Nabos. Nabos, y más nabos. Hasta los pelos estoy de ellos.

Que me gustan, cuidado. Pero es que son una hortaliza con pocas salidas. Como estudiar antropología social y cultural. Una cosa que mola un puñao pero que nunca sabes muy bien para que se usa.

Esto de los nabos es un poco como lo que me pasa con el apio. Me gusta tenerlos porque me siento una gurú de la vida sana y elevada teniendo cosas de esas que casi nadie compra, pero cuando me enfrento a la cruda realidad de la nevera, lo cierto es que no sé que hacer con tanto nabo y tanto apio. Vamos, que de postureo bien, pero de cena…

Y estaréis pensando que por qué gaitas tengo nabos si no sé que hacer con ellos. Ya. Claro. Vienen con la cesta del grupo de consumo. Cuando son muchos, en plena temporada, cocino nabos y champis estofados con miso. Cuando tengo medio nabo moribundo por los fondos neveriles, preparo caldo concentrado de verduras casero, pero claro esto sólo funciona cuando no me queda caldo. Otra opción es encurtirlos. Pero también funciona solo cuando no tengo dos tarros hasta los topes de nabos encurtidos de la tanda anterior.

Y el resto del tiempo, pues me desespero. Y ya. Porque el productor me manda un nabo, dos, y yo no sé como se gestiona eso. Así que los meto donde puedo. Y esta receta de hortalizas asadas, se presta mucho a ello. Porque yo la uso para reciclar todo lo que hay por la nevera que no sé como usar. Un par de nabos viejunos, medio boniato sobrante de hacer pan chino de boniato, y unos tomatitos cherry que siempre le dan a la vida un puntito de alegría y color.

El resto, un asado en tiempos controlados para que todo quede bien asado y no se chamusque nada, y un aderezo divino que sale del libro Plenty de Yotam Ottolenghi. La receta de Yotam usa otros vegetales, pero yo la he usado infinitas veces con los bajos fondos neveriles, y siempre ha funcionado. Y aunque te voy a contar lo que he puesto, en verdad, si tomas nota del aliño ya tienes la receta, el resto, es abrir la nevera, y tunear.

Receta hecha para Reciclando sabores de mi amiga Rossgastronomica.

HORTALIZAS ASADAS

2 PERSONAS | CAL 270,7 · HC 34,0 · PR 2,6 · GR 23,2 [POR RACIÓN]

INGREDIENTES

• Hortalizas y verduras varias, yo he puesto
  • Nabos, 100 g
  • Boniato, 210 g
  • Tomatitos, 120 g
• Ajo, 3-4 dientes
• Aceite de oliva
• Tomillo, 1/4 cucharadita
• Romero, 1/4 cucharadita
• Orégano, 1/4 cucharadita
• Sal, 1/8 cucharadita
• Aderezo:
  • Aceite de oliva, 1 cucharada
  • Zumo de limón, 2 cucharadas
  • Mostaza de Dijon, 1/2 cucharada
  • Miel, 1/2 cucharada
  • Alcaparras, 1 cucharada
  • Sal, pimienta

MODUS OPERANDI

Para preparar hortalizas asadas, empezaremos precalentando el horno a tope antes de hacer nada, para que coja temperatura. Pelamos los nabos y el boniato, y lavamos los tomates. Cortamos los nabos y el boniato en tiras alargadas, y los tomates por la mitad [los podemos dejar enteros si lo preferimos].

En una fuente apta para horno, ponemos el nabo y lo embadurnamos con aceite, tomillo, romero, orégano y sal. Lo dejamos asar a 200 ºC durante 10 minutos.

Pasado este tiempo, metemos en la bandeja el boniato y los ajos enteros y sin pelar. Removemos para que el aliño se impregne y dejamos asar 20 minutos más.

Lo último que pondremos será el tomate. Lo asamos otros 15 minutos.

Con todo asado, sacamos la bandeja del horno y preparamos el aderezo.

En un cuenco batimos todos los ingredientes excepto las alcaparras hasta tener una salsa completamente ligada [yo uso el batidor de capuccino para este tipo de aderezos y quedan perfectos]. Cortamos toscamente las alcaparras y las añadimos.

Servimos la fuente con las hortalizas tibias, y añadimos el aderezo en el último minuto justo antes de comer. La temperatura ideal es tibio, ni muy caliente, ni frío del todo. En cualquier caso, si decides consumirlo frío, que no sea de la nevera, deja que se temple un poco o no sabrá a nada.