Tecnología punta no es un smartphone más ultraplano que un salvaslip, que huele a nubes, llama por teléfono a tu madre, le da conversación y luego te baja las persianas por control remoto si hace calor.
Tecnología punta es la zapatilla de mi madre.
Que tiene un giro de muñeca tan preciso que cuando lanza su zapatilla, ésta se hace los tres dobleces de pasillo de su casa [el pasillo tiene forma de S] sin tropezar en las paredes y aterriza en tu culo.
Así que déjate de Manolo Blanik, que eso no es nada al lado de la zapatilla de goma de mi señora madre. Que los manolos serán modernos, pero me apuesto lo que quieras a que no superan solos el primer doblez del pasillo.
Los vamos a poner en el top de zapatos reconocidos, junto a algunos ejemplos de magnos zapatos:
Las botas del gato con botas [que las botas, como tales, no hacían nada de nada además de estar ahí].
El zapatito perdido de Cenicienta, que pobrecita mía, encima de volver a casa descalza con lo malo que es eso para los callos, le endosan al príncipe pijo sin preguntarle ni nada.
Y los zapatos de charol rojo del mago de Oz. Confieso que cuando me casé [eso pasó en otra vida a la que ya no pertenezco] me hice con unos zapatos mercedita rojos, y me los puse. Quería tener los zapatos del mago de Oz, y era una ocasión ideal. Aún los conservo, y todavía no me he atrevido nunca a chascar los pies con ellos… Por si acaso.
No sea que mis sueños se cumplan y un hada madrina salida del chasquido de zapatos de charol convierta mi cocina en un almacén de harina aromática, ecológica y molida en piedra y me convierta en una nueva cenicienta que pase sus días amasando pan…
Amasando pan… como este, hecho para #baketheworld
*Cada harina absorbe un volumen de agua distinto. Mi harina de fuerza ecológica quiso más, y tuve que añadir 25 ml de líquido durante el amasado.
**Este extracto se consigue fácilmente en herbolarios. No es levadura, pero da un sabor muy interesante al pan, un poco ácido, y yo pongo una poquita a los panes blancos para darles carácter.
MODUS OPERANDI
Lo primero que hacemos, es activar la levadura en el agua tibia durante 10 minutos. Agua tibia es algo como 37 grados, o si no tienes termómetro, que no te queme cuando metas en dedito.
[Como se trata de un pan blanco, es un método bastante sencillo si lo comparamos con los panes habituales de este blog, integrales de fermentación retardada.]
Ya tenemos la levadura activa, comenzamos. En el bol de la levadura ponemos todos los ingredientes, y amasamos hasta tener una masa lisa y brillante, unos 10 minutos.
La dejamos levar, cubierta con un paño o film de cocina, hasta que doble su volumen. Serán unos 60-90 minutos, va a depender de la temperatura ambiente de tu casa [leva más rápido cuanto más calentita está].
Pasado este tiempo, la sacamos del bol y le hacemos unos plegados ligeros, con cuidado de no sacar el aire. Esto significa que dejamos la masa en la encimera, y la doblamos varias veces de las esquinas al centro, con cuidado, para no scara más aire del necesario. Pero tampoco te preocupes, va a levar otra vez.
Dejamos 15 minutos para que el gluten repose.
Dividimos la bola de masa en 10 o 12 porciones iguales, y las boleamos un poco. Dejamos un nuevo reposo de 5 minutos antes de formar los bollitos, estos reposos cortos le van a sentar bien a nuestro pan.
Formamos los bollos: plegamos nuevamente la masa de las esquinas al centro y les damos forma redonda a los bollos, dejando la costura abajo. Espolvoreamos harina con generosidad.
Y dejamos que leven por segunda vez, otros 60-90 minutos, tapados con un paño o film de cocina.
Cuando hayan doblado nuevamente el volumen [un poco menos, en realidad] los metemos al horno, previamente calentado a 250ºC durante 15-18 minutos.
Un consejo para que queden blancos impecables: cubre los bollos con un papel aluminio, y te aseguras de que no se queman.
Que monos! los probaré :)
Ana, algún día tenemos que quedar para que me des una buena clase de hacer pan. Te quedan perfectos.
Bss
Elena
http://lacajitadenieveselena.blogspot.com.es
Vaya pinta, sencillamente espectacular. Enhorabuena.
jajajaja mi madre tenía una zapatilla parecida, oye donde se comprarán? :D
Dios mio….te han quedado….. ¡¡PRECIOSAS!!
Yo de mayor quiero amasar como tú!!!
Yo no he tenido madre con zapatilla, pero sé de muchas. Muy diver y efectivo, claro, porque yo no lo caté.
Tu pan parece una nube. Ya es el tercero o cuarto que veo y me encanta. Vamos, que me lo llevo a pendientes porque me ha dado envidia sana. Besazos
Mi madre jamás nos tiró la zapatilla, no sé, igual es que en su familia no se estila… jaajaajaja
Es verdad… qué pintaban las bptas en el gato con botas??? Una pregunta de otras muchas para hacer a los cuentos… jaajaajajaaja
El pan te ha quedado fantástico!
besos
Ana, tu espíritu de superación me supera!
Cosita más mona esos bollitos y qué ingredientes más heróicos lleva… el extracto de levadura no lo había oído nunca. Me encanta lo que se aprende con tus recetas. Los seres didácticos sois adorables!!! Voy a ir a un herbolario a poner a prueba sus stocks!
Petonets!
Marisa
Esas zapatillas son tecnología punta o son más bien mágicas? Yo creo que tienen de las dos cosas, jajaja. Las de mi madre cuando yo era niña también tenían lo suyo :P.
Ay, los zapatos de El Mago de Oz! De niña me hubiera encantado tener unos por puro capricho (y porque adoro la película), aunque nunca he sido muy de preocuparme por zapatos… que sean cómodos me vale xD.
Panecillos, ñam ñam. Últimamente me apetece un montón más hornear panes pequeños en formato individual, no sé por qué. Me llevo un par para merendar!
Un abrazo
Deliciosos panes hemos disfrutado este reto, por cierto que tengo que buscar ese extracto de levadura madre, me picó el gusanillo y ahora no podré dormir hasta que lo localice ;)
Abrazos.
Una vez probados puedo decir que son unos panecillos ideales :)
Gracias! Me alegro mucho de que te gustaran :)