PAN CHINO DULCE [El restaurante de comer con tenedor]

Los que tenéis mi edad [18 y pico] sabréis de qué os hablo.

Hace muchos años, más de 20, tal vez 25 [sí, no me mires así, he dicho y pico] en mi pueblo ocurrió una cosa novedosísima.

Mi pueblo es un lugar razonablemente pequeño donde lo más que suele pasar es el viento [es en verdad una ciudad, pero desde Madrid todo se ve en otra dimensión y a mí me hace ilusión tener un pueblo]. Es un lugar donde hay cultura de pintxos, y de cenar de bocatas. Hay bocaterías en las que tienes que reservar mesa para comer, o bajar a una hora temprana si no quieres esperar de media hora en adelante a que haya mesa libre. Aclaro que no os hablo de bocatas convencionales, sino de bocados de diseño: pechugas con salsa de foie y mermelada de manzana, pepitos con cebolla confitada y salsa de arándanos, o sandwiches de calabacín a la brasa con aderezo de mostaza antigua…

También hay muchos asadores, y algunos restaurantes pijos. Pero pijos-pijos. De verdad de la buena. Sitios a los que no asomo la nariz ni para saber a que huelen. Y mucho menos lo hubiera hecho en mi época de estudiante. Cuando yo estudiaba en el instituto mi horizonte gastronómico estaba en los bocatas más o menos de diseño, que ya comer cosas con salsa de arándanos me parecía a mí que era la leche de sofisticado. Y mi presupuesto… pues rondaría en pesetas lo que hoy son 10 o 15 eurillos como máximo asumible para ocasiones especiales.

Y en un lugar donde lo habitual es comer con las manos [pintxos, bocatas, da lo mismo] un buen día, de pronto, abren un restaurante chino. El primero.

Vino con rumores de gatos desaparecidos, de visitas a urgencias tras haber cenado, y de botellas legendarias con lagartos dentro. Como todo lo nuevo, generó sus suspicacias entre los vecinos. Pero todos fuimos. Unos antes, otros más tarde, todos queríamos conocer ese lugar donde el pan lo freían antes de llevarlo a la mesa y te dejaban la botella de licor de flores para que te despacharas a gusto [y hasta sé de gente que se pudo tomar tres chupitos de aquella cosa infame con olor a colonia rancia… y luego nos sorprendemos de que alguno acabara la velada con su trasero en urgencias…].

El primer restaurante chino lo que abrió fue la posibilidad de que la plebe [estudiantes de instituto en cenas de navidad, cumpleaños y primeras cenas románticas] pudieran disfrutar de una cena con una carta de verdad que venía en un libro con tapas de piel, en una mesa con mantel de tela y cubiertos, y un ambiente íntimo con la luz baja y música ambiente. Eso fue lo que significó ese restaurante para mi generación. Acogió cantidad de salidas familiares, cenas de compañeros de trabajo, reuniones de amigos cuyo presupuesto no era el de los restaurantes muy-pijos.

Y aunque la botella con el lagarto nunca la vimos, el licor de flores hizo sus estragos entre nosotros, y aprendimos a comer arroz tres delicias, rollitos de primavera y aquel mítico familia feliz.

Y a mí de todo esto lo que más me flipaba, pero con mucho, no era otra cosa que el maravilloso pan chino que venía calentito, con esa forma tan característica de rollitos, y frito. Eso me tenía enamorada. Yo sólo quería comer pan chino. Estaba tan inmensamente rico, que hubiera pedido mortadela para meterla dentro y hacerme un bocata, y habría pasado olímpicamente de los rollitos y de los tallarines. A mí dame pan… y dime lo que quieras, que no te escucho.

Así que de pronto tengo que asaltar el blog de Eva en pruebas, veo este pan chino dulce, y cortocircuito, claro. No es para menos. Si ya os he dicho que el pan chino me tiene enamorá. Y cuando hay víctima nueva en el #asaltablogs yo lo primero que miro es que panes tiene. Es verdad que Eva tiene un blog muy afín a mi forma de entender la comida, con pocos procesados, y recetas sencillas y naturales, y podría haber asaltado medio blog sin ningún problema, pero si hay pan de por medio… y ese pan es chino… pues a eso estamos. Es dulce, no es el que sirven los míticos restaurantes, y horneado. Está elaborado a base de boniato, y en casa ha triunfado tanto que a la fecha de escribir estas líneas lo he hecho dos veces y acabo de comprar boniatos para asar [lo que me inclina a pensar que alguno acabará convertido en otro pan]. Vamos, que ha entrado por la puerta grande.

¿Os apetece?

PAN CHINO DULCE, DE BONIATO

CAL 297,2 · HC 55,0 · PR 8,9 · GR 7,9 [100 G]

INGREDIENTES

  • Harina de trigo panadera, 280 g
  • Leche, 60 g [he usado de avena]
  • Boniato asado, 110 g
  • Huevo, 1 mediano [opcional, otro huevo para el acabado]
  • Fructosa, 60 g [o 120 g de azúcar]
  • Mantequilla, 20 g [aceite suave, si no puedes tomar lactosa]
  • Levadura seca de panadero, 3,5 g* [o 20 g de levadura fresca]
  • Sal, 5,6 g [2% del peso de la harina]
  • Vainilla en pasta, una puntita

*Ver explicación en la receta sobre la cantidad de levadura

MODUS OPERANDI

Para hacer pan chino dulce, lo primero que tenemos que hacer es asar el boniato, o cocerlo si no queremos encender el horno. Para asarlo, lo envolvemos en papel aluminio y lo metemos al horno entre 20 y 40 minutos a 200 ºC [el tiempo depende del grosor de la pieza, hay que ir comprobando como va]. Si lo cocemos, tardará entre 20 y 30 minutos, también en función del tamaño del boniato.

Una vez tengamos el boniato asado o cocido, lo trituramos hasta tener una pasta fina y homogénea. Reservamos.

En un bol batimos un huevo, y añadimos la leche, sal, fructosa o azúcar, la levadura y la vainilla, y batimos. Incorporamos el puré de boniato y mezclamos bien. Sobre esta mezcla volcamos toda la harina, y la movemos un poco con los dedos hasta que se integre y podamos formar algo parecido a una bola, en ese punto la volcamos a la encimera.

Amasamos esta primera masa un par de minutos, hasta que se despegue bien de las manos y sea manejable. Ponemos la mantequilla a temperatura ambiente y volvemos a amasar. Al comienzo cuesta un poco que se integre, pero lo hará. Le damos dos ciclos de amasado: 2-3 minutos, decanso de 10 minutos, 2-3 minutos. En ese punto la masa debería ser lisa y brillante. Si no lo es, le damos un ciclo más o amasamos durante más tiempo, lo que consideremos.

Una vez la masa esté lista, la metemos en el bol y la dejamos reposar tapada con un paño hasta que doble su volumen. En verano tardará mucho menos que en invierno, porque las levaduras tienen más alegría cuando hay calor, así que no voy a darte tiempos orientativos, eso no suele ser muy útil. Sí te aconsejo que leas lo que te cuento al final, sobre la levadura.

Una vez la masa esté lista, la sacamos del bol y con cuidado formamos un cilindro con ella. Este cilindro lo dividimos en 8 porciones. Cada porción la estiramos de nuevo con forma de cilindro, y la dividimos en 4. Cogemos cada una de esas 4 porciones y hacemos una bola, que aplastamos para obtener un disco. Esos 4 discos los colocamos alineados, solapando cada disco con el anterior, y los enrollamos. Volvemos a tener un cilindro, y en cada extremo sobresalen los discos como si fueran pétalos. Lo dividimos por la mitad.

Repito: 1 cilindro con toda la masa … 8 porciones … 32 bolas… 32 discos… 8 cilindros …16 mitades. No te atragantes con tantas cuentas. Es mejor que veas la foto:

Colocamos cada mitad en una bandeja de horno, donde quepan holgadas pero no muy alejadas unas de otras, dejando medio centímetro entre una y otra, para que puedan crecer un poco. Las cubrimos con un paño, y dejamos que leven de nuevo. Mientras esto ocurre, precalentamos el horno a tope.

Cuando los bollos hayan levado [no doblado, levarán un poco menos] metemos todo al horno, bajamos la temperatura a 200 ºC y los dejamos allí entre 15 y 20 minutos. Antes de meterlos podemos pintarlos con un huevo batido para que queden brillantes, es opcional.

NOTA SOBRE LA LEVADURA. La cantidad de levadura hay que ajustarla con la temperatura ambiente. Lo adecuado para pan es poner un 2% de levadura fresca sobre el peso de la harina para una temperatura ambiente de 20-22 ºC [280 g de harina: 4,6 g de levadura]. La levadura seca… depende de las marcas. La que yo uso, Lessafre, es más o menos una tercera parte de la fresca. Pero no respondo de lo que hagan las demás. Si hace más calor, hay que poner menos porque la temperatura acelera el levado. Si hace frío, hay que poner más para compensar, porque si tarda mucho en levar la masa será más ácida y esto en masas dulces no mola nada.

Lo adecuado para masas enriquecidas [huevo, mantequilla] y sobre todo, masas dulces es algo más. La razón es la siguiente: Si dejamos que una masa leve mucho tiempo, se irá acidificando progresivamente. Esto, que en un pan es maravilloso y da millones de matices de sabor, en una masa dulce puede que no nos interese tanto. Además, las masas enriquecidas tienen peso extra, no podemos hacer la cuenta de la levadura como si fueran de harina y agua, hay que incluir en los cálculos la grasa extra, que pesa. No puedo darte una proporción de levadura, porque no la he encontrado y supongo que irá en función de los ingredientes extra. Te puedo decir que yo esta masa la he calculado al 5%, pero no me he basado en nada muy concreto, es pura intuición.

Así que como es invierno y en mi cocina hacía unos 14 ºC usé bastante levadura. En verano, posiblemente me habría arreglado con un gramo, o un gramo y medio como mucho.

24 comentarios en «PAN CHINO DULCE [El restaurante de comer con tenedor]»

  1. Cuando yo fui por primera vez a un chino me pedí filetes de pollo a la plancha con patatas fritas jajaajaaj. Tenía 8-9 años y no me gustaba nada experimentar con la comida. Pero después, en mi adolescencia era de los pocos sitios para los que nos llegaba la propina y entonces es cuando descubrí entre otras cosas este pan que también me llamaba mucho la atención y me gustaba. Te ha quedado genial :) Un beso!

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  2. Jajaja, nosotros igual, de jovenzuelos nuestras «salidas a cenar» siempre eran al Chino, ¡hay qué buenas charlas al calor del licor de jazmín! El pan chino a mi tb me gustaba mucho para acompañar la ternera con bambú y setas chinas que mojeteado en la salsa densa en la que venía bañado era una delicia. La verdad es que me ha llamado mucho la atención esta receta cuando la he visto en el blog de Belén. ¡¡Dulce y de boniatos!! No me extraña que te haya conquistado. ¡Un super botín, Ana!

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  3. Hola Ana,
    Que bien que hayas elegido esta receta, está muy buena,ya sé que es laboriosa, pero vale la pena.Yo tuve que hacerla 3 veces para que me saliera perfecta. Ahora estamos en plena temporada de boniatos así que es el momento perfecto para hacerla.
    En Dénia antes que tener chinos tuvimos Indonesio, y ya era de un «modernor» total. Mas adelante llegaron los chinos, pero no eran tan exóticos.
    Ana siempre es un placer visitar tu blog, muchas gracias por robarme con amor.
    Besos y abrazos.

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  4. Pero que manos tienes con la masas chiquilla!! Todo te queda genial. Mi madre «asa» lo boniatos en el microondas, a ella le encantan y se lo hace muchas veces. La receta ya la tengo anotada para cuando tenga tiempo. Los chinos, ayyyy, en mi pueblito güeno, no había, ni hay chinos. Ya en Granada, de estudiante, los descubrí y me pasó como a tio, me sentía como más mayor jajaja. Me encantan tus historietas, besos!!

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  5. La primera cena de San Valentin que tuve de adolescente fue en un restaurante chino, como dices era lo mas parecido a cenar «de carta» por poco dinero jejeje… mi comida favorita era el rollito de primavera pero reconozco que el pan chino no faltaba nunca, hace siglos que no voy a un restaurante chino, ahora no soporto ni el sabor ni el olor…será que me hago mayor jejeje…
    Te han quedado estos panecillos super chulos, bonitos y seguro que riquisimos!
    Besos
    Nieves

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  6. Uf ni me acuerdo la primera vez que fui a un chino ni la ultima, la verdad que ya hace tiempo que hago en casa los mas típico, por lo unico qu me gusta pedir chino es por el pato pekin jejejej y el pan chino, lo probe y nunca mas, no me llama, pero este que me enseñas hoy y con lo apañá que eres creo que habrá que probar, tengo super producción de boniatos, y alguno tocará asar un día de estos, un asalto perfecto, besos mil!!

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  7. Guardo muy buenos recuerdos de salir con mi familia a comer a algún chino, me encanta. Embarazada el único antojo que tuve fue ternera con salsa de otras, que rico todo y el pan que comentas también delicioso.. no me extrañas que hayas querido prepararlo en casa. Besos.

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  8. Recuerdo perfectamente la primera vez que fui a un restaurante chino. Lo recuerdo porque no creo que haya ido en total más de 10 veces a uno y con tan poca experiencia los recuerdos se quedan. Yo también era estudiante y como soy bastante mayor que tú, me imagino que a mi ciudad llegaron antes los rollitos Primavera y el arroz tres delicas. El pan chino no lo recuerdo y ahora me da rabia porque debía ser buenísimo para que te calase tan hondo. El licor de lagarto tampoco he llegado a conocerlo (cosa que me alegro porque seguro que entonces hubiese ido todavía menos veces a comer a un restaurante chino)

    De momento me quedo con esta receta de pan chino que se ve de muerte.

    Bss

    Elena

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  9. Nunca he sido de restaurante chino, será que tengo un paladar exquisito y me sabía toda la comida igual jajaja no me han llamado nunca la atención. Pero, oye, sí que recuerdo el pan chino como algo bueno (aunque con mucho sabor a frito). Este está claro que sabrá mucho mejor que el de cualquier restaurante, me llevo la receta porque te ha quedado con una pinta estupenda y me han entrado muchas ganas de probarlo en casa :)

    ¡Un saludo!

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  10. En mi casa les encanta el restaurante chino y es raro que una vez a la semana no vayan sobre todo algún viernes, que yo aprovecho para comer algo por ahí con la compañía de mi libro, por que yo pisar un chino ni de coña con lo mala que soy para comer que no me como ni la comida de aquí, jajajajja pero ese pan tiene una pintaaaaaaaaaaaaaa que ya quisieran los chinos hacerlo como tu, te ha quedado de 10

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  11. Ya no vamos con tanta frecuencia al restaurante chino pero si muy de vez en cuando, pero en época de estudiante en la universidad prácticamente pasábamos una vez a la semana por allí para comprar la cena para llevar, y en mi menú siempre añadía en pan chino, que rico. Me ha encantado tu presentación y la forma en la que lo explicas como hacer las rosillas, otra cosa es que me salgan igual cuando intente hacerlo je je….
    Besitos itos.

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  12. La primera vez que fui al chino, nos dieron licor de lagarto al final de la comida y sí, ví el lagarto, pero lo probé igualmente.. jeje Y lo del pan chino, también es vicio .. me encanta! Así que me tomaré nota de la receta, porque con boniato debe tener un sabor algo diferente! habrá que probarlo! Buen asalto guapa! Besos

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  13. Joooo que yo nunca he probado el pan chino ese, pero viendo la pintaza que tiene el tuyo he empezado a babear y a querer probarlo, jajaja. Nada que me has creado una necesidad chinesca, jiji. Y me pillas sin boniatos en casa :((
    Besote!!!!

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