CAL 441,8 · HC 21,7 · PR 48,9 · GR 18,4 [POR RACIÓN]
No quiero parecer frívola con esto que os voy a contar.
Pero es que si pienso en África, pienso necesariamente en leones. Bueno, no voy a generalizar, pienso en un león. En ese león en concreto.
Sí, ya. Podríamos hablar de cosas más serias. África es un continente empobrecido y como me líe a hablar de las barbaridades que han hecho nuestras multinacionales, del fenómeno de los refugiados africanos, del secuestro económico a países como Mali, Senegal, Costa de Marfil, Burkina Faso y República Centroafricana, que viven oprimidos por pactos económicos claramente abusivos, pues no acabamos.
Así que como no quiero daros el día, voy a hablaros de lo que simbólicamente aparece en mi cabecita cuando escucho África. Y es un león.
Es una tarde de infancia, lejana infancia ya, en que la seño y un grupo de escolares nos adentramos en el primer zoo de nuestra corta vida. Uno que hace muchos años ya que no existe.
Ese zoo, no era como los de ahora, con grandes carteles coloridos, enormes jaulas para proteger a los animales del público, zonas en desnivel, senderos acordonados ni toda esa gaita moderna de poner señales por todas partes. Era una cosa mucho más modesta.
Era un tosco sendero de tierra, con jaulas grandes en los lados, y algunas jaulas sueltas dispersas por ahí, en plan estas llegaron tarde y había que ponerlas en algún sitio. Sí, una cosa muy loca, el zoo se construyó en los años 60 y ahí estaba, a mediados de los 80, cumpliendo sus últimos días de vida.
La cosa es que entre jaula y jaula [y animales viviendo en condiciones deplorables, visto con distancia], dentro del área destinada a África, había una especie de rotonda central coronada por una jaula no muy grande donde vivía un león.
Uno como los de la tele, con melena y esas cosas. Que con 7 años, oye, el bicho impactaba que no veas. La jaula, lo recuerdo como si fuera ayer, estaba rodeada de una precarísima estructura de madera [varios postes de pie y otro puesto encima en horizontal] y se cerraba con un pestillo.
Sí. He puesto pestillo. Como los del baño. Un poco más grande, pero igualmente un mecanismo que se levanta con los deditos, se desliza y ya abre. Total, estaba por fuera, el león no llegaba para poder abrirse la jaula… Pero, espera. ¿He hablado ya del concepto grupo de niños de 7 años con una sola seño? Bien. Porque a veces, pensamos que el peligro está dentro. Y ese es claramente un enfoque equivocado.
Uno de los niños se apostó con otro a que no abría la jaula del león. Claro, el niño [qué otra cosa podía pasar] fue y la abrió. El león, gracias a… que el niño tuvo mucha suerte, ni se inmutó. Estaba ahí echándose una siestecita reparadora, muy a gusto con la vida.
El otro niño, ofendido por la proeza del primero, quiso ser más grande y más fuerte y todas esas cosas, y sin pensarlo ni un segundo, se metió en la jaula.
Sí.
Nadie sabe como, pero el león ni lo miró. Claro, que esto fue un measomounpoco muy rápido, un pestañeo apenas. Aunque yo creo que si pillan al león con ganas de aperitivo, lo mismo habríamos tenido un problemita del tipo… esto… un niño menos.
Yo desde ese día, pienso en África y veo al león soñoliento y el niño kamikaze.
Y a partir de hoy, también pensaré en este maravilloso bobotie, que viene en esta edición del #asaltablogs de la mano de Cuadernos de cocina.
*Si no eres intolerante a la lactosa, no hay ninguna razón para no usar leche de vaca
MODUS OPERANDI
Antes de empezar, ponemos la leche y el pan en un cuenco para que se hidrate bien. Nos olvidamos de él por el momento, y nos ponemos con la receta.
Picamos la cebolla muy menuda, y la pochamos a fuego bajo con una pizca de sal hasta que se dore. Mientras esto ocurre, trituramos en un robot de cocina la zanahoria y la manzana. Si no tienes robot, lo puedes picar muy menudo, servirá.
Con la cebolla pochada, añadimos el puré de manzana y zanahoria y lo rehogamos todo junto hasta que evaporen los líquidos que suelten. En este momento incorporamos la carne picada, salamos, y seguimos rehogando el conjunto unos 10 minutos más. Añadimos el pan, escurrido del exceso de leche, las pasas, la mostaza, el curry y el zumo de limón. Lo rehogamos todo bien, otros 5 minutos, y lo retiramos del fuego.
Sobre esta mezcla, ponemos uno o dos huevos batidos, y los integramos como si fuera carne para albóndigas. Ayudará a que el pastel quede más cuajado [no me toméis como ejemplo, sólo usé uno y muy pequeño, así que se desparramó un poco].
Ponemos la mezcla en una fuente apta para horno. Batimos los dos huevos restantes con una pizca de sal, y los vertemos sobre los moldes para que sellen la carne. Esto va a evitar que se reseque, y que tras pasar por el horno el pastel de carne sea jugosísimo .
Y lo metemos todo al horno, a 200 ºC entre 20 y 30 minutos, o hasta que la superficie haga una bonita costra dorada.
Ya me gustaría saber en que se ha convertido ese niño osado en pestillos y el valiente amante de leones, biólogo uno y cerrajero el otro?. En fin querida Ana, una receta que me sorprende casi más que la aventura del zoo. Yo recuerdo el Zoo que había en el Parque del Retiro de Madrid y grabado en la mente tengo el foso de los cocodrilos, contaría la historia de cocodrilo / paloma, pero mi pluma no es tan fina como la tuya.
Que me encanta la receta, en mi casa seguro que les gustaría.
Bss y descansa.
hablo hablo jeje….bueno qué platazo! me ha encantado y me pregunto porqué no me decidí por esta receta?
Muy rica esta receta…….¡¡¡
Besitos¡¡
Un plato estupendo, sin duda!
Chiquilla!! Dónde buscas las recetas estas?? Ni la ví, con la buena pinta que tiene ummmm (y a cabo de coer, que conste) BEsotes!!
Menuda receta, eso tiene estar para chuparse los dedos y no dejar ni cachito en la bandeja, jajaja. He de probar a hacerlo, siempre es un modo distinto de comerse la carne, no?
Anda que….en vez de una visita al zoo, mas bien parece que hicistéis un concurso de quien chilla antes mira…me falta un brazo…y a mi una pierna… demos gracias que el león ya hubiera desayunado y estuviera perezosillo.
Besote!!!!
Hola Ana,
estaba mirando el inicio de la receta y pensaba que eran coordenadas en África, ja, ja, y no son la calorias y demás, ja,ja ya me vale.
África es muy grande, y yo no se que pensar cuando la mencionan. Antes de abrir BioParc en Valencia yo iba 1 vez al año al zoo, y efectivamente era otra cosa, ahora están mejor, pero siguen estando desplazados de su habitat, podríamos decir que son refugiados.
Muy rica la receta y como siempre da gusto leerte.
Besos y abrazos.
Una gran receta, y una estupenda historia, como siempre. Besos
¡Hola Ana!
Me han enganchado con tu entrada… Cuando he llegado al punto del niño… he pensado «¡la madre que le…!» Ja ja ja. Menos mal que todo quedó en un susto y no pasó nada… El bobotie es una delicia, en casa lo hacemos de vez en cuando… Esa combinación de sabores, de especias,… Y qué buena pinta tiene!!! Un besito
Esto no es una receta , es un recetón que se me ha escapado a mi
El pobre león sería como los que había en el zoo de El Retiro en Madrid. Metidos en jaulas minúsculas, los pobres no tenían ni fuerza para rugir.
El plato me ha encantado. Yo soy muy fan de los pasteles de carne y pescado, pero este no lo vi.
Bss
Elena
¿En serio? no me lo creo que fueeeerrrteeee! Alucino con la historia y me pregunto ¿que habrá sido de esos niños ahora en el futuro ¿seguirán vivos? porque mayor irresponsabilidad que esa ¡madre mía! loca me has dejado!
Igual que con este pastel uumm que delicia no lo conocía, lo tengo que probar.
Besos
Nieves
En mi casa les encantan estos pasteles salados, te ha quedado fantastico. Besos
La receta ideal, me encanta, tendremos que probarla. Espero que los críos recibieron el castigo que se merecían !! Besos.
Madre del amor hermoso no me extraña que pienses en un leon despues de lo acontecido con ese pequeño Kamicace no lo conozcoc y no se si habras vuelto a saber de el pero no se si hoy seria tan valiente y osado para volver a repetir la azaña.
El pastel ummmmmmmmm que pintaza tiene de buena gana me llevaba un plato para la cena,seguro que estara de rexupete.
Bicos mil wapa.
Qué peligrosos érais de pequeños, no??? :P jaajaajaaj… Si es que uno no puede fiarse nunca de lo que pueda hacer un niño… los leones son predecibles, pero los niños no ;)
El bobotie suena muy rico!
besos
No había visto nunca este plato, tiene muy buena pinta :) Me encantan tus introducciones, vaya peligro tenemos de pequeños! Un beso
Pues no sé yo quién me daría más miedo, si el león (dormido) o esos niños, madre mía!! El Bobotie te ha quedado genial. Es un plato muy rico que me sorprendió mucho la primera vez que lo comí. Muy buen asalto. Gracias!! Un besazo
ummmm que asalto tan original!! me ha encantado y tiene una pinta estupenda!
un besote!
Una suerte que el león estuviese medio dormido…. El pastel me parece estupendo, sabroso y con una pinta fantástica. Un abrazo, Clara
Pobres bichos los de los zoos… no se piraban ni abriéndoles la puerta. Conste que actualmente veo poco sentido a los zoo, excepto para especies en peligro de extinción y poco más… pero la verdad es que no han sido nunca algo que me atraiga… cosa diferente el bobotie, que me suena a raza de mono y sin embargo me lo comería tan campante -al bobotie, no al mono!- en cuestión de pasteles de carne no pongo pega alguna.
(Muy chulo cenar en Madrid, y muy chulo va a ser hacerlo en BCN!)
Bua tía…me encanta cómo escribes. Cómo hilas las historias….Esta es brillante. Que pedazo de experiencia con la vida salvaje a tan temprana edad. jijijji. Y qué recetón más de lujo. Esta te la robo yo a tí!!!
Un pastel así siempre es bien recibido y gusta y ademas es versatil con la carne que quieras poner.
Bss
¡¡Hola guapi!!
Siempre que vengo a tu blog, descubro una receta rica, original y que no conocía para nada!. Pero qué versatilidad y qué ingeniosa eres! Además de ser una genial cocinera. Las fotos hablan por sí solas ^^
Me ha encantado, así que, me anoto la receta.
Un besazo!!
Desde luego ese niño tuvo más suerte que un quebrao! seguro que el león estaba recién comido y estaba to drogui reposando la comida porque si no, no me lo explico. Ahora que el susto de la profe tuvo que ser descomunal, pobrecita!
Me quedo con tu bobotie para alegrarme una cena
Besosss
Como me divierto con tus historias! Y esta receta esta de vicio seguro! genial!
madre mía, yo esta recetaka no la vi. Q pasote y la historia del leon… Me encanto….yo tb sigo siendo algo kamikaze!
Me encantan tus historias, y tus recetas claro ;)
Da gusto leer tus entradas Ana, son preciosas!! La receta increíble…..tiene que estar riquísimo con ese toque de curry!!
Buen asalto!
Un bst.
Ana, al fin puedo sentarme a ver las entradas y no me puedo quitar la imagen del niño y el leon de la cabeza!! madre mia lo que hubiera sido si el melenas tenia apetito!!!!!
la receta me parece deliciosa, con especias y sabor que debe quedar de muerte!!!
un besote
Flor
Jajaja menudas historias nos traes… La verdad es que tiene tela cerrar la jaula de los leones con un pestillo!! Menos mal que algunas cosas van mejorando, sino no me quiero ni imaginar la de historias rocambolescas que podríamos leer sobre sucesos en los zoos si continuasemos con esos sistemas de «seguridad» (pensando en las que ya aparecen hoy en día…)
Y sobre la receta, me encanta. El bobotie fue mi receta semifinalista, pero al final me tiré por el hojaldre que, con esto de que estamos a dieta, hace más tiempo que no lo catábamos jajaja pero me parece un plato riquísimo y de lo más sabroso, estoy segura de que un día caerá en casa.
Besos
Qué bueno Ana!!! He visto esta receta antes pero no me he atrevido. Tendré que hacerla!! besitos, guapa!!!