LENTEJAS CON SETAS Y GAMBÓN [Invisibles]

Lentejas con setas y gambon Lentejas con setas y gambon

A ver como os explico yo esto.

En casa, nos gusta comer. Comer-comer. De verdad. De eso que comes y te sacias, ya sabéis. Y resulta que los chefs con chorrocientasmil estrellas Michelín lo que pretenden con sus platos es que los degustes. A ver, que degustar mola, pero si en casa a medio día hago una cosa de degustar y no una de comer luego me tengo que bajar al kebab a por un durum porque me quedo con hambre.

Así que cuando las chicas de #cookingthechef nos plantean un cocinero, yo lo primero que hago es ver si esta persona come, o solo degusta. Y en función de eso yo ya me organizo. Susi Díaz, cocinera elegida este mes, es de las segundas. Claro, así tiene ese tipín trabajando en una cocina. Tenía truco la cosa.

En mi casa, como somos de comer, ya lo he dicho, he hecho un plato inspirado en una propuesta de la chef, pero lo he convertido en un primer plato real, de no quedarte con hambre, de menú de dos platos y no de menú de 8 platos. He aumentado las cantidades y calculado la receta para 2 o 4 comensales, según sea o no plato único. Y he plantado un señor gambón encima porque mi pescatero esa mañana no tenía otra cosa más apañada. Y la verdad, nos ha gustado.

Sobre la chef, de Susi Díaz yo siempre recuerdo dos cosas. La primera, es la técnica para cocinar las gambas que ella propone en sus lentejas con ceps y gamba arrocera. Ya os adelanto que aunque me fascina, no la he utilizado y he marcado mis gambones a la plancha, ya os cuento más adelante esto. Y la segunda, es una conversación que tuve con un tipo hace… tal vez un par de años.

La cosa fue así. Susi Díaz fue invitada a un jurado de un programa de cocina en televisión, junto con otros tres cocineros varones. Quienes eran no viene al caso. Y al día siguiente, por estas conversaciones tontas, acabé comentando el programa con un amigo mientras tomábamos unas cervezas con más gente.

Mi amigo estaba en profundo desacuerdo con el veredicto del jurado y defendía a ultranza al concursante expulsado. Y hablaba con energía de los tres chefs varones que habían participado del jurado. Yo, al cabo de un rato, le pregunté qué le había parecido la intervención y el juicio de Susi Díaz. La conversación pudo ser algo así como esto [disculpad la reconstrucción, que esto no fue ayer]:

– Y entonces, ¿Susi Díaz te pareció muy dura también?
– Susi qué?
– Susi Díaz, tío, la chef de La Finca
– No había oído hablar de ella
– ¡Pero tío estás a por uvas! Si era la cuarta juez ayer, como no te vas a acordar, la chica rubita delgadita
– Ayer había tres chefs
– Había cuatro, no tres
– No, había tres. En serio. ChefVaron1, ChefVaron2, ChefVaron3. Tres.
– Falta Susi.
– Tía ¿no lo habrás soñado?
– Eeeeeh no, no lo he soñado. Susi Díaz formó parte del jurado.

– Tía no es que lo quiera poner en duda, es que no sé de qué me hablas.

Es que no sé de qué me hablas. Literal. Me quedé pasmada.

Tanto, que cada vez que veo a Susi Díaz, a Carme Ruscalleda o a María Marte, se me hace más tangible por qué hay tan pocas mujeres que hayan alcanzado un lugar en el universo de los grandes chefs. Y es porque, simplemente, no existen. No son percibidas. Son invisibles. La anécdota de mi amigo, no es una anécdota. Es un hecho recurrente que se produce porque las mujeres a veces parece que vivimos en otro canal de la realidad. Como cuando estoy en una reunión, una compañera interviene proponiendo una idea, nadie le da cuerda, y diez minutos más tarde un tío da la misma idea y le aplauden. Como hace dos semanas, que una compañera tuvo una iniciativa y otro compañero media hora después felicitó por ella a otro tío que estaba en la reunión y que no había tenido nada que ver.

Que no. No son accidentes. Ni despistes. Es la naturalización de la invisibilidad. Yo como podéis ver no suelo dejarme y me hago notar, y eso que en los compañeros varones se ve como un signo de personalidad, a mí me ha costado a veces que me llamen prepotente o sobrada. No me importa lo más mínimo.

Es muy cierto que el mundo está cambiando, que las mujeres cada vez ganamos más posiciones y nos hacemos más visibles, pero estas pequeñas cosas, estos detalles nimios, suben a la superficie algo que no ha dejado de ser real, ese subconsciente colectivo que deja a un lado a quien no se espera que esté ahí. Y tengo que insistir en que se ha ganado mucho, que el trato diferente es cada vez menos habitual, pero subyace. Subyace en asambleas mayoritarias de mujeres [93% de mujeres] con portavoces masculinos, subyace en estas conversaciones, subyace en el subconsciente colectivo donde las mujeres, a pesar de estar ahí al frente, a veces, se desvanecen y desaparecen de la memoria.

Una mierda, vamos.

Lentejas con setas y gambon Lentejas con setas y gambon

LENTEJAS CON SETAS Y GAMBÓN

[4 PERSONAS COMO ENTRANTE, TAL CUAL ESTÁ LA FOTO / 2 PERSONAS SI ES PLATO ÚNICO]

CAL 212,8 · HC 17,5 · PR 16,0 · GR 10,2 [POR RACIÓN, COMO ENTRANTE]

INGREDIENTES
Las lentejas
Lentejas caviar, 150 g peso en seco / 400 g peso cocidas
Caldo de verdura, 1 cucharada
Alga kombu, un trozo [opcional]
 
Además…
Setas de cardo, 200 g
Tomate fresco, 160 g
Almendras crudas, 40 g
Ajo, 2 dientes
 
Los gambones
Gambones, 8 piezas
Guindilla, 1

Aceite de oliva, 2 cucharadas

MODUS OPERANDI

Lo primero que tenemos que hacer será cocer las lentejas. Las tendremos que haber puesto en remojo el día de antes. Yo las he cocido en olla exprés con caldo casero de verduras y alga kombu, que ayuda a digerirlas mejor. Con remojo de una noche han tardado 12 minutos en olla exprés, pero si usas otra variedad tendrás que ajustar este tiempo. Una vez cocidas, las reservamos.

Aparte, preparamos todos los ingredientes antes de hacer nada. Picamos las setas en daditos muy pequeños, igual que el ajo. Por otra parte, pelamos los tomates y retiramos las semillas [las guardamos para unas tostadas] y cortamos la carne en dados. Esto evitará que haya exceso de líquido. Y por último rompemos ligeramente las almendras con ayuda de un mortero. Una vez listo, comenzamos.

En una sartén con una cucharada de aceite salteamos las setas 2-3 minutos con una pizca de sal. Añadimos el ajo y continuamos 5 minutos más, hasta que se cocine todo. Cuando lo tengamos listo incorporamos las lentejas, el tomate y las almendras, al mismo tiempo. Cocinamos el conjunto entre 5 y 10 minutos, hasta que evapore el líquido. Reservamos sobre el fuego ya apagado para que no pierda calor, ajustando la sal en el último minuto.

Y nos quedan los gambones. Susi propone una forma de cocción que me fascina, y no seguí porque no encontré gamba roja, que es más pequeña. Cocer así los gambones me parecía que se iba a eternizar. Ella propone calentar abundante aceite de oliva en un cazo con ajo y una guindilla, y una vez caliente, ensartar cada gamba en un palo de brocheta, colocarla sobre el cazo sin tocar el aceite, y regarla varias veces con aceite caliente, sin sumergirla. En su lugar, yo hice los gambones con el ajo y la guindilla a la plancha.

Y sólo nos queda montar el plato. Para ello ayúdate con un aro de emplatar [o una lata vacía abierta por ambos lados] para colocar las lentejas, y sobre ellas, pon los gambones, o gambas, o lo que hayas decidido.

Lentejas con setas y gambon

17 comentarios en «LENTEJAS CON SETAS Y GAMBÓN [Invisibles]»

  1. Elena

    Un plato delicioso Ana, las lentejas son mis legumbres preferidas. Y ya coronadas con esos gambones, qué te voy a decir… Respecto a lo que comentas al principio, en muchos ámbitos y ocasionas las mujeres aún somos invisibles. La cosa va cambiando poco a poco, pero demasiado poco a poco… así que creo que llegar a ser alguien de renombre en la cocina siendo mujer tiene mucho mérito.
    Ah! Y tú también dices pescatero 😜

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  2. Has elegido al igual que yo un plato de lentejas, aunque yo me he ido a una ensalada. Me encanta usar marisco y pescado con las legumbres mucho más que las carnes grasas que usaban nuestras madres y abuelas. Los platos me parecen mucho más saludables con la reducción de colesterol. Las haré también con gambones que si el bicho es grande cunde más, je je.

    Bss

    Elena

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  3. Patty Frattini

    Ana, buen alegato y buena receta.
    Es verdad todo, lo de la invisibilidad y lo de las porciones para degustar o comer.

    No me gustan los programas de chefs, jurados o cocinas de la tele en general… debe ser que estoy saturada. Ahora, sí me paso de vez en cuando por canal cocina y a veces pillo buenas cosas. Sobre todo de Jamie Oliver.

    Un plato precioso y seguro que rico, rico.

    Besos y un buen y sabroso fin de semana sin demasiadas 🍺 cañas con gente que no ve a las mujeres o que les cuesta verlas. Salud.

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  4. Totalmente de acuerdo contigo. No suelo mirar mucha tele, pero el papel de las mujeres en general pasa bastante desapercibido..de todas maneras espero que vaya cambiando con las generaciones venideras…tenemos que educar a los peques en el respeto!
    Qué decir de tu elección? que me pirro por probarla, tiene una pintaa espectacular y además comiendo sano, no se puede pedir más!! delicioso!
    besitos

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  5. La verdad es que no suelo ver programas de cocina con concursantes y jurado solo veo programas de cocina de Canal Cocina pues me parece que todo eso es puro teatro y que nos toman el pelo ,al igual que pesadilla en la cocina en fin que si los hacen es por que tienen audiencia y aunque hayan pasado dos años de la conversacion con tu compañero , este ni se fijo ni sabia quienes eran los chef , que perdida de tiempo en fin cada uno con el suyo hace lo que quiere ,pero estoy de acuerdo contigo las mujeres tenemos menos oportunidades que los hombres solo hay que ver cuantas rectoras de universidad hay o juezas en el tribunal supremo por poner un ejemplo , que si somos invisibles pese a que poco a poco vamos ganando posicion.
    El plato que has elegido para el reto tiene muy buena pinta ,es una pena no poder meter la mano y dar cuenta de el se ve de lo mas apetecible y seguro que estaba de rexupete.
    Bicos mil y feliz finde wapa.

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  6. A ver Ana, si Susy lleva puesta una chaquetilla convencional de cuello alto, pasa desapercibida para tu colega. Ahora si llevara los botones o cremallera abiertos enseñando gran parte del canalillo la conversación entre cerveza y cerveza habría tomado otros derroteros.

    Vaya!!!, que tienes razón, menos mal que las mujeres formamos piña y entre nosotras nos apoyamos, queda mucho camino por recorrer.

    En casa también somos de comer y no solo de degustar ( sobre todo el macho alfa de la casa), yo la verdad si me ponen 14 platos de degustación me quedo más que satisfecha.

    Me gusta tu receta con ese super gambón coronando el plato.
    Bss

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  7. La receta un 10. Tu discurso un 20. Para mi resulta muy paradójico (y sintomático…que me gustan las esdrújulas jejeje) que los «grandes chefs» han aprendido con sus madres y abuelas, que son las verdaderas cocineras, que son mayoría y sin embargo, habiendo como hay más cocineras, al final no se les de credibilidad más que para «cocinar en casa» y no en un gran restaurante con estrellas michelin…y quien dice eso dice cualquier ámbito profesional. En fin, yo también soy de comer, me enervan los platillos mínimos aunque estén de soltar lagrimones del gusto, y tu plato, aparte de bonito, es una delicia (todo sea dicho que cuando he visto el plato he pensado en morcilla en lugar de en lentejas jejejeje). Besitos

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  8. Victoria E

    Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices en tu defensa por la mujer………que pasa más veces de lo que quisíeramos y de diez la receta y la presentación¡¡¡¡
    Muchos besitos¡¡

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  9. Ana, has hecho muy bien en convertir tu plato en un plato principal, porque además seguro que estaba como para comerse una ración de un tamaño normal y no una degustación. Me ha gustado mucho tu elección, porque me parece una combinación deliciosa.
    Respecto a lo que dices de los chefs, por desgracia es así, aunque poco a poco la cosa va cambiando, porque no pueden negarse a la existencias de chefs mujeres que lo hacen de maravilla.
    Un besito.

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  10. Natalia Cortes

    De acuerdo contigo Ana, esta cocinera y chef autodidacta es de las de degustar y es que también se analizan las diferencias que la verdad muchos sobre todo los que más estrellas tienen con el kit de platos que suelen tener en sus restaurantes resultan en mini preparaciones de muchas, muchísimas entradas (cosa que para ir a un restaurante es ideal, si tenemos el dinero para ello por supuesto, que una experiencia de estas creo que vale la pena, probar de a poco un montón de mini platillos elaborados, pero para aterrizarlas a las cocinas reales, pues hay una gran diferencia. Esto, también lo intente con su postre de piña colada, aterrizar la cosa sin aparatos raros…

    De lo invisibles que somos las mujeres, es que es una cosa que nos han metido desde siempre en el fondo del ADN de una sociedad machista en donde muchas veces las más machistas son las mismas mujeres, porque con ciertas actitudes, pues como que ni se fija la gente y terminamos tragando sapos siempre. Concuerdo con todo y me identifico mucho con aquello de no dejarse, cosas que parecen nimiedades (Pero NO lo son) y ahí es donde tenemos que estar presentes siempre, así nos digan gritonas, sobradas. Que un tipo si puede hablar duro y le dicen que carácter tiene este “caballero”, va una a hablar y la tildan de loca grosera…, así son las cosas. Bien que todo esta cambiando, así sea a punta de «gritos» para muchos, lo importante es sentar precedentes, así ya te van conociendo, respetando y visibilizando
    Contigo siempre fluye la conversa… jajajjaja pero me encanta, pues nada que tu receta es un aterrizaje merecido a nuestras cocinas, contundente como nos gusta y culminado como se debe con ese gambón precioso. besos

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  11. Pero sabes lo que nos queda en la memori, ese potaje de la abuela, o esa tortilla de la madre… porque las grandes cocineras miman a su familia y no necesitan hacerse notar ni necesitan estrellas, lo que ellas disfrutan es viendo sonreir a la familia cuando se sientan todos alrededor de una mesa, eso es lo que debemos conservar una buena cocina casera para compartirla con risas y charlas alrededor de una mesa, degustar, comer y saciarte por ejemplo con esta delicia que por mucho que tu pescatero no tuviera otra cosa ese día es perfecto para disfrutarlo, perfecta elección Ana, besos

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