SPAGHETTI CON LANGOSTINOS Y CHIRLAS [Recuerdos enlatados]

Supongo que has oído hablar del #10yearschallenge o reto de 10 años.

Si no, te cuento de que va. Es uno de esos retos virales que inundan las redes, donde se invita a la gente a que cuelgue una foto suya de hace 10 años junto a una actual. Hasta ahí, fácil.

Este reto en apariencia inofensivo [al final del post te cuento alguna teoría sobre esto…] ha llegado hasta mi a través de la mitad de mis contactos de Facebook. Mis amigos están colgando fotos y fotos y me etiquetan para que me anime a participar. Y yo no quiero, pero no puedo seguir resistiendo.

Así que por fin me decido, me siento en el ordenador y abro el editor de fotos dispuesta a todo. Empiezo por 2009. No tengo fotos de 2009 porque borré accidentalmente el disco duro [eso os lo cuento otro día] pero sí algunas fotos que he conseguido rescatar de amigos y copias de seguridad viejunas. Apenas nada, pero unas pocas hay. Elijo una, esa en la que salgo medio bien.

Verano de 2009, en la playa, con unas amigas, haciendo barbacoa por la noche. Una sonrisilla empieza a iluminar mi cara mientras noto como ese recuerdo enlatado se apodera de mí. Aquella noche, en la playa, las amigas, la música, las risas, bailando bajo la luna, sobre la barra de un bar. Aquella noche, caminando por la orilla, recogiendo caracolas, tomando las últimas copas sentadas en la arena con la brisa de la noche y volviendo a casa descalzas y de madrugada.

Los recuerdos en conserva son maravillosos. Porque tienen todo lo que tú querías conservar, y sólo eso. El resto… tu mente lo ha desechado hábilmente para preservar el aura de perfección y glamour de tu yo anterior.

La realidad, eso ya es otra cosa. Porque lo que de verdad ocurrió es que esa noche mis amigas y yo no habíamos conseguido invitaciones para la fiesta vip del chiringuito chachipiruli de la playa, y nos resignamos a celebrar una barbacoa nocturna, que no era un mal plan tampoco, en el chiringuito dominguero regentado por Mariano y Araceli. Nos pusimos hasta las cejas de chorizo a la brasa, y acabamos haciendo botellón, borrachas como piojos, bailando subidas a la barandilla del paseo marítimo para volver sin dignidad ni chanclas [perdidas en el momento en que nos pareció divertidísimo caminar por la orilla para bajar el mareo] y sólo entendimos que nos habíamos confundido de piso cuando una señora en bata quiso saber qué hacíamos intentando abrir la puerta de su casa con nuestras llaves.

Pero en los recuerdos enlatados, todos esos nimios detalles innecesarios se retiran cuidadosamente antes de cerrar el envase, y nos quedamos con el aura de glamour que dan esas fotos en bikini hechas por la noche en aquella playa perdida en la memoria.

Total, que puesta esa foto a la izquierda, hay que poner otra a la derecha. Asunto espinoso este último. Este año tiene sólo un mes, y las únicas fotos que tengo son las de nochevieja, hechas con el móvil y su flash asesino, en un bareto del pueblo con cara de mucho sueño y el rimmel fluyendo en churretones por la cara. Descartado. Esas fotos, ni en broma. Sigo para atrás, total, mes arriba mes abajo… hasta verano me parece que está bien. Sigo… sigo… decido parar en marzo. De 2016. En un ejercicio de honestidad vuelvo a 2018, algo tiene que haber.

Encuentro la foto. Esa foto. En febrero, en una caminata de montaña, envuelta en un forro polar, bufanda térmica, gorro calado hasta las cejas y las gafas de sol. La verdad es que me favorece. Sí. Y ni se nota el paso del tiempo. La pongo. Estoy comiendo un bocata de chorizo subida a una peña de algún monte de la sierra. En el fondo… no he cambiado tanto.

Miro ambas fotos, sonrío complacida y pienso «esto no va a colar». Venga, una foto donde se me vea. Encuentro otra. Verano de 2018. Correteando delante de las cabras en un pueblo perdido de la montaña leonesa. Esa sí soy yo. Subo la foto. Miro la de antes. Miro la de después. Cierro el archivo. SIN guardar. Y al próximo que me pregunte por el #10yearschallenge… le pondré cara de despistada… y le diré eso de ¿10 years qué?

LA OTRA CARA DEL RETO. Te habrás preguntado [o no] de donde sale el reto este. No se sabe a ciencia cierta, pero mucho se ha hablado de una estrategia diseñada por el dueño de Facebook para perfeccionar su algoritmo de reconocimiento facial. Y los millones de usuarios que han participado, le han dado, por la face, el material que necesita para hacerlo. El propio Facebook lo ha desmentido, pero las dudas sobre ello, son más que razonables. Te aconsejo este artículo de Forbes al respecto si tienes curiosidad.

Estos spaghetti con chirlas y langostinos los hice para el reto #reciclandosabores de mi amiga Rossgastronomica. Salen de una bolsita con restos diversos que sobraron de esta sopa de pescado. Compré un poco a ojo, y no usé todo, de modo que me quedó una bolsa con seis langostinos, un puñado de gambas y algunas chirlas que solas, no me hacían ningún apaño.

SPAGHETTI INTEGRALES CON MARISCO

CAL 420,0 · HC 49,2 · PR 21,3 · GR 14,5 [POR RACIÓN]

INGREDIENTES

  • Spaghetti integrales, 150 g
  • Aceite de oliva, 2 cucharadas
  • Ajo, 2 dientes
  • Cayenas secas, 2 [o cualquier otra guindilla o chile picante, cantidad a nuestro gusto]
  • Vino blanco, 2-3 cucharadas
  • Pimentón de la Vera ahumado
  • Marisco sobrante de una preparación anterior [pon aquí lo que tengas por casa: pulpo, puntillas, cangrejo, calamares… te digo lo que he puesto yo, pero sólo para que sepas como he llegado hasta el plato de la foto]:
    • Chirlas, 100 g
    • Gambas, 50 g
    • Langostinos, 60 g
  • Sal, pimienta negra

MODUS OPERANDI

Para hacer los spaghetti con langostinos y chirlas, lo primero que tenemos que hacer es llevar abundante agua a ebullición para cocer la pasta. Si lo hacemos en una olla tapada, hervirá antes y ahorraremos energía, tenlo en cuenta siempre que pongas agua a hervir. Una vez el agua está borboteando echamos la pasta y la sal para que se cueza. No ponemos aceite en el agua de cocer la pasta, esto es un falso mito y si un italiano te ve hacerlo condenará tu alma para la eternidad, y nunca ya podrás encontrarle el punto a una buena pasta. La pasta se cuece según las instrucciones del fabricante, entre 8-10 minutos las blancas, y entre 10-12 minutos las integrales [pero insisto: mira en el envase, que lo pone]. Cuando termine, la escurrimos y reservamos.

Mientras los spaghetti se cuecen, preparamos el salteado. Pelamos y cortamos los ajos en láminas: no seamos tacaños, el ajo es lo que da vidilla al asunto. Lavamos ligeramente y preparamos el marisco que hayamos elegido poner, descongelamos el que haya congelado, pelamos los langostinos si nos gusta más [yo no lo hice], y tenemos a mano los ingredientes restantes.

En una sartén ponemos dos cucharadas de aceite y los ajos en láminas. Partimos de aceite frío, los ajos darán mucho sabor y se quedarán crujientes y muy ricos. Cuando el aceite haya cogido temperatura añadimos las cayenas, o el picante que hayamos elegido poner. Damos un par de vueltas, y cuando el ajo esté empezando a dorarse, añadimos las chirlas y el vino blanco. Tapamos, bajamos la temperatura un poco, y lo cocemos 2-3 minutos, hasta que las chirlas se abran.

En este momento, añadimos las gambas y los langostinos. Si están descongelados, irán primero los langostinos y pasado un minuto las gambas; si los pones a la vez, las gambas se podrían quedar secas [se cocinan en 30 segundos escasos]. Añadimos el pimentón, damos unas vueltas para tostarlo un poco.

Ya tenemos el aderezo listo. Sólo nos queda añadir la pasta ya escurrida a la sartén, y darle unas vueltas para que los sabores se integren y se queden impregnadas del aceite de ajo y pimentón.

10 comentarios en «SPAGHETTI CON LANGOSTINOS Y CHIRLAS [Recuerdos enlatados]»

  1. Pensé que la historia terminaría peor jajaja… la verdad es que la mente tiene una retentiva muy selecta y siempre nos gusta recordar las cosas adornadas sobre todo de la adolescencia, aunque en realidad luego fuera una noche de vomitera y llorera jajaja…
    Yo no participo en ninguna cadena de nada, ni de facebook ni de nada, no me gustan (lo digo por si se te ocurre pensar en mi en algún momento jejeje)
    En cuanto a la receta me encanta la pasta «marina» y si tiene picantito mejor.
    Besos
    Nieves

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  2. jijijijiji…yo ni me lo he planteado, si ya sé que estoy vieja pelleja, jajaja. Teorías conspiranóicas a parte, la verdad es que a veces sienta bien pararse un momento y hacer balance. Y para eso, las fotos son un tesoro, al menos, para las que tenemos menos memoria a largo plazo que un amstrad cpc. Mola enlatar esos recuerdos y tener la sensación de que hasta el momento, ha merecido la pena.
    Como merece la pena también comprar siempre un poquito de pescado extra y que te sobre para preparar esta exquisitez!! Me encanta la pasta con marisco, y la combinación langostinos-chirlas me parece de 10.
    ¡Qué pena no tener a mano! Si no, ya tenía almuerzo para hoy.
    ¡Besote!

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  3. La verdad es que yo no he entrado al trapo del challenger ese, pero tentaciones si que he tenido porque esas cosas me encantan. De hecho tengo un álbum al que llamo «remakes» con algunas comparaciones (no siempre de la misma persona).

    Y si, me gustan también estos espaguetis porque me gusta la pasta que no nada en salsas exageradas, donde se aprecien los sabores de un buen marisco como este.

    Bss

    Elena

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  4. De vez en cuando me encanta ver fotos de tiempos pasados y no por mi ego que queda por lo suelos cuando comparas looks pasados.
    Me encanta revivir los buenos momentos que guarda la foto, mis hijos, mis padres, hermanas y sobrinos, siempre hay un recuerdo bonito que te traslada a tiempo remotos.

    He visto el reto en RRSS y la verdad me da mucha pereza buscar fotos mías porque tengo muy pocas, siempre estoy al otro lado del objetivo.
    De tu reciclaje que te voy a decir, que me gusta mucho la sencillez y estoy de acuerdo, el ajo imprescindible.
    Bss

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  5. Miquel

    Ya vi este reto pero no participo porque soy también muy mal pensado y pienso que el artículo de Forbes no va mal encaminado.Todo lo que es gratis es porque nosotros somos el productos y los conejitos de prueba y estudio.
    Y en cuanto a la receta siempre es bien recibida una combinacion así de pasta con marisco y su toque picante.
    Feliz semana
    Bss

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  6. Yo no participo en esas cosas, no me gustan, tampoco me gustan demasiado las fotos, prefiero los recuerdos, cuando termine el comentario voy a leer ese enlace que nos recomendas.
    Los espaguetis me parecen un manjar, yo prefiero un plato de estos espaguetis que subir fotos al facabook jajajja. Por cierto me encantan las fotos.

    Besinos
    El toque de Belén

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  7. fijate que he visto mucho eso de los 10years pero es que entre el desorden que tengo en el pc con las fotos, que un día de estos me tengo que poner a ordenar, que no me gusta salir en las fotos y que que pereza volver a los 30 cuando estoy encantada en mis 40, mejor me quedo con este aprovechamiento que incluso recien comida, hambre me esta dando aunque pensandolo bien ya hace dos horas que comi jejejej Un aprovechamiento de lujo Ana, y quiero ver esa foto de la playa y deseando ver la de nochevieja jejjeje Besos mil.

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