MUFFINS DE TRIGO INTEGRAL Y AVENA CON LIMÓN Y SEMILLAS DE AMAPOLA

Muffins. O magdalenas. A tu elección lo dejo.

Los llamaré muffins por respetar la receta original, que sale de un libro de King Arthur Flour. Pero no se enfadarán si les cambias el nombre.

Son la primera receta cocinada para publicar en la casa nueva. Sí. Me he mudado. Nos hemos mudado. La mudanza trajo una explosión de cajas llenas de cosas, que colocamos en dos semanas escasas [todas las cajas vacías, sin excepción, durante el primer mes] y que ahora casi nunca sabemos donde fueron colocadas.

Tenemos demasiadas cosas. Sí, demasiados libros, demasiada ropa, demasiados moldes de galletas. Bueno, no, moldes de galletas… na, esos son los justos. Incluso caben más. Y sé donde están. Puedo encontrarlos sin abrir para ello 5 o 6 puertas de armario y cajones.

Otras cosas no han tenido la misma suerte. Hay objetos perdidos en cada cajón, en cada caja de almacenamiento guardada en los armarios y en cada estante. Hemos comprado unas tijeras, para encontrar al día siguiente las que habíamos dado por perdidas. Busqué sin descanso un molinillo manual y sólo tras rendirme y usar un mortero para lo que quería hacer, hizo acto de aparición en un rinconcito de un armario esquinero [los armarios esquineros esconden cosas a propósito sólo porque les divierte ver como nos volvemos locos buscando]. Sé que hay un rallador microblader de marcapijaycara pero los cajones se niegan a dármelo, por más que se lo pido poniendo cara de dar mucha pena y necesitar mucho rallar una capa de pocas micras de piel de limón.

La casa juega con nosotros. Lo sabemos.

Tenemos patio. Un patio pequeño con una parra enorme en la que vive una araña a la que de cuando en cuando regalamos algún pequeño insecto. Ella nos salvaguarda de algunos mosquitos y custodia las uvas. Vive también una salamanquesa y algunas hormigas, y cuando hace sol, la gata, que no se mueve del felpudo del patio ni para dejarnos salir.

Pintamos los azulejos de un azul turquesa precioso, que con la luz de la tarde, queda increíble en las fotos. Aún quedan cosas por hacer, pero creo que toca desperezarme y volver poco a poco al blog. Esos azulejos quieren salir más veces por aquí.

INGREDIENTES

[18 muffins]

  • Harina integral de trigo, 225g [1 1/2 tazas*]
  • Harina de avena, 90g [1/2 taza]
  • Harina blanca de trigo, 110g [3/4 de taza]
  • Levadura de repostería, 2 cucharaditas [10-12g]
  • Bicarbonato sódico, 1/2 cucharadita [3-4g]
  • Sal, una pizca
  • Mantequilla a temperatura ambiente, 110g [1/2 taza]
  • Azucar, 220g [1 gtaza] o fructosa, 110g [1/2 taza]
  • Huevos, 2 grandes, a temperatura ambiente
  • Limón, 2 [ralladura y zumo por separado]
  • Yogur o kefir, 180g [3/4 taza] y un poco más para ajustes
  • Semillas de amapola, 1/4 taza
  • Opcional: un poco de glasa sencilla [azúcar glass y zumo de limón] y sprinkles
    • *Tazas se refiere a la medida estandarizada de cups americanos

MODUS OPERANDI

En un bol grande, pon todos los ingredientes secos [las tres harinas, levadura, bicarbonato, sal] y mezcla todo con unas varillas, al haber harina integral no merece la pena usar un tamiz de harina, pero puedes hacerlo si es tu costumbre, sólo tendrás que añadir el salvado de la harina integral cuando hayas terminado.

En un bol aparte, pon la mantequilla y el azúcar o fructosa, y con ayuda de unas varillas eléctricas [también puedes usar directamente un robot de cocina] bate la mezcla hasta que empiece a estar blanquecina y cremosa, con un poco de volumen. Añade el primer huevo, intégralo completamente y solo entonces añade el segundo huevo. Una vez está totalmente integrado, añade la ralladura de los dos limones.

Añade a esta mezcla, de uno en uno y siempre incorporando bien antes de añadir el siguente: una tercera parte de la mezcla de harina, el zumo de limón, otra tercera parte de harina, el yogur o kefir, y por último la harina restante. Si la textura es gruesa añade un poco más de yogur o incluso un chorrito de leche, debe quedar textura de bechamel espesa [si los limones no dieron mucho zumo podría hacer falta un ajuste].

Rellena las cápsulas de muffin hasta 2/3 partes de su capacidad, aproximadamente. Yo para estas cosas me suelo ayudar con una manga pastelera y una boquilla ancha, hace que los muffins crezcan bastante uniformes.

Una vez el horno precalentado, metemos los muffins, a ser posible en una bandeja de metal para muffins (hacen que crezcan más uniformemente y suban más) y los horneamos unos 15-20 minutos a 180ºC. Vigilamos el horno, cuando empiecen a estar dorados, los pinchamos con una aguja larga o con un cuchillo, y comprobamos que sale seco. Cada horno es diferente y no todas las cápsulas son iguales.

Dejamos enfriar en una rejilla, para que no se empapen de vapor las cápsulas.

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