Amaranto. No sé si todo el mundo conoce esta semilla, así que os voy a contar qué es y por qué ha venido hasta mi blog. El amaranto [esas bolitas que crujen] es una semilla, considerada pseudo-cereal [igual que la quinoa] por su perfil nutricional. Es uno de los cultivos más antiguos de los que se tiene constancia, los mayas lo cultivaban en la región de los Andes [más menos lo que hoy sería Perú].
Por qué ha venido hasta aquí es muy simple. La vi. Y ya está. La vi, en la tienda donde compro legumbres, harinas y cereales a granel, y como no la conocía, me presenté y me llevé una poca a casa. Tengo una curiosidad natural por todas aquellas cosas que no he comido nunca, así sean cereales que no conozco, frutas exóticas o saltamontes. En general, si no lo he comido antes… es porque no se ha presentado la ocasión. En otro momento hablamos de comer insectos y de las dificultades de que alguien te acompañe a restaurantes donde está permitido servirlos. Que no son pocas.
A lo que vamos. Que vi el amaranto, y lo compré. Y una vez en casa, me senté frente a aquella bolsita de bolitas chiquititas y me puse a buscar recetas y consejos para su preparación. Hice varias pruebas, con resultados… variables.
Empecé por unas galletas. La receta decía que se podían hacer con el amaranto crudo y se cocinaban en el horno. Ya. Os voy a decir una cosa, debería haber un organismo que persiguiera a la gente que culega estupideces en la red y los castigara a morder galletas de amaranto crudo hasta el fin de sus días [porque si es hasta el fin de sus dientes, en un ratito habían cumplido]. No se puede. Fin de la cita.
Seguí con otras galletas, que lo mío va de insistir. Como el amaranto esta vez sí estaba cocido, al menos eran comestibles. Sabrosas… ya no diría yo tanto. El amaranto apenas tiene sabor, y es a cereal, profundo, denso, ligeramente amargo. Si no la entierras en una tonelada de miel, una galleta de amaranto no parece algo viable. Eso sí, estaban tiernas y crujientes, la textura me pareció fascinante. Pero la idea… no, descartada.
Así que seguí con la idea de cocinarlo como si fuera arroz. Esto me fue mejor. Lo salteé al wok con unas verduras y quedó estupendo. Después me hice esta ensalada. Y lo que queda en la despensa lo gastaré en probar a hacer albóndigas. Sí. Me van las emociones fuertes. El primer wok pasó sin testigos. Os puedo decir que nos gustó bastante aunque no terminé yo de pillar el punto al corte de las verduras. Porque en lugar de comer cereal con verduritas, lo que comes es verduritas salteadas rebozadas de granos de cereal. Pero superado eso, todo está bien.
Es un poco lo que sucede con esta ensalada. Que los ingredientes son diez veces más grandes que la base. La ventaja, es que no veáis como absorbe el aderezo. Eso es lo mejor. Y como cruje. Mola mucho también. En general, me ha gustado. No para galletas, pero sí para salteados y ensaladas.
ENSALADA DE AMARANTO
CAL 299,8 · HC 49,1 · PR 18,2 · GR 5,1 [POR RACIÓN]
INGREDIENTES
- Amaranto, 100 g [peso sin cocer]
- Apio, 100 g
- Granada, 150 g de granos ya sueltos
- Ajo, 1 diente
- Aceite, 15 ml [1 cucharada sopera]
- Vinagre frambuesa, 5 ml [1 cucharadita]
- Pimienta de Jamaica, ½ cta [también se llama allspice y lo puedes sustituir por una mezcla de canela, jengibre, nuez moscada y clavo]
- Eneldo, ½ cta
- Sal
- Pimienta
MODUS OPERANDI
Preparar una ensalada de amaranto tiene en verdad poco que contar. Sólo necesitas saber cómo cocer el amaranto.
Ponemos el amaranto en un vaso para calcular su volumen. Ponemos tres partes de agua por una parte de amaranto [medidas de volumen, no de peso], y una pizca de sal. Dejamos que llegue a ebullición [unos 5 minutos], bajamos el fuego y dejamos que cueza 15 minutos más.
El resto de la ensalada es tan sencillo como cortar el apio en daditos, picar muy menudo el ajo, y desgranar la granada. Lo ponemos en un bol. Para el aliño, machacamos en el mortero la pimienta de Jamaica, o las especias para hacer la mezcla [el allspice yo siempre lo he visto en polvo, al menos aquí], añadimos el eneldo, los condimientos, batimos bien y aderezamos con ello la ensalada.
No lo he probado nunca asi que tomo muy buena nota y te cuento cuando lo haga. Un besazo.
Pues no lo conocía, aunque me encantan las cosas que crujen, y las ensaladas con apioby Granada también. En fin, que me invites leñe!! Que ésto me lo como yo en un plis plas. Besos mil!!
Hola! Lo tengo en pendientes, quiero probarlo a ver qué tal. Me parece una buena idea en ensalada, me gusta :)
Yo soy menos atrevida que tu, me cuesta introducir ingredientes nuevos, jijiji. A ver, un inocente pseudo-cereal me atrevería a comerlo pero a lo de los insectos, no me apunto, jajaja.
Pues no! Nunca la he probado, así que me voy a beneficiar mucho de tus experimentos y pruebas, jajaja.
¡Tienen una pinta increíble esa ensalada!
A mi también me gusta probar cosas nuevas (insectos me niego) Seguramente lo hubise comprado, aunque de momento estoy intentando que a mi contrario le guste la quinoa.
Bss
Elena
No puedo contigo, es que me parto con tus posts jajajajajaja, Yo también soy curiosa por naturaleza, como vea algo que nunca he probado, oye que para allá que se van mis ojos y no paro hasta que cae en el carrito de la compra. Bueno….para ser sincera….descontando los bichos, mira por ahí si que no paso, sacaría seguro la primera papilla que me dieron en su día y todo :(((. Pero si no te acompañan al restaurante pues nada te los compras en la tienda y te preparas tu solita la merendola (no es necesario que nos cuentes la experiencia, de verdad, jeje)
El amaranto mira por donde está en mi lista de pendientes, he estado cotilleando sobre el, pero aun no ha caído, jeje. Cuando pruebe te cuento, pero por si te sirve he leído que es mucho mas comestible si lo lavas bien, y lo dejas en remojo el día antes, como las legumbres. Y seré muy atrevida, pero tengo una receta de bizcocho con el, espero que salga mejor que las galletas, jajajajaja
Besote!!!!!
Gracias por la receta. El amaranto una vez cocido, lo escurres, o hay que lavarlo? Me queda bastante húmedo. Que haces para que quede suelto?
Gracias
Hola!
Yo lo escurro, y si queda muy húmedo, alguna vez hago como con la quinoa, secarlo ligeramente en la sartén (sin aceite, le doy una vuelta rápida para que saque el exceso de humedad)