CAL 482,2 · HC 73,1 · PR 18,9 · GR 11,8 [LUMACONI RELLENOS, POR RACIÓN]
Estoy de un perezoso que no puedo con la vida.
No tengo muy claro si es el calor, la apatía veraniega de quien sabe que no tiene gran cosa que hacer, o qué.
Pero llevo ya dos semanas [y lo que queda] que no cumplo con más obligaciones que respirar, comer cosas frías y tomar tinto de verano. También trabajo, claro, un asunto engorroso que me ocupa ciertas horas al día, pero sin más.
Como parte de mis acciones mecánicas diarias hago café, amaso pan cada tres o cuatro días, y preparo galletas con las zanahorias que me miran suplicantes desde el fondo del último cajón de la nevera. La jornada intensiva ha reducido mi vida vespertina a dormitar, ir al gimnasio cuando no encuentro ninguna excusa válida para no hacerlo, y tomar la fresca si es que algún día la fresca se presenta en mi barrio [que por lo general es una mole de asfalto que impide su paso por las calles].
De pronto un día me levanto y cocino algo. Y alguna vez hasta caliente. El mes pasado tuvimos una extraña ola de frío veraniego [ese que no es frío de verdad pero que te duele como frío polar porque pasas de la sandalia a la rebequita y eso jode mucho cuando te gusta el verano]. Y me animé a hacer un masala de lentejas rojas con espinacas.
Pero como tengo el cerebro ligeramente reblandecido por los efluvios del calor sofocante [ese que me paso el año añorando y no reconoceré jamás que a veces me agobia – por una cuestión de imagen] me pareció que las lentejas no cubrían suficientemente el fondo de la sartén para cuatro personas [que uso aunque seamos dos] y me puse a echar lentejas hasta que lo vi bien. Cuando lo vi bien, no es que no lo estuviera, es que había ahí lentejas para un regimiento. Así que congelé la mitad y un buen día de máxima pereza que además necesitaba encender el horno, utilicé la mitad congelada para hacer un relleno.
La idea funcionó. Y tengo la certeza absoluta de que cada vez que haga algún curry o un dhal con lentejas rojas, o un masala, haré para cuatro y congelaré. Esta vez lo he hecho expresamente para la receta por eso de poner algunas fotos del proceso, pero lo normal sería empezar con «decongelamos un taper de algo cremoso a base de legumbres y especias».
Los lumaconi fueron otra historia. Como tengo el cerebro algo blando por el calor, un día que no me había refrescado con la suficiente cerveza helada, entré a una pequeña tiendecita de pasta muy coqueta y me los compré porque me parecieron muy monos. Así, para qué más. Son monos y me los llevo. Creo que compro zapatos con el mismo criterio.
Una vez en casa entendí que aquello no iba a servirme para hacer sopa de galets, ni para nada en particular que no fuera cocer y rellenar, porque a ver como te metes en la boca un bicharraco de esos en una vez. No me veía yo los lumaconi flotando en sopa y tampoco me hacía a la idea de ponerles un pesto por encima. Los guardé en la despensa con la digna intención de enfrentarme a ellos un día que tuviera mejor ánimo y la mente más despierta o en su defecto, más enfriada.
Y llegó el día. Un día en que no tenía ni pizca de ganas de cocinar y sí tenía un masala de lentejas congelado, pero no me apetecía lo más mínimo comer un guiso caliente de cuchara. Que te lo comes caliente pero más seco y con tenedor, y no sé, parece otra cosa, es como que agobia menos. Y pensé que la combinación exacta pasaría por rellenar los lumaconi infames con una buena porción de masala y meterlos al horno para restar humedad y hacer un plato más fácil de gestionar, sin churretones de lentejas cremosas cayendo al plato mientras comes.
Y eso fue lo que hice. Descongelé el masala, cocí los lumaconi, y aquí vengo, a enseñaros una forma de aprovechar los guisos de este tipo que se hacen con antelación. Supongo que viene a ser lo mismo aprovechar sobras huérfanas que cocinar sobras para congelar, la cuestión es darle otra vidilla a un plato previo y desde luego, rellenar lumaconi es una salida dignísima para cualquier resto con una textura adecuada que se nos ponga por delante.
Y aquí vengo con ella, participando en Reciclando sabores, de mi querida Rossgastronómica.
Vamos a ello!
Lumaconi o cualquier otra pasta para rellenar, unos 70-80 gramos por persona
MODUS OPERANDI
El masala
Lo primero que tenemos que hacer es preparar la pasta de masala. Ponemos a calentar una sartén sin aceite y tostamos todos los ingredientes secos unos segundos, para que suelten el aroma. Los pasamos a un mortero, añadimos el jengibre y lo majamos bien hasta que esté completamente triturado. Incorporamos los ingredientes húmedos [aceite y pasta de tomate] y seguimos mezclando hasta obtener un puré de aspecto uniforme, añadiendo más aceite si lo vemos necesario. Reservamos.
Las lentejas
Empezamos a preparar el guiso de lentejas. Antes de empezar, preparamos estos ingredientes y los reservamos:
- Cebolla: Picada en daditos
- Ajos: Picados menudos
- Tomates: Cortados en daditos, y retiradas las semillas
- Espinacas: Limpias y ligeramente picadas, salvo que sean baby
En una sartén ponemos a calentar la cucharada de aceite. Cuando esté, pochamos la cebolla a fuego medio unos tres minutos, que se empiece a ablandar ligeramente. Añadimos el ajo y lo dejamos junto unos dos minutos más.
Una vez tengamos todo pochado incorporamos a la sartén la pasta de masala y dejamos que se tueste unos dos minutos. A esta mezcla añadimos el tomate en trozos y el agua de coco, y dejamos que hierva unos minutos. Ponemos las lentejas y las cocemos, tardarán entre 15 y 20 minutos [he comprobado que no todas las lentejas rojas se cocinan igual, ni quedan igual de enteras, algunas quedan reducidas a pasta].
Cuando las tengamos cocidas, incorporamos las espinacas frescas y sólo si vamos justos de líquido un poco de caldo de verduras, y lo cocemos unos cinco minutos más.
Con esto, el masala está listo para comer, y ya de por sí es un plato estupendo. Pero si lo que queremos es aprovechar las sobras que habíamos congelado antes, o lo queremos comer un poco más seco en lugar de como guiso, lo podemos usar para hacer un relleno. Te aconsejo que busques unas lentejas que se deshagan un poco más, porque quedará más cremoso.
Relleno
Cocemos unos lumaconi o cualquier pasta grande para rellenar [o berenjenas, o calabacines…], y los escurrimos bien. Con ayuda de una cuchara vamos poniendo relleno en cada uno, y los colocamos en una fuente de horno. Los horneamos en el horno precalentado, a 200ºC unos 10 minutos, lo justo para que se sequen un poco y el relleno quede cohesionado. No me animé a cubrirlos de queso porque un sabor tan potente como el masala me parecía que no necesitaba más aderezos, pero esto… a tu criterio!
Pereza, apatía veraniega, calooorrr, yo también ando así, pero lo del lumaconi relleno de lentejas me ha gustado mucho, hace mil que no como legumbres y las añoro. Besos
Les has sacado un uso muy bueno a estos lumaconi!! Una genial idea :)
Un saludo!!
Patricia.
Ahá!! Ves como el verano es lo peor?? :PPPPP
Yo estoy igual :( el maldito calor me deja sin ganas de nada, sin motivaciones, sin ilusión por casi ná… me obligo a hacer pan y alguna galleta sanota, cocino lo justo y necesario (si como sola, casi todo es frío), y al menos aprovecho el amanecer para correr un poco. Espero que los días que pasaré en Murcia este mes me despierten un poco, porque odio estar tan desmotivada.
Y veo que es contagioso! Siento que estés igual, que yo te imagino siempre vivaracha y haciendo un montón de cosas. Como esta receta, que será de aprovechamiento y resultado de varias casualidades, pero me ha encantado. El curry o dhal de lentejas rojas es genial para rellenar, y frío es muy rico, así que me encanta la idea de rellenar pasta gorda y mona con ellas :D
Un abrazo
Ay, cómo te entiendo, con lo del calor y el cocinar y yo ni siquiera para amasar pan ni hacer galletas tengo tiempo…
Más que entendible, el calor me aletarga y entro en modo zombi, por ello prefiero los climas intermedios.. con respecto a la receta es un reciclaje con mucho sabor, me encanta la idea de hacer las pastas desde cero, no olvido el curry tuyo y ésta con las lentejas entre esos lumaconi resulta sencillamente encantadora!!!, te mando un abrazo fresco desde estas latitudes
besos!
Hola!! esto son dos recetas en una… me encanta el relleno por si solo. El guiso tiene que ser una delicia así sin más, Menudo recetón, te hago la ola !!!!
Me encanta el masala su aroma y sabor marca mucho y este plato me parece genial, una idea que la probaré seguro, tengo lentejas amarillas y creo que no me podré resistir jejejeje
Delicioso guapa :)
Muero de amor, yo que también he tenido el verano apático que me merecía, estoy deseando darle candela a las lentejas!!!
Que buena idea para rellenar los lumaconi… y que bonitos quedan!!me ha encantado Bs.