Pocos monumentos se le han hecho a Yotam Ottolenghi, a mi juicio. Que igual no es un juicio imparcial, lo sé. Pero oye, es el mío.
Es buen cocinero, generoso con su conocimiento, vegetariano y posicionado políticamente en lo que para mí, es #elladobueno [y obviamente para otros, #elladoequivocado]. Lo tiene todo este muchacho. Me estoy conteniendo para no añadir que es alto y guapo porque no voy a definir a una persona con criterios tan subjetivos y que no aportan nada. Pero a mí me lo parece. Claro que a mí todo el que pida el fin de la guerra en Gaza ya me parece la leche, que con eso sólo ya me tenía ganada.
He hojeado su libro «Plenty» con la intención de cocinar unos champiñones portobello maravillosos de un muy buen tamaño, porque sabía que Yotam tendría algo para ellos. Es una receta muy sencilla, nada de rellenos elaboradísimos con bechamel o con salsas densas. Un sofrito con ingredientes bien escogidos, y las hierbas adecuadas. Un poco de queso, y el gratinador del horno.
Los he acompañado con patatas asadas, para tener una receta vegetariana. En casa comemos carne, pero no todo el rato y no en todas las comidas. Vamos equilibrando.
El resultado es super sabroso, una concentración de sabores increíble en un sencillo champiñón con un ligero gratinado. Razonablemente fácil y rápido. Si lo haces en fin de semana, entre tiempo y tiempo de horno puedes tomarte un vino. Lo tiene todo esta receta.
CHAMPIÑONES GRATINADOS CON GUARNICIÓN DE PATATAS
INGREDIENTES
- Champiñones portobello, 250g
- Puerro, medio
- Apio, una ramita [sin las hojas]
- Ajo, 2 dientes
- Tomates secos, 3-4
- Albahaca fresca
- Estragón
- Queso parmesano
- Queso para gratinar [puse gouda… sí, sé que no es el ideal]
- Aceite de oliva, sal, pimienta
- Guarnición: patatas
MODUS OPERANDI
Antes de empezar a hacer nada, hay que precalentar el horno para tenerlo listo cuando lo necesitemos. Si los tomates secos no están hidratados [a veces los venden en aceite], los hidratamos en agua.
Lavamos bien las patatas [o las pelamos, si las queremos asar sin piel] y las cortamos en láminas de 2-3mm de grueso, lo más uniformes que podamos, para que se asen por igual. Las ponemos en una bandeja de horno, añadimos un hilo de aceite y las embadurnamos ligeramente, salpimentamos y las metemos al horno a 200 ºC, programamos 10 minutos. Cuando haya pasado este tiempo, las movemos un poco, y en la misma bandeja ponemos los champiñones. Volvemos a programar 10 minutos. En este tiempo hacemos el sofrito del relleno.
Mientras el horno está en marcha, limpiamos con un paño ligeramente húmedo los champiñones [mejor no meterlos bajo el grifo] y les retiramos las partes terrosas. Retiramos también los pies, y los guardamos.
Cortamos el puerro y el apio en brunoise [daditos pequeños pero no microscópicos], picamos los pies de los champiñones, pelamos el ajo y lo picamos muy menudo.
Ponemos a pochar el puerro y el apio con un poco de aceite y una pizca de sal [sin pasarnos, que después hay queso], y lo dejamos que se ponga blandito y tansparente a fuego bajo. Añadimos entonces el ajo, y lo cocinamos 2 minutos más, y finalmente escurrimos y picamos los tomates secos y los incorporamos a la sartén junto a los champiñones picados. Dejamos que se cocine todo otros 5 minutos, y retiramos del fuego. Rallamos el queso parmesano, picamos la albahaca y el estragón y lo integramos.
Cuando hayan pasado los primeros 20 minutos de horno [10 con las patatas solas, y 10 tras incorporar los champiñones], sacamos la bandeja sin apagar el horno, y colocamos una cucharadita de la mezcla en el interior de cada champiñón. Ponemos encima un trocito de queso para gratinar, y devolvemos todo al horno otros 10-12 minutos, o hasta que veamos que el queso está crujiente y dorado.
Importante, antes de sacarlo del horno, comprobar que las patatas están cocinadas. Para ese grosor deberían estar en su punto en los 30 minutos que se han cocinado, pero si necesitan un poco más de tiempo, se lo concedemos, tengamos paciencia.