Uf que cansancio! Se agota uno solo de leer semejante título. Menos mal que nuestro adorado Arzak nos depara una grata, gratísima sorpresa detrás de toda esta palabreja que no sirve para que nos hagamos una remota idea de la delicia resultante de hacer realidad el sueño de estas fresas.

Porque las fresas sueñan. No os quepa la menor duda. Las fresas tienen aspiraciones en la vida, o qué os pensabais, que eso era solo cosa de los tomates? Pues no. Las fresitas quieren ser acariciadas con delicadeza, lavadas con cuidado, manipuladas con cariño.

No quieren viajar en blisters infames a grandes superficies a quemarse bajo luces fluorescentes. Tampoco quieren acabar en el lineal de producción de una fábrica de siropes de fresa, al final de una corta pero intensa existencia, ya viejitas y pochas.

Las fresas quieren ser consumidas cuando están en edad de merecer. Creen en eso de morir joven, y no es ingenuidad.

Demos a las fresas del mundo [al menos a unas pocas] la oportunidad de terminar infusionadas en vinagre balsámico para ser sumergidas en un yogur cremoso y especiado. Es lo menos que podemos hacer por ellas.

[Arzak. Recetas]

INGREDIENTES

Para las fresasFresas o fresones, 180 gr
Miel de acacia, 60 gr
Azúcar, 40 gr [en mi versión, 20 grs]
Vinagre balsámico de Módena, 4 cdas
Agua, 1 dl
Canela, 1 rama

Para el yogur especiado
MI VERSIÓN:

Yogur natural cremoso,1 ud [125 gr]
Leche semi, 50 ml
Clavos de olor, 2 uds
Una pizca de pimienta
Una pizca de anises

EL ORIGINAL:
Leche entera, ¾ l.
Leche en polvo descremada, 2 cdas
Yogur natural, 1 ud
Clavos de olor, 2 uds
Una pizca de pimienta
Una pizca de aníses

Para servir
Azúcar o miel
Unas hojas frescas de menta

MODUS OPERANDI

Las fresas

Limpia las fresas y ponlas, aún húmedas con el azúcar. Haz un almíbar con el agua, la miel y la canela. Cuando hierva, añade el vinagre de Módena y apaga el fuego. Pon en este líquido las fresas en infusión hasta enfriar.

El yogur (versión que he hecho)

Se calienta al fuego la leche con las especias, y se deja infusionar unos 5 minutos. Se deja enfriar y se añade al yogur cremoso, removiendo. Debemos utilizar más cantidad de especias que para la versión original, porque los sabores se diluirán levemente.

Se pone al fuego la leche con las especias y se deja calentar lentamente sin superar los 42º. Después, añade la leche en polvo y remueve perfectamente. Apaga el fuego y deja que baje la temperatura a unos 38º. Añade el yogur y remueve bien. Rellena con esta preparación, previamente colada, unos tarritos (mejor si son de cristal) individuales. Colócalos en la yogurtera y déjalos incubar el tiempo aconsejado, siguiendo las instrucciones de cada fabricante.

MONTAJE

Coloca en el fondo de un plato hondo la infusión de fresas con su jugo agridulce, y sobre ellas unas cucharadas de yogur especiado, al que le añades un poco de azúcar o miel. Decora con las hojas de menta.