Día 1 del nuevo año.
Para mí los años empiezan ahora. Lo del calendario es una mera convención que no va conmigo. Cualquier año me animo y me preparo un cambio de año con uvas y lentejuelas para el 1 de Septiembre, por eso de hacer las cosas bien.
De hecho no es correcto decir 1 de Septiembre, sino primer lunes de septiembre. Eso es así porque la vuelta de las vacaciones de verano, poner de nuevo el despertador [para lo cual has tenido que consultar las instrucciones de nuevo] y retomar esa vida que a ti te sonaba que tenías pero que había empezado a desdibujarse en tu cabeza, es lo que marca el año.
Sí. He estado un mes de vacaciones. Y en ese mes he hecho muchas cosas, he ido a los Picos de Europa, conocido lugares recónditos perdidos entre las montañas, disfrutado de una cerveza y un buen queso mientras veía las nubes bajar sobre las montañas y devorar sus cimas, conocido algunas de las rutas de los mineros leoneses, y más. Mucho más.
Me he desconectado del blog. He ocupado mi tiempo cocinando sin pensar en hacer fotos de la comida, sólo para comer y disfrutar, haciendo pan, iniciándome en el mundo del crochet, paseando por mi ciudad y por otras ciudades y trasnochando sin mirar el reloj.
Eso es lo que marca la pausa en mi año.
Año Nuevo a mí no me dice nada, no hay un antes y un después, no me da tiempo a desconectar, al revés, cocino para mucha gente, viajo a veces hasta con comida en el maletero porque cocino en mi casa para cenar lejos, me regalan cosas, tengo que corresponder, la gente insiste en que después de acabar la cena de nochevieja exhausta y hasta el gorro de la familia [luego se me pasa] me vaya de fiesta vestida con lentejuelas y tacones… eso no es renovarse. Que no da tiempo.
Así que… feliz año en Septiembre.
Una de las cosas que he hecho este verano es ir a la sierra y recoger moras. De árbol, que no de zarza. Las moras de árbol empiezan antes y hay que aprovechar porque los árboles son muy fructíferos y se pueden recolectar para después congelar. Aún tengo unas pocas. Y una de las cosas que hago con las moras de árbol es rote grütze. Es un postre alemán muy sencillo y muy rico. Yo lo hago para dar salida a cualquier tipo de fruto rojo que tenga, tanto si son estas moras de árbol como si son restos de frutos rojos congelados que haya usado para otra cosa. Esta vez he puesto moras de árbol y unas poquitas moras de zarza que tenía en el congelador y estaban ya pidiendo clemencia. Aquí suelo meter las últimas fresas pochunas que se quedan en la bandeja, las cerezas que no se han comido a tiempo o esos arándanos que compré para decorar, usé tres y el resto no supe que hacer con ellos. Es una receta perfecta para el #reciclandosabores de mi amiga Rossgastronómica.
Es simple. ¿Te apuntas?
ROTE GRÜTZE CON NATILLAS DE AVENA
CAL 70,6 · HC 6,4 · PR 3,9 · GR 3,4 [NATILLAS, 100 G]
INGREDIENTES
Vainilla, opcional
MODUS OPERANDI
Esta receta la subo con y sin Thermomix. El rote grütze hace referencia solamente a la jalea de frutos rojos. En Alemania es tradicional servirlo sobre natillas, pero es opcional. Una vez tengamos la jalea y las natillas, se sirve en un cuenco [natillas debajo, jalea encima] en la proporción que más nos apetezca. Yo he puesto mitad y mitad, pero es a gusto de cada cual. Se toma frío del tiempo [mejor no frío de nevera, intenta sacarlo media hora antes]
MODUS OPERANDI: TRADICIONAL
Rote grütze
Ponemos en un cazo toda la fruta y la rompemos un poco con la maza de un mortero, sin triturarla, sólo para ayudar a soltar los jugos. Espolvoreamos con el azúcar y dejamos reposar media hora.
Pasado este tiempo, ponemos el cazo al fuego y lo llevamos a ebullición. Bajamos el fuego y dejamos que cueza 2-3 minutos. Aparte, disolvemos en medio vaso de agua fría la harina de maíz, y la incorporamos al cazo, removiendo bien. Dejamos cocer todo junto otros 2-3 minutos más, hasta que espese y tenga consistencia de jalea.
*Hay que probarlo. En este punto se ajusta el azúcar, añadiendo si la necesita, o poniendo unas gotas de zumo de limón si está empalagoso. Si la consistencia es muy líquida, cocemos un poco más para evaporar; si por el contrario es muy densa, le añadimos agua. Todo depende de la fruta usada y el líquido que tenga.
Por último, lo trituramos todo y lo pasamos por un colador para eliminar las semillitas. Reservamos.
Natillas
Apartamos un vaso de leche, y le añadimos los huevos y la harina de maíz. Batimos y reservamos.
En un cazo ponemos a calentar la leche restante con el azúcar y la vainilla si hemos puesto. Cuando hierva, bajamos a fuego medio, vertemos en el cazo el contenido del vaso que tenemos reservado y removemos sin parar hasta que las natillas espesen. Es importante no dejar de remover, tarda unos minutos y como le quitemos el ojo de encima, se quemarán.
Reservamos en un bol tapadas con papel film a piel, es decir, con el film tocando la superficie de la crema, para evitar que forme costra.
MODUS OPERANDI: THERMOMIX
Rote grütze
Ponemos en el vaso toda la fruta y la rompemos unos segundos a velocidad 4, sin triturarla, sólo para ayudar a soltar los jugos. Espolvoreamos con el azúcar y dejamos reposar media hora.
Pasado este tiempo, la trituramos unos segundos con el turbo, añadimos la harina de maíz y programamos 7 minutos, 100 ºC vel 3.
*Hay que probarlo. En este punto se ajusta el azúcar, añadiendo si la necesita, o poniendo unas gotas de zumo de limón si está empalagoso. Si la consistencia es muy líquida, cocemos un poco más para evaporar [sin cubilete para facilitar el vapor]; si por el contrario es muy densa, le añadimos agua y cocemos un minuto más. Todo depende de la fruta usada y el líquido que tenga.
Por último, lo trituramos todo y lo pasamos por un colador para eliminar las semillitas. Reservamos.
Natillas
Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la Thermomix, y lo batimos medio minuto al 6 [o hasta que esté integrado]. Programamos 9 minutos, 90 ºC vel 4. Si pasado este tiempo están muy líquidas, podemos añadir 2 minutos más, misma temperatura y velocidad.
Me apunto a empezar el año así de bien, con un postre tan delicioso :)
Bueno querida Ana….. !!!! Feliz año nuevo !!!!!
Yo la únicas moras de árbol que conozco son las de las moreras ( hojas para los gusanos de seda ), aunque imagino que no te refieres a esas.
Un postre delicioso, sano y además de más bonito y colorido.
Bss
Estoy contigo Ana, el año nuevo comienza ahora. Tu postre es perfecto para un buen comienzo.
Bss
cuanta razon, ademas la epoca de las uvas es en septiembre y con ella las moscas, que las tengo una tirria. Si en septiembre empiezan los nuevos propositos, y el cuerpo esta mas alegre y aunque se está muy bien de vacaciones hay otras cosas que motivan a empezar la rutina, volver a ver a amigos, empezar nuevos proyectos, nuevas rutinas….y disfrutar de frutas y verduras que te has traido del pueblo jejejjeje las moras me recuerdan a los 7 morales que llamabamos que había cerca de mi campo y donde subiamos a coger hojas y moras, aunque se podia hacer desde el suelo mucho mejor desde las alturas jejejej que rico postre Ana y ligero para recuperar figura despiues de esos quesitos acompañados de muuucho vino, feliz vuelta a la rutina, besitos!!!
Ana, es verdad, el año comienza ahora para mí también, cambias de estación, de ropa, piensas en invierno o en renovar las mantitas de siesta, otras recetas por aquello de renovar o morir; en fin, toda la razón.
Un postre muy apetitoso y sencillo, lo peor intentar buscar las moras de àrbol, pero creo que bien se podría hacer con las de paquete, el que no se consuela es porque no quiere.
Besos y feliz año…😂🎉🍾🎊
Hola preciosa !! feliz año nuevo!! Estoy contigo en esto de empezar el año en Septiembre. Me parecería ideal. Yo tambien estuve parada todo el verano sin visitar blogs, necesitaba descansar. Los Picos de Europa es una de las mejores zonas para desconectar del mundo.
No conozco las moras de árbol, de todas formas te ha quedado un postre buenisimo.
Besinos
El toque de Belén
Pasé los veranos de mi infancia y adolescencia en Moralzarzal, que como su nombre indica, estaba cuajado de moras, pero de zarza. En septiembre y finales de agosto íbamos a cogerlas con los cubos. ¡Ahh, que recuerdos!
Para mi septiembre también es un nuevo año ya que me muevo por cursos escolares y ya estamos hablando del año pasado para cosas que pasaron el 28 de junio, je je.
Me apunto a este postre y a recoger moras cuando lo hagas la próxima vez.
Bss
Elena
Hola de nuevo y feliz «Año Nuevo», y me alegro que pudieras disfrutar de un mes de vacaciones y en una zona que a mi me encanta y ademas cocinar y comer bien, mejor imposible.
Un postre contundente, colorido y bueno para empezar bien la nueva temporada.
Bss
Pues si coincido en todo lo que cuentas del año nuevo contigo y encima trabajo en un colegio ya ni te cuento jejeje…
Cuando hagas las uvas en septiembre me apunto!
Que delicia has preparado uuummmm
Besos
Nieves
Me encanta tu filosofía de año nuevo en septiembre. A mi me pasa exactamente igual, gran desconnexión, y descanso en verano y estrés navideño en las fechas que manda el calendario.
PTNTS
Glòria
Me encanta! En casa de mi abuela siempre había.
Claramente lo del nuevo año si no lo comparto por cuestiones de zonas y latitudes, jajajjaja que el calendario por acá de colegio y de todo comienza en febrero, pero obvio entiendo perfectamente tu anáñisis, así que buen año nuevo para ti Ana y que mejor que con este postre ligero, , este postre me gusta mucho, me recuerda un postre brasileño del sur: el sagu de vinho o perlas de tapioca en vino con crema de vainilla, un beso
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