Una de las cosas que guardo de mi madre es una revista de recetas, una edición especial de la revista Lecturas llena de post its, anotaciones suyas y recetas donde escribió al lado «sale bien».

Ella era muy práctica para sus cosas.

De vez en cuando me gusta hojearla, y pensar en las recetas que ella quiso hacer, o en las que hizo, y descubro que yo también quiero hacerlas casi todas porque lo cierto es que me parecen muy interesantes. De hecho he cocinado ya una buena parte.

No sé si recordar a mi madre a través de una revista puede parecer algo extraño, pero es una de esas pequeñas cosas donde queda su presencia, más que en otras como una pulserita, su dni o los documentos, las típicas cosas que guardamos de las personas que se van. La revista, que empieza a amarillear irremediablemente y a tener las hojas un tanto curvadas en los bordes, es un pequeño objeto que todavía me transporta a las tardes en el sofá viendo la tele y eligiendo receta para el domingo, a sus protestas enérgicas cuando veía que había queso en la lista de ingredientes o su permanente preocupación porque a todos los invitados [mis tíos, mi hermano] les gustaran los ingredientes [el tío A sabes que no come pescado, tu hermano si lleva judías verdes no lo va a querer, acuérdate de cortar muy pequeña la cebolla para tu tía B].

Sigo hojeando la revista de vez en cuando, y hoy os he traído una receta que he sacado de sus páginas.

Sale bien.

INGREDIENTES

[4 PERSONAS]

• Pechugas de pollo en tiras, 500g [o un kilo de pollo troceado, con hueso]
• Cebollas, 4 pequeñas o 3 medianas [unos 400-500g]
• Almendras tostadas sin sal, 50g
• Orejones de albaricoque, 12 [100g aprox]
• Vino blanco, medio vaso [100ml]
• Ajo, 2 dientes
• Aceite de oliva, 50g
• Sal

Guarnición

• Arroz basmati, 240g
• Hierbas aromáticas
  • Orégano, 1/4 cucharadita
  • Tomillo, 1/4 cucharadita
  • Albahaca, 1/4 cucharadita
  • Romero, 1/4 cucharadita
• Sal

MODUS OPERANDI

Preparamos los ingredientes antes de empezar a cocinar. Limpiamos el pollo, lo lavamos ligeramente y retiramos cualquier resto de plumas o suciedad. Limpiamos las cebollas y las cortamos en juliana. Pelamos y laminamos los ajos.

Son tres preparaciones diferentes, y aunque van explicadas una detrás de otra, lo ideal es hacerlo así:

Cocinamos la cebolla, cuando se termine de hacer la dejamos en la reserva y nos ponemos con el pollo y una vez está en la sartén, preparamos el arroz y lo ponemos al fuego. De esta forma, todo se cocinará más o menos al tiempo y lo podremos servir caliente.

Cebolla

En una sartén ponemos a calentar la mitad del aceite y cuando tenga temperatura añadimos la cebolla con una pizca de sal para que se poche, dejamos que se cocine a fuego bajo hasta que la cebolla empiece a estar blandita, unos 20 minutos más o menos. Durante este tiempo vamos cortando los orejones en tiras, y los añadimos a la sartén ahora. Dejamos que se cocine 10 minutos más hasta que la cebolla esté completamente pochada, blandita y transparente.

Arroz

En un cazo aparte, ponemos el arroz previamente enjuagado, lo cubrimos con agua y añadimos una pizca de sal y las hierbas aromáticas. Dejamos a fuego vivo hasta que de un primer hervor, lo bajamos al mínimo, lo tapamos y dejamos que se evapore el agua. Reservamos.

Pollo

Calentamos la otra mitad del aceite en una sartén. Limpiamos y cortamos por la mitad los dientes de ajo, y los doramos ligeramente. Los retiramos. En ese mismo aceite, doramos los trozos de pollo previamente salado. Los doramos a fuego medio-alto, pero los dejamos a medio cocinar, no hechos del todo.

Pasamos los trozos de pollo a la sartén con la cebolla, incorporamos las almendras y lo mezclamos bien. Incorporamos el vino, y cocinamos todo junto 15 minutos más o hasta que el pollo esté cocinado por dentro.

Comprobamos el punto de sal, y rectificamos si es necesario.

Servimos con el arroz.