CAL 280,6 . HC 41,1 . PR 14,6 . GR 1,5
Yo quiero ser mujer florero.
Quiero ser una mujer que se desliza por la vida como sin querer.
Mi máxima preocupación: de qué color me pintaré las uñas y qué nuevos colores de labios sacará L’Oreal para la próxima primavera ¿tendré zapatos a juego para todos ellos?
Me resulta taaaan pesado tener conciencia.
Es aburrido y costoso ocuparme de cosas banales como las guerras en África, los refugiados en el sur del Líbano, los derechos de los kurdos o la pesca de ballenas. Casi nadie sabe que hay guerras en Birmania [y mira que insisten los tíos que llevan así desde 1948], Chad [por favor alguien sabe donde está esto?] o en Somalia [esta nos suena eh…? pero no solo son pobres, además están en guerra]
Es un rollo tremendo tener que ver el telediario con mirada crítica, y no sólo me refiero a los cambios de banquillo de los futbolistas, hablo de lo que va antes de los deportes.
Y no digo ya interpretarlo. Que si me dicen que Gadafi habla ante una multitud y no me cuestiono por qué los planos del dictador y los de la plaza no son contínuos [¿será un montaje? ¿estaría allí esa gente?], que si me cuentan algo remoto sobre el petróleo y no me paro a pensar en las reservas federales de los United States of…Dolar y que quién quería saber lo que de verdad hizo el gobierno con el caso Couso.
Que no que no, que esto exige un gran esfuerzo y no me apetece.
Es más fácil pasar directa al bloque de deportes, comprar un bolso madeinchina y no preguntarme por los derechos de las niñas explotadas para su fabricación, o comer arroz de 0,50 € el kilo sin pararme a pensar cómo es posible que con ese precio sea rentable, y cómo han reducido el coste de producción.
Pero mira tú, que esto no era fácil. He consultado con varios especialistas y no me ayudan. El cirujano, que por más que insista no me pueden hacer un trasplante de conciencia, que la conciencia es etérea [y digo yo, y que más da? Que la coja con cuidado, leches!], el psicoanalista que venga a preguntar que si me sentía una niña querida [a ver, que lo que quiero es abandonar mi conciencia no contarte mi vida] y la maquilladora que por mucho rimmel que pongamos, no se puede tapar. Y no mencionaré el episodio del psiquiatra y aquellos señores de blanco :(
Jo!
Pues nada, que como no puedo quitármela, pues la he escuchado, a ver que voy a hacer, si la tía está conmigo venga a dar la brasa. Y aquí me tenéis, descubriendo el arroz integral de grano largo cultivado en Thailandia por pequeñas cooperativas locales, y comprado a un precio más que razonable en una tienda de comercio justo.
He mencionado el precio más que razonable porque quiero desterrar por siempre el mito de que los productos de comercio justo son más caros, lo que pasa es que los productos industrializados son obscenamente baratos. Medio kilo de un arroz integral aromático y suavísimo cuesta 2,20 euros. Y con él pueden comer de 8 a 10 personas. Pensad cuanto cuesta medio kilo de filetes y cuantas personas comen. ¿Lo véis? No es caro.
INGREDIENTES [4 PERSONAS]
Me ha llamado la atención lo del adobo con el azúcar,pero supongo que será para contrarrestar la acidez de la lima, a pesar de que el ron ya se la quitará en parte. Así que tendré que probarla.
Un tema muy profundo lo de ser mujer florero, pero ¿que haríamos sin personas como tú?.
No cambies.
Un beso.
Me haces agachar la cabeza. Me interesa llevar las uñas pintadas en el verano, aunque no me quita el sueño. Me gusta ver y escuchar las noticias por la noche, cenando y sacrificando el cruce de palabras con la familia, porque quiero saber lo que pasa cada día. A veces es cansino, porque parece que todos los días pasa lo mismo, hasta que un día, una noticia que ha sido tal durante días y días, de repente desaparece como si ya dejara de ser noticia. Reconozco que no estoy tan al día como quisiera de muchos temas desconocidos para la mayoría y que no tienen repercusión porque económicamente no interesa.
Con esta entrada has tocado la fibra sensible de much@s, seguro, y pocos se atreverán a escribir una palabra, ¡qué te apuestas?
La forma en la que tú te manifiestas es envidiable, de verdad que te lo digo, y sabes que siempre lo he admirado. Deberíamos aprender de tu actitud.
Y con todo ésto, ¿qué puede decir de tu receta? Que es una «excusa» ideal para someternos a una vuelta más en nuestro pensamiento: el mercado justo, y ésto merece otra entrada.
Besos!!
Empar, el azúcar es efectivamente porque la lima lo hace muy fuerte (hablo desde la experiencia que una vez me olvidé y no veas como estaba aquello… jajajaja cosas que pasan) – y lo de ser mujer florero… ay que bonito sería, leches!
Yolanda… no se trata tampoco de ser una madretere a tiempo completo… yo tengo pintauñas de muchos colores, más sandalias de las que puedo reconocer sin ponerme roja y sí, compro productos baratos porque mi economía no da para el comercio justo a tiempo completo.
Solo creo sinceramente que somos grano de arena, que tenemos una deuda con la sociedad, y que debemos cumplir con ella. Yo lo hago porque quiero, porque es gratificante, pero es cierto que si todos pensaramos (y sé que tu lo haces) en los demás, en el planeta, en los modos de explotación que destruyen en lugar de construir… todos conseguiríamos desterrar viejas prácticas capitalistas que nos hacen tanto daño.
Igual que es una barbaridad tirar una cabra desde un campanario, es una barbaridad explotar seres humanos como si fueran máquinas, y lo mismo que se ha desterrado una práctica entre todos podemos erradicar otras muchas. Mira esto:
http://periodismohumano.com/economia/lecciones-de-tortura-%E2%80%98made-in-china%E2%80%99.html
No podemos permanecer impasibles. Por lo menos tenemos que pensar en ello, pensar es suficiente porque nos empuja a actuar.
Gracias guapa, muchos besos!
Muy buena receta ese abadejo macerado con arroz, te ha quedado estupendo. En cuanto a lo de querer ser mujer florero, creo que se dice con la boca pequeña. Pues una mujer que es activa no sirve para eso.
Un saludo Paco
No sé que me ha gustado más si la charla sobre tu conciencia, acostúmbrate estará contigo mientras seas HUMANA, o tu receta, me quedo con ambas. Por cierto el pañito precioso.
Besitos.
Iba a estropear el estupendo post diciéndote que no se puede ser consciente del todo, que es necesario ser un poco florero, banal, e inconsciente para poder «sobrevivir» en este mundo tan injusto. Pero ya dijiste algo sobre eso, contestándole a Yolanda.
Porque además, y por desgracia, ya no es necesario mirar hacia somalia para ver pobreza, está mucho más cerquita, muy cerquita….
Me quedo con mal sabor de boca… , dejame probar este estupendo plato de pescado con ese arroz… uhmmmm. mucho mejor !:)
Perdona que no haya respondido a tu respuesta, pero no me suscribí a la entrada, y ahora que he venido a verte, he vuelto a esta entrada. He estado leyendo el artículo. Otro caso más que nos hace agachar la cabeza, porque todos nos movemos por artículos de renombre porque confiamos en su calidad, pero no sabemos, o no queremos saber, lo que hay detrás de esa producción.
Ésta es la globalización. Los balones de fútbol de Nike o Adidas u otras tantas marcas, proporcionan trabajo a criaturas, sí, pero en condiciones infrahumanas, sin medidas de seguridad laborales, y con una paga ínfima, y ¿qué pagamos nosotros? Una exageración. ¡Lo que podrían comer esas familias con lo que cuesta un balón!
Crecer, crecer, crecer, más y más, ésto es lo malo malísimo de vivir en una sociedad consumista.
Besos