Yo tengo un karma muy pesado que sólo quiere que cocine cosas al vapor. Me resisto, conste, pero es que este karma es ya una cosa seria lo pesado que se me pone. Yo quiero hacer cosas al horno y a la plancha, porque lo del vapor me suena a chichiná, a cosas insípidas, a comida aguachurrosa que no tiene sabor. Y no es verdad.
Lo del karma que me persigue es otra cuestión. Cuando me compré la Thermomix [mil años o más debe hacer de aquello] vino con dos cestillos para cocinar al vapor: el cestillo hondo que va dentro, y la vaporera. No sé si os acordaréis de que hace un año y medio quemé el vaso de la thermo de manera accidental, pues bien, el cestillo que estaba justo al lado, salió indemne. La vaporera no sufrió daños porque andaba en alguno de esos cajones de cosas que no uso casi nunca, esos que todos tenemos por casa.
Como el karma veía que yo pasaba olímpicamente de ambos accesorios de la Thermo, decidió que cuando me mudara de casa, el único complemento de la batería de cocina que no cogiera en ningún cajón de esos de aparcar cosas… fuera una incomprensible vaporera de acero inoxidable que nadie sabe de donde ha salido pero hace juego con las ollas, vamos, que todo apunta a que lo compré yo. Pero yo soy fuerte y no la uso. No por nada, no tengo nada contra el vapor, pero no me seduce. Me gusta la comida al vapor, pero justo la que más me gusta [las gyozas] me parece muy trabajosa. Así que aparqué la vaporera, no todo lo lejos que hubiera querido, pero sí, por ahí.
El karma volvió a la carga. ¿Conocéis esos estuches de vapor, de silicona, que sirven para el microondas o para el horno? Pues bien, el karma me regaló uno. Yo lo arruiné cocinando algo que no debía. Y me devolvió un guantazo en toda la cara con otro regalo: 3 moldes de silicona, uno de cada tamaño [pequeño, mediano con bandeja, grande]. Como pensó que lo mismo no me había dado por enterada, completó el set con una vaporera de arroz para el microondas. Que sí uso, he de decir.
Y aquí me tenéis. Tengo dos accesorios de vapor para la Thermo, una olla de vapor convencional, y cuatro de silicona contando la arrocera. Y no cocino al vapor. Lo mismo pensáis que los tengo cuadrados. Y sí. Podría ser. Pero es que no se me ocurren recetas para vapor. Probé unas albóndigas de pescado con poco éxito, alguna gyoza [divinas] y se me ocurren muy pocas cosas más.
Así que por esto, al ver la receta de Pepe Rodríguez de los rollitos de pollo y espinacas al vapor, decidí versionarlas para este #cookingthechef, y convertirlas en rollitos y saquitos de pollo con espinacas, puerros y calabacín. La forma final de los rollitos no me convencía nada de nada, no veía yo que eso fuera a terminar bien en mi cocina, así que fui más conservadora. Respeté el relleno de pollo con jengibre y especias. Y debo decir que tiene suficiente potencia como para que se cocine al vapor y esté bien. Este karma… mira que me lo tenía dicho!
SAQUITOS DE POLLO Y VERDURA
CAL 265,2 · HC 3,3 · PR 33,7 · GR 13,5 [POR RACIÓN]
INGREDIENTES
Calabacín, uno pequeño
MODUS OPERANDI
La verdad es que los saquitos o barquitas de pollo tienen poco misterio, pero allá voy.
Lo primero que haremos será picar el pollo. He elegido hacerlo así porque consigo un picado mucho más fino que se compacta bien, pero si lo pides picado en la pollería, pide que lo pasen dos veces por la máquina.
Ponemos en un bol la carne de pollo, la cebolleta picada muy menuda, y añadimos el jengibre rallado. En un cuenco aparte, batimos el huevo y el tahine, y lo añadimos a la mezcla. La razón para hacerlo así, es que el tahine puede dejar pegotes sin disolver en la carne. Disolverlo con el huevo previamente ayuda a que no nos ocurra esto.
Una vez tengamos todo mezclado, lo dejamos reposar de 15 a 30 minutos, para que asiente. Formamos bolitas con la mezcla, y las montamos.
Para las barquitas: Abrimos un puerro a lo largo, haciendo una incisión solo por un lado [no lo cortamos entero por la mitad]. Sacamos la primera hoja, que será cilíndrica y estará abierta, y la rellenamos con una capa de espinacas, y una albóndiga de pollo a la que habremos dado un poco de forma alargada. Ponemos más espinacas por encima [una o dos hojas, no esperes que entren más] y reservamos.
Para los saquitos: Cortamos tiras de calabacín a lo largo. Ponemos sobre la tabla una tira, dejamos en un extremo una albóndiga de carne, dos o tres hojas de espinaca, y vamos enrollando. Cerramos el saquito con otra tira de calabacín que deberá cubrir los lados abiertos.
Cocción: Ponemos agua en una olla para vapor, y cuando empiece a hervir, ponemos la vaporera encima. Colocamos varias barquitas o saquitos en la vaporera y las cocinamos unos diez minutos. Vamos haciendo tandas hasta que terminemos con todos.
Truco: Si notas que la comida se pega ligeramente a la superficie de la vaporera, puedes pincelar la base de los saquitos con un poco de aceite. Incluso puedes pincelar la vaporera, también funciona.
Te han quedado espectaculares!! sanos y ricos, me encantan tus saquitos, estoy deseando ponerme a ellos, en cuanto consiga ponerme a mi lista de pendientes!
un besito
Tengo el mismo instrumental que tú, cestillo, vaporera, moldes Lekué… Lo que más uso son los moldes en el microondas, de verdad que quedan genial. Es cierto que un buen asado o la plancha me mola un montón, pero para las cenas me quedo con estos saquitos de pollo y verudras que me da a mí que están buenísimos.
Bss
Elena
Creo que a todas las personas que nos gusta la cocina tenemos cacharros que usamos, pero está claro que unos más que otros. Hay muchas recetas para hacer al vapor, pero a veces no se nos ocurren.
Mira por donde has dado con una que, además se ve deliciosa. Tiene un aspecto muy rico.
Un beso.
Pues yo no tengo ese karma tan pesado tuyo, pero si cocino al vapor y mucho.
Ya me extraña que no tengas en el blog un pan al vapor, te lo recomiendo encarecidamente….. o lo mismo lo tienes y yo no lo he visto.
Me apunto la receta porque a mi me va a encantar . El toque de tahine me parece super original, se te olvidó el miso?
Bss
Algo bien sanote y rico para finalizar! Me chiflan!
Yo a mi karma del vapor no le hago mucho caso… pero tu receta tiene una pinta genial.
Pues para lo sana que es tu receta tiene una pinta muy buena, apetece mucho probarla ;-) A veces hay que hacer caso al karma.
Besos
Ana por fin llego con un atraso de visitas monumental de este mes, todo al vapor me seduce, en casa tengo cestas de bambú que son pequeñitas, me queda por comprar una grande, alguna vez hice unos bollos al vapor quedan esponjosos con leche de coco y harina integral, las gyozas son bocados de cielo total. Estos saquitos con la mezcla de tahine y jengibre me parece una delicia, un plato sano que entre las barcas y los saquitos solo paso saliva justo ahora que llega la hora del almuerzo. El karma nos llena muchas veces de delicias como estas, el mío es más con el horno, quiero sentir más fuerte el de vapor porque desde palitos de verduras hasta panecillos y gyozas lo que hay es que jugar con él.
Abrazo
Jajajajaja a mi me pasa un poco igual. Tengo una vaporera de bambú que me regalaron hace mil…¡¡y nunca la he usado!! Pero mira, me han flipado los saquitos esos de calabacín, así que igual empiezo por esta receta para empezar a cocinar al vapor.
¡Gracias! Y besako.
Pues tienen una pintaza los saquitos esos que van a caerse por mi cocina un dia de estos, jeje. JOoooo que karma tan insistente, aunque ya lo quisiera yo, jajajaja. Yo no tengo nada para vapor, has visto, jajaja, bueno si por no decir nada una cestita de esas con agujeritos que puedes poner en la cazuela cuyo diametro se adapte a ella :P
Besote!!!!!