CAL 242,8 · HC 30,2 · PR 14,8 · GR 8,3 [POR RACIÓN]
Las obras me persiguen. Y no las de arte, que de eso no me iba a quejar.
He empezado a sospechar que me han echado una maldición gitana para que mi vida se llene para siempre de polvo y ruido.
Este último año me he visto abocada a sufrir una tras otra y sin descanso obras y reformas de todo tipo de las que rara vez he salido beneficiada, por no decir abiertamente que: Ninguna ha influido positivamente en mi calidad de vida.
Me mudé de casa en marzo, dejando tras de mi un baño con humedades que hubo que tirar y volver a alicatar, y que me costó un riñón que tuve que apoquinar porque sí, la casa para toda mi desgracia, es mía [pero si alguien se deja se la vendo]. No lo disfruté.
Llegué a mi flamante nueva casa que ocupo en alquiler [yo ya no compro ni loca que con una hipoteca voy servida por la vida] y a las pocas semanas de instalarme, el vecino de la izquierda decidió que había llegado el momento de hacer una reforma integral de su casa. 60 años sin picar una baldosa, y el buen hombre se nos pone a reformar la casa entera de arriba abajo, tirando tabiques y cambiando fontanería y electricidad. Una cosa necesaria, y muy molesta. Que tampoco disfruté.
Andaba yo controlando a duras penas mis fantasías recurrentes de lanzar obreros por la ventana [los viernes después de comer, único día que solía tener el privilegio de dormir algo parecido a una siesta arrullada por los taladros y radiales] cuando tras dos meses de ruido y un polvo horrible y tenaz que casi acaba con la vida de todas las plantas que tenemos en el pasillo junto a la puerta, todo acabó.
Silencio.
Limpieza.
Om.
No me dio tiempo a estirar la alfombra de yoga [no lo practico pero parecía el momento] cuando veo que los obreros se han ido… A la puerta de enfrente. A comenzar otra obra. Es más, otra reforma integral. Estupendo, comienza la batalla, ahora a mi derecha [es un pasillo de corrala en forma de U y yo estoy en el vértice].
Cuando aún no había disfrutado de una miserable siesta, cuando aún no había visto nuestras plantas verdes sin cubrir por el polvo blanco de yeso, respirando al fin las pobres, todo comenzó de nuevo. Como en el día de la marmota.
Como las obras además no vienen solas, el edificio entero sufrió varios cortes de agua porque la comunidad decidió cambiar las canalizaciones para hacer mi vida un poco más difícil.
Claro, esta obra también terminó. Y otra vez pude descansar feliz durante… una semana y media.
Tiempo que tardamos en llegar a un acuerdo con la casera para que hiciera una pequeña reforma en el estudio y el dormitorio de nuestra casa. No es una reforma en sentido estricto, sino un apaño de la reforma que hizo antes de poner la casa en alquiler y que fue una auténtica chapuza que acabó con dos paredes llenas de humedades, condensación y hongos.
Nada grave, se limpia, se colocan unas planchas de pladur, y a correr. Y a limpiar. Mucho. Lavar cortinas, repasar altos de armarios y sacar el polvo de las lámparas. No quiero pensar en las estanterías del estudio donde se apilan varios miles de libros porque me da angustia y empiezo a hiperventilar.
Todo esto acompañado de que la comunidad de vecinos ha decidido que es el momento de cambiar la electricidad del edificio. Yuhuuu.
Sé que acabará. Claro que acabará. Pero es que otro vecino de la planta [somos 7] ha puesto a la venta el piso de la abuelita, que está igual que los otros dos, tal cual lo compró la señora allá por 1950. Y si alguien lo compra voy a poner dos matones en la puerta y les van a explicar a los obreros en qué consiste una obra sin ruido, y sin polvo.
Voy a comer algo reconfortante, me va haciendo falta.
INGREDIENTES
[4 PERSONAS]
Tomates, dos medianos [250 gr]
Que malo son las obras y más si no son en tu casa pero que te molestan como si lo fueran jejeje. Bueno espero que terminen pronto y te dejen descansar jejeje.
Con respecto al plato, me parece un plato muy exótico, la soja verde no la he probado pero tiene muy buena pinta.
Un besote y feliz comienzo de semana!
A mi me pasó lo mismo en el otro piso donde vivía, no tanto como a tí pero entré con obras en el baño del piso de al lado y continuó el de arriba con instalaciones de aire acondicionado y cambio de puertas y ventanas, no parece de mucho pero te tienen meses haciendo ruido sin parar… también pintaron todo el portal y descansillos de la comunidad y estuvo el «papel de obra» colgando hasta que los niños lo fueron quitando, horroroso… en fin.
Un plato exquisito me encantan las legumbres exóticas con muchisimas especias ;-)
Beso y feliz semana.
Nieves
Seguro que con tanto lío de obras, esta receta te habrá reconfortado, porque tiene una pinta estupenda. Las obras son fatales, y sobretodo si tienes que aguantar la de los demás… espero que pase pronto!
Un beso!!
Elena.
Nada que les va entrando la envidia a tus vecinos :-((
Tus judías mungo se ven pero que muy bien :-))
Un saludito
Me ha gustado mucho este post!. No conocía tu blog, te he conocido por un comentario tuyo en otro blog y me parece un blog muy chulo, con unas fotos preciosas! Yo también tengo un blog y ahora estoy de celebración, sorteo un lote de productos Castey valorado en 160€, te animas a participar? me encantaría contar contigo! encuentras toda la información aquí http://lesreceptesquemagraden.blogspot.com.es/2015/01/1-any-del-bloc-i-concurs-1-ano-de-vida.html
Un abrazo y espero que te decidas a venir a verme, besitos!
No se que es peor, si las obras que pasó Nieves, las tuyas o la cruz que tengo yo viviendo justo encima de un supermercado con carnicero despieza huesos. Estar en casa antes de las nueve de la noche es un verdadero calvario, pero si a eso le sumas los sábados tempraneros que el señor se dedica a preparar las piezas, antes de que le llegue la clientela (abre a las nueve), te podrás hacer una idea del grado de ansiedad que llega a provocar.
Menos mal que hay platos de legumbres que te quitan el mal sabor de las obras.
Bss
Elena
Es insoportable, a punto estuve de irme yo de casa este verano conviviendo con las obras, ruidos, obreros, polvo…me encanta la soja, especialmente edamame, disfruto mucho como tentempie o como entrante pero nunca lo probé como un guiso, lo tendré en cuenta pinta muy bien.
Saluditos
Todavía no se me ha olvidado la última vez que se ocurrió tener albañiles en casa. Mi cocina parecía una trinchera toda llena de tierra, baldosines por todos lados menos en las paredes … Me acuerdo y se me quitan las ganas de reformas pero ya. La soja no es un ingrediente que incluya en mi dieta y debería después de ver esta receta. Besos.
No me gustan las obras, ni cuando son mías ni mucho menos cuando son de otros. Pero últimamente, parece que tengo un imán y todos mis vecinos han decidido hacer algo en casa… Así que por aquí me tienes, sufriendo también, jaja. En cuanto a la soja, ¿te puedes creer que la descubrí el otro día en un blog? Así que hoy la veo por segunda vez y debe ser una señal para que la pruebe. Me apunto la receta y ya mismo me pongo a buscarla para comprarla.
Un besazo
Buff, eso pasaba en mi bloque de vecinos, que era acabar uno y empezar el siguiente, y con casi 60 familias para cuando acababa el último, empezaba de nuevo el primero, o abrían la calle, o decidian reformar los ascensores, etc, etc. Para nosotros mudarnos a esta casita alejada del mundo ha sido ganar en calidad de vida. Y en frío, pero llevamos mejor el frío que las obras ajenas. ¡Ánimo!
Pues si hablamos de las obras que te voy a contar, ahora mismo estoy sufriendo las obras de dos vecinos que se han puesto de acuerdo en reformar su casa y mira parece que es la hora de la siesta cuando los obreros deciden hacer más ruido y retumba todo el edificio, menos mal que hay platos reconfortantes como este que te quitan todos los males, mucha suerte en tus próximas obras, besitos
Sofía
No me hables de obras y reformas… por favor!!! ahora estoy descansando de ello pero en agosto empiezo con una reforma integral…ni te cuento!!! solo de pensarlo se me abren las carnes. Claro que cuando la obra es tuya parece que lo llevas mejor, cuando es del vecino…matarias!!! Y yo sin saberlo, pero haciéndolo, pues que suelo poner alga kombu en las lentejas y los garbanzos. Me ha encantado tu guisito de soja…y sí con chile!!! un abrazo
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