON THERMOMIX]
Ponemos en el vaso toda la verdura con la sal y el aceite, a saco, y la trituramos hasta que esté muy fina. No va a hacerse un puré, pero tiene que quedar una pasta más o menos homogénea. Si usamos vino, también lo ponemos ahora.
Programamos 35 minutos, Varoma, a velocidad 2. Pasado este tiempo, tendremos una pasta un poco más blanda que al comienzo, la trituramos de nuevo y guardamos en botes en la nevera.
MODUS OPERANDI [SIN THERMOMIX]
Con ayuda de un robot de cocina picamos toda la verdura tan menuda como podamos. Ponemos en una olla la verdura, la sal, el aceite y el vino, y lo cocemos tapado a fuego medio hasta que esté muy muy blando y toda la verdura haya soltado el máximo de líquido, unos 30-45 minutos. Vamos removiendo sin parar. Destapamos, y dejamos que se seque, a fuego medio-bajo otros 30 minutos más o menos, y removiendo cada poco. Este tiempo depende del líquido que haya y esto a su vez, de las verduras que hayas usado, es decir, que cuando la pasta tenga una textura buena, está lista. Puede tardar mucho menos y también mucho más… no hay tiempo que valga aquí.
NOTAS IMPORTANTES
VERDURA. He especificado el puerro y la cebolla porque creo que da muy buen sabor y yo siempre pongo unos mínimos de ambos. A veces pongo más. Pero lo puedes hacer totalmente a tu criterio.
LAUREL. Se puede poner laurel y triturarlo. A mí me sienta regular si no lo retiro, así que prescindo de usarlo y si me apetece, pongo una hojita en el momento de cocer la pasta o lo que esté haciendo con el caldo.
SAL. He aquí la cuestión. La sal es el conservante del caldo. En teoría un buen caldo debería llevar el mismo peso de sal que de verdura para durar mucho. Yo me niego, y lo hago por dos razones: Si la mitad del caldo concentrado es sal, puedo poner mucha menos cantidad cuando cocino, y la verdura da menos sabor; y el caldo hecho así dura seis meses, me parece adecuado. Después de muchas pruebas [hago caldo cada vez que se termina] he llegado a esta proporción: mitad de sal que de verdura, y me va bien.
CONSERVACIÓN. Dura hasta seis meses en la nevera.
USO. Cada vez que pongas caldo a un guiso, visualiza la cuchara y piensa que una tercera parte es sal. Yo me guío así, pienso en la sal que pondría, y pongo el triple de concentrado. Un tercio es la sal, como decíamos, y el resto sabor de verdura.
Llevo muuuuucho tiempo pensando en hacer esto.
Yo opino como tú. Me da muuucho coraje usar las pastillas de caldo (aunque intento usarlas lo menos posible), pero a veces, no hay más remedio. Y llevaba tiempo pensando en hacer esto.
Quería una receta que permitiera conservar la pasta en seco, ya en porciones…pero en realidad…¿Qué más da?
Las recetas que yo he visto por ahí utilizan como el doble de sal de la que tú propones…así que probablemente voy a empezar probando con tu receta.
¡Gracias por compartirla!
Un abrazo Ana!
Me parece una receta interesante, yo tengo costumbre de preparar sofrito, tomate concentrado y sofrito de pimientos y congelarlo en cubitos de hielo, Luego al ir a preparar la comida solo tengo que poner un cubito de cada y tengo aderezada la comida sin esfuerzo. Sumaré este caldo concentrado de verduras también. Un besazo y gracias por compartir.
Muy buena receta! Te aseguro que la hago! Y lo de la proporción de sal me parece adecuada también, mitad por mitad es excasivo. Gracias por la receta. Un beso!
Querida Ana, yo hago lo mismo y lo congelo en cubitos, también publique la receta………..
Me acabas de echar por tierra mi sopa de coliflor………… cocinada con sopa de sobre.
Fantástica receta, gracias por compartirla con todos en Reciclado Sabores.
Bss
Parece que Rosalía y tu os habéis puesto de acuerdo para hablar de este tipo de condimentos con «glutamato» a porrillo jajajaja…
Me encanta tu reciclaje!
Besos
Nieves
Yo pastillas de caldo no compro, pero si caldos envasados (tipo Aneto), esta idea me mola porque yo preparo los caldos de verdura también con las partes sobrantes, pero con toda su agua y los congelo en tuper, pero claro abulta mucho más que concentrado.
Bss
Elena
Desde que llego a casa la thermomix me llamaron la atencion los concentrados que vienen en el recetario pero la verdad como bien dices las fotos no son nada atractivas y no pense que fuese a estar tan bien , a ver si me pongo las pilas y los preparo ya que se conservan tanto tiempo en el frigorifico aunque me da que no va a ser asi.
Te ha quedado con un color precioso el tuyo es mas apetecible que el del recetario si te sirve de consuelo.
Bicos mil wapa.
Me mola la idea y mucho! yo caldo casero muy rara vez ha usado un cubito de esos. Yo lo congelo líquido en porciones, pero tu sistema me encanta, me lo quedo!! besos.
Me llevo tu idea que me parece estupenda,y seguro más sabrosa y desde luego sanaaaa¡¡¡
Besitos¡¡
pues si bien facil que es esto, yo nunca lo he hecho pero tampoco compro esos cuadraditos excepto los cubitos maggi, En mi epoca estudiantil por lo menos la pasta con ajo y ya sabía a algo mas jejeje Esto tuyo lo tengo que probar, un día que tenga tiempo que ya sabes que no me dá, mira las horas que son pero acabo de terminar lo planificado para hoy, bss
Me parece una idea fantástica. Hace mucho tiempo que me niego a usar pastillas de caldo. Si queda todo más sabroso, claro, a base de sabe Dios qué,… Tengo que probarlo. Besitos, guapísima!
Genial receta, práctica y muy sana, me la guardo como oro en paño, porque aunque soy reacia a consumirlas hace mucho, a veces necesitamos aunque sea una pequeña cantidad y esta me parece la forma perfecta!!
Un besazo😘
Pingback: Lentejas con berenjena asada | Migas en la mesa
Vaya, no sabía que hacer el caldo fuera algo tan fácil. Me apunto la receta. Así evitamos tomar las pastillas asquerosas de caldo industrial que nos venden en el Carreforur
Pingback: Cómo hacer caldo concentrado casero (de verduras) | El Caldero Viajero
Pingback: Lentejas con setas y gambón | Migas en la mesa
Pingback: Pasta con salsa de remolacha | Migas en la mesa
Hola! Si el concentrado lo ponemos después en la deshidratadora… Quedaria como los concentrados que encontramos en el mercado, verdad? Lo has probado? Mañana voy a experimentarlo…
Pingback: Receta de lentejas con verdura y arroz, veganas y deliciosas
Pingback: Ensalada de judías verdes con sepia a la plancha - Migas en la mesa
Muchísimas gracias,
Hacía caldo concentrado de verdura y lo guardaba en el congelador.
Ningún «cubito» me convence.
m
Muchas gracias