Hoy no os cuento un rollo.
Hoy comparto un microrrelato que escribí, y resultó finalista en el VIII Premio de Microrrelatos Manuel J. Peláez, de Zafra.
No es gran cosa esta, pero a mí me ha hecho una ilusión que no veas, y me apetece compartirlo :)
La lluvia no está
Perdí la lluvia hará un par de días. He pasado la tarde sentada en el suelo, abriendo los cajones uno a uno y elaborando una lista exhaustiva de todo lo que contienen. Lo he hecho tratando de poner remedio a este hábito tan mío de perder cosas. La lluvia no estaba ahí.
He encontrado una llave que acciona el desagüe de los sueños que ya no me sirven, un recuerdo de peces grandes y oscuros, y unas tijeras de podar. Busqué por los estantes de la cocina, entre las perolas y los vasos. Nada. Sí que estaba una duda antigua que seguía sin respuesta, guardada en un tarro de conservas vacío. A veces apilo la vida y me olvido de ella. Y yo busco la lluvia, y no la encuentro. Hay naranjas, cuchillos, grapadoras, ramas muertas y promesas envejecidas. Pero la lluvia no está.
Y me he quedado en el umbral de la puerta, preguntándome qué hago yo ahora con un paraguas en la mano.
Ana V.
CINNAMON ROLLS, método de Peter Reinhart
INGREDIENTES
- Soaker
- Harina de trigo blanca, 225 g
- Leche de avena, 170 g [puede ser leche normal]
- Sal, 4 g
- Biga
- Harina de trigo integral, 225 g
- Leche de avena, 140 g [puede ser leche normal]
- Levadura seca de panadero, 1 g
- Huevo, 1 ligeramente batido
- Resto de ingredientes
- Todo el soaker
- Toda la biga
- Sal, 5 g
- Levadura, 7 g [a más calor ambiente, menos levadura, si hace mucho calor en tu cocina puedes usar menos cantidad]
- Miel o sirope de ágave, 50 g
- Mantequilla en punto pomada, 50 g
- Harina integral de trigo, 50-60 g [para ajustes]
- Azúcar, 100 g – o fructosa, 50 g
- Canela en polvo, una cucharadita
MODUS OPERANDI
DÍA I. SOAKER, BIGA
En un bol mezclamos todos los ingredientes del soaker y amasamos. Tapamos el bol con film transparente, y lo dejamos reposar.
En otro bol, mezclamos todos los ingredientes de la biga y amasamos dos minutos, hasta integrarlo todo. Una vez hecho, dejamos la masa descansar 5 minutos, y volvemos a amasar un minuto más, para darle fuerza. Tapamos el bol y la dejamos reposar.
Pasada media hora, metemos los dos boles en la nevera y los dejamos reposar hasta el día siguiente.
DÍA II. AMASADO, FORMADO, LEVADO Y HORNO
Sacamos los dos boles de la nevera y dejamos 30 minutos a temperatura ambiente, para que pierdan el frío. Una vez pasado este tiempo, volcamos todo en la encimera, y añadimos sal, levadura, mantequilla y la miel o sirope de ágave.
Amasamos 2-3 minutos, descansamos 5-10 minutos, y volvemos a amasar 2-3 minutos más. Añadimos la harina extra para ajustes sólo si la masa lo pide, y de poco en poco para usar sólo la necesaria. Como es una masa un poco pegajosa, es muy probable que la necesites toda, pero no te precipites, deja que la masa decida.
Pasado este tiempo, dejamos que la masa leve dentro de un bol, tapada con un paño de algodón, hasta que doble su volumen [más bien será 1.5 veces su volumen, las masas integrales no doblan tanto como las masas blancas].
Una vez ha hecho este primer levado [en realidad es el segundo, porque la fase de soaker y biga cuenta como el primero], sacamos la masa del bol y la desgasificamos con mucho cuidado.
Espolvoreamos un poco de harina en la encimera, lo justo para poder trabajar, y extendemos la masa en un rectángulo con los lados lo más rectos que podamos. Sobre la masa distribuimos toda la canela y el azúcar, y enrollamos la masa sobre sí misma haciendo un rollo sobre el lado más largo [es decir, el lado del rectángulo que levantamos para enrollar es el largo, no el corto, no queremos rollos gordísimos de muchas vueltas].
Una vez hecho el rollo, cortamos secciones de 2-3 cm con un divisor de masas o un cuchillo super afilado [consejo: pasa el cuchillo por harina entre corte y corte] y las colocamos en una bandeja de horno, ligeramente separadas entre sí. Tapamos los rollos y los dejamos levar hasta que doblen nuevamente el volumen. Los cinnamon rolls se pueden hacer separados de uno en uno, o se puede dejar que se junten un poco y que sean una masa compacta de la que se puedan cortar fácilmente con la mano las secciones. Yo hice lo segundo, porque la masa integral es más complicada y se desparrama con cierta facilidad.
Precalentamos el horno a tope con antelación suficiente.
Una vez hayan levado, los podemos pintar con huevo batido, o con leche; y los metemos al horno, y los cocemos a 200ºC unos 25-35 minutos, según la potencia de tu horno y de la altura de la masa. La única forma de saberlo es ir comprobando si están hechos con un termómetro de cocina [temperatura interior por encima de 95ºC] o golpeando en la base: cuando esté hecho sonará hueco.
Hola Ana, muchísimas gracias por compartir tu talento. Me das una alegría cada vez que veo tu entrada en la bandeja de correo. Un placer leerte.
Un relato muy bonito Ana, seguiremos buscando la lluvia,que muchas veces perdemos entre los cacharros
Una receta maravillosa para estas tardes que ya son largas….
Muchos besitos
Un relato muy bonito enhorabuena por ese premio 👍una buena receta para acompañar un café en las tardes de lluvia 😉besinos