PANECILLOS CON PASAS [Las prisas]

Panecillos con pasas  Panecillos con pasas  Panecillos con pasas Panecillos con pasas 

Yo soy una firme defensora de esto de que las prisas no son buenas. Me considero una de esas personas tranquilas que van por la vida siempre organizaditas. Tengo una agenda disparatada, y siempre hago muchas cosas, pero tendríais que ver lo mona que la llevo: todas las cositas apuntadas, cada tipo de actividad de un color [grupo de consumo en verde, ong en naranja, cumpleaños en violeta, citas médicas color arándano…] y todo bien anotado con sus horas, lugares y notas oportunas.

Hasta tengo apuntado cuando publico mis compromisos blogueros, en una agenda aparte que por supuesto se sincroniza con mi agenda principal. Y algunos meses llego a apuntarme cuando tengo que cocinarlos para ir a tiempo a las cosas.

Como ya os estáis imaginando, en el #asaltablogs, pertenezco claramente a la sección #cagaprisas. Los #cagaprisas somos esos asaltantes escrupulosamente organizados que en cuanto se sortea el blog que será nuestra víctima del mes, lo sacudimos hasta que cae sobre nuestra pantalla la última receta, las revisamos, decidimos cual haremos, la anotamos, planificamos la compra y echamos un vistazo a la agenda para ver que día de esa primera semana lo vamos a cocinar.

En oposición a nosotros vive otra facción de la humanidad asaltante, unos seres carentes de escrúpulos y conciencia, personas que viven al día y asaltan en el último minuto. Esos seres piensan que con empezar una hora antes de la publicación van sobrados y hasta se ponen una cervecita para hacer una pausa. No necesitan planificarse. No les hace falta haber escogido receta. Ni haber hecho la compra. Viven al límite. Se llaman #cronoyonkis.

Pues bien, yo no soy de esos. Lo de este mes… ha sido… un revolcón de la vida. Literalmente. Todo empezó cuando se publicó el blog asaltado, El cajón desastre de Maggie. Que me hizo una ilusión que no veas. Porque a Maggie tengo la suerte de conocerla en persona y es un amor de mujer, que siempre es de agradecer cuando una va a revolver la cocina de otros. Porque sabes que dejes como dejes los cacharros, no se va a enfadar. Tenía tres fines de semana por delante [entre semana no como en casa y en las cenas no suelo complicarme]. El primero la vida me mantuvo lejos del horno. Lo dejé para el segundo [iba sobrada yo]. Bien.

Llegó el segundo. Este mes los astros se han conjurado para que yo no pueda descansar [mi incapacidad para decir que no os garantizo que no ha tenido nada que ver…] y llegué al finde un poco… a rastras. Salí el miércoles a un evento, el jueves de cena, y el viernes con unos amigos. Pensaréis que soy una fiestas. No es así. El sábado tuve voluntariado y eso exige que me levante a las seis de la mañana. Después de haber salido, sí. Es mala idea, ya. Llegué a casa y como por la tarde tenía una reunión de una historia que no viene al caso, me lié con los panecillos con pasas que he asaltado a la buena de Maggie nada más llegar.

Hice la masa y ahí empezaron mis problemas. En un intento por atajar lo más posible, metí todos los ingredientes juntos al robot amasador. Mal. Eso no me permitió hacer a tiempo los ajustes de huevos y líquido que necesita la receta [porque no todas las harinas tienen el mismo índice de absorción ni todos los huevos pesan lo mismo, y porque como no puedo tomar queso quark usé leche de soja en su lugar]. Tampoco me pareció necesario calcular la masa sin mantequilla, amasarla y después añadir la grasa. Craso error de nuevo. Rectificarlo me costó ajustes tardíos de los que me acabé lamentando. Dejé aquello levando cuando me había medio apañado con ello, y me fui a hacer cosas: organizar la casa, reunirme, volver a casa, tomar unas cañas [de verdad que no soy una fiestas, os lo prometo, soy de lo más formal]. Volví a casa y al ir a formar los bollos… recordé aquello de que son de pasas… y no había puesto pasas.

Las incorporé en el plegado, justo antes de dividir la masa. Venga, va, que van a levar otra vez, no puede ser tan grave. Como aquello ya iba desbocado hacia el desastre absoluto, una vez que levaron por segunda vez los metí al horno. Estaba tan absolutamente agotada tras todo ese trajín y sin descansar, que puse el temporizador y decidí echarme una cabezadita los diez minutos que tardan en hornearse. Me despertó el olor a pan. Cuando el olor a pan llega al salón… es tarde. Muy tarde.

Los bollos carbonizados se pudieron rescatar para comer raspando un poco la superficie, pero hacerles fotos… inviable. Dejamos este asunto chamusquero para el próximo fin de semana. Llega el viernes, y salgo, claro. El sábado madrugo para una reunión. Y el domingo publico. De modo que me veis, el viernes por la tarde en la única hora que paso en casa entre la salida del curro y unas clases a las que asisto, preparando la masa en lugar de echarme la necesaria siestecita. El sábado a las siete de la mañana antes de ir a la reunión y con el café a medio tomar, dividiendo los bollos y boleando cada uno, en albornoz y sabiendo que iba ya tarde. Y después de comer, horneando y fotografiando todo.

Estoy escribiendo la entrada a ratos, entre el sábado por la tarde antes de salir con unos amigos [joder empiezo a pensar que soy una fiestas hasta yo, que sé que no salgo mucho] y el domingo a las nueve de la mañana, una hora antes de la publicación.

Y la única conclusión a la que he llegado con todo esto es: Soy una #cagaprisas por naturaleza, vivir al límite no es para mí.

Panecillos con pasas

 

Panecillos con pasas 

 

PANECILLOS CON PASAS

CAL 346,1 · HC 59,0 · PR 9,8 · GR 9,3 [100 G]

INGREDIENTES
[8 BOLLOS DE 100 G]
Harina panadera, 400 g
Sal, 8 g
Levadura seca de panadero, 4 g
Leche de soja, 100-120 g*
Huevos, 2 o 3*
Azúcar, 50 g
Mantequilla**, 50 g
Pasas, 100 g
 
*Depende de lo que admita la harina, se explica en las instrucciones

**La mantequilla tiene cantidades residuales de lactosa, si no puedes tomarla, hay mantequillas sin lactosa en el mercado, pero por lo general los intolerantes podemos tomar la normal

MODUS OPERANDI
 

Antes de empezar debes saber que las masas que incorporan huevos, mantequilla o ambos, son un poco más lentas de trabajar, necesitan un amasado bastante intenso. Yo te recomiendo el uso de un robot, pero si no lo tienes, a mano se pueden hacer sin problema. Lo único es que te cansas un poco más.

En el bol del robot amasador, o en su defecto en un bol, ponemos la harina, la levadura, la sal y el azúcar. Añadimos 100 g de leche y lo mezclamos. No va a integrarse por ahora. Incorporamos dos huevos y lo amasamos todo. El resultado tendrá que ser una masa dura y compacta, si no lo es y hay harina suelta, juega con la leche que tienes de más o añade un huevo, según veas que hace falta. Yo te pongo como lo hago y lo que he usado, pero no todos los huevos son iguales ni todas las harinas o leches se comportan igual. La primera vez que hice estos bollos pagué caro hacerlo a lo loco.

Una vez tengamos esta masa, incorporamos la mantequilla en dados y a temperatura ambiente. Amasamos hasta tener una masa lisa y brillante, que se despegue de las paredes del bol. Tarda un poco, pero llega. Al comienzo se forma un engrudo que parece que no va a remontar. Ten paciencia.

Una vez tengamos la masa lista, incorporamos las pasas. No lo haremos antes porque con el amasado en robot se pueden romper y además es más cómodo amasar sin ellas. Yo las he incorporado a mano porque no me gusta marear las masas con cosas metidas dentro, prefiero hacer esto con más delicadeza. Cosas mías.

La metemos en el bol, la tapamos [yo uso un plato para no usar tanto plástico] y la dejamos levar hasta que doble su volumen. Yo la dejé en la nevera toda la noche. En la foto puedes ver el aspecto que tenía en la parte adherida al bol, y ver como ha levado y se ha expandido.

Una vez ha levado, desgasificamos con cuidado la masa, sin desgarrarla, y la aplanamos en un disco todo lo redondo que podamos. Dividimos el disco en 8 quesitos, usando un divisor de masas o un cuchillo afilado [jamás de los jamases hagas esto pellizcando la masa]. Si quieres hacer bollos de 50 gramos, deberás volver a dividir la masa una vez más. También puedes formar un cilindro y cortar secciones, a tu criterio. Yo suelo pesar las bolas y compruebo que son razonablemente similares; si hace falta, reajusto cortando y poniendo masa entre ellas. Es fundamental que sean muy parecidas para que se horneen igual.

Cada porción la boleamos hasta tener 8 bolas [o las que hayas decidido] completamente lisas, y con los pliegues bien sellados. En la receta de panecillos de calabacín y curry hay un tutorial con fotos de como plegar una bola de masa, y en panarras una explicación de como se bolean y sellan muy completa y didáctica.

Una vez formadas las bolas, dejamos que leven una segunda vez. Tardan sensiblemente menos que en el primer levado, yo las he vuelto a dejar en la nevera porque no podía quedarme en casa, iba a pasar cinco horas fuera. A temperatura ambiente de unos 18-22 ºC calculo que en poco más de una hora y media habrían doblado su volumen. En frío han tardado las seis horas que he estado fuera, más otros tres cuartos de hora largos hasta que se han atemperado una vez fuera de la nevera. Pero los tiempos de levado dependen siempre de la temperatura ambiente, no hay instrucciones que valgan aquí.

Y sólo nos queda el horno. Estos bollos se hornean a 250 ºC entre 8 y 12 minutos, según la potencia del horno y el tamaño final que tengan. Es muy importante que el horno esté al máximo de temperatura posible antes de meterlos. Y no perderlos de vista.

Por último, verás que tienen una pequeña incisión en la superficie. Te lo explico. Estos bollos no hace falta estrictamente greñarlos. He decidido hacerlo por un motivo práctico: Al tener pasas grandes incorporadas, algunas de ellas han quedado muy cerca de la superficie o incluso asomando. Esas aberturas, por pequeñas que sean, pueden funcionar como chimeneas y hacer que el vapor de la masa salga por ellas mientras se hornean. Greñar los bollos permite que el vapor salga por ese corte, y los bollos no estallen por una pasa díscola o un pliegue mal sellado.

31 comentarios en «PANECILLOS CON PASAS [Las prisas]»

  1. Bea

    Bueno fiestas no se pero q no paras en casa y q estas con cerveza o vino eso si jajaja a veces hay q vivir al límite y una buena ladrona tiene q notar el pánico alguna vez jejejej unos bollitos de lujo eres una crack sea con tiempo o a última hora 😘

    Responder
  2. Te han salido estupendos Melm, me siento identificada contigo, yo también suelo organizarme, aunque claramente no tanto como tú y también me ha pillado el tiempo esta mes, madre mía que estrés, espero no perder el control otra vez, esto no puede ser sano, pero esa sensación cuando ya has publicado y participado en el reto te lo quita todo.

    Responder
  3. Que bollitos tan ricos, a ver si me animo a probarlos. Vaya lio te armaron los bollitos, jajaja, desde luego ir a descansar si solo tardan 10 minutillos….yo mejor ni me voy de la cocina que sino me toca rascar carboncillos, jajaja. Pero te han quedado estupendos.
    Tu estas segura que no estas siempre de fiesta??? Me he sentido fatal, jajaja, en todo el año salgo menos que tu en una semana, jajaja
    Besoste!!!!!

    Responder
  4. Ana. Yo no apunto nada, asi me sale todo jajja, creo que me voy a acordar de todo…. y el reto del pan llevo dos meses publicándolo el día antes jajajja. Pero me niego a apuntarlo. este mes a ver si lo hago bien. El Asaltablog como es de tantos años si que me lo se de memoria, jajja. Me encantan los panes, se ven espectaculares. A mi me encanta salir de fiesta, y es que hay que disfruta de la vida.
    Besinos.
    El toque de Belén

    Responder
  5. Mira que ya tienes delito, una experta panarra como tú y se le resiste una masa……….. no me lo puedo creer!!!!!!
    Sí, yo se que no eres fiestera, pero sociable y buena persona yo doy fe de que sí.
    De cualquier modo esos panecillos terminaron genial, como era de esperar.
    Ahhh no des una cabezadita cuando pongas huevos a cocer, terminan bailando el cha- cha en la cazuela y luego rematan con un salto mortal hacia el techo.

    Buena semana

    Responder
  6. ¿Tu problemas con las masas? No me lo puedo creer jejejeje…
    Se de buena tinta que eres de las nuestras cagaprisas, pero te confieso que no se porqué este mes a mi también «casi» me pilla el toro, fíjate que mi receta es sencilla pues no salió a la primera, algún día te lo contaré.
    Besos
    Nieves

    Responder
  7. Vivir al límite tampoco es para mí, pero a veces se conjuran los astros para hacernos creer que somos unos «fiestas» y para llegar ajustados al asaltablogs. Yo creo que, en el fondo, eso nos ocurre para reafirmarnos en nuestro amor por las agendas y las planificaciones.
    Tus bollos son sencillamente divinos. Sin siesta y sin carbonizar :)
    Besitos.

    Responder
  8. Yo también soy de agendas y de tenerlo todo planificado y todo controlado y vivir al limite tampoco va con mi filosofía de la vida porque cuando sucede casi siempre acaba mal igual que si hago algo en forma de «cagaprisas».
    Esta claro que este segundo intento con el entreno del primero te han salido muy bien.
    Bss

    Responder
  9. Hay días y días, y este mes el reto te ha supuesto más esfuerzo que nunca. Yo también soy de las cagaprisas, cuando participaba en un reto decidía la receta con mucha antelación y a poder ser la preparaba más pronto que tarde para evitar imprevistos (o al menos para poder subsanarlos)

    Míralo por el lado bueno ¡has tenido que repetir esos panecillos que tan buena pinta tienen! ¡Besos mil!

    Responder
  10. Hija Ana, me río contigo siempre! Pero cuantas viscisitudes (toma palabro) con la dichosa receta…y todo por salir de fiesta jajajajaja! Me alegro que al menos te haya gustado a pesar de todos los males y, si te sirve de consuelo, me he olvidado de las pasas millones de veces jajajajaja Luego se las meto con calzador! MUCHAS GRACIAS por tus palabras y por elegir esta receta a la que tengo mucho cariño. Un beso preciosa

    Responder
  11. Yo estoy contigo en que las prisas no son buenas, pero a veces también me han pasado cosas parecidas, por eso últimamente no participo en ningún reto, ya me agobia bastante la vida cotidiana.
    Los panecillos tienen un aspecto espléndido y esas uvas pasas que le asoman, para mi aún los hace más apetecibles.
    Besiños guapa

    Responder
  12. Si me he reído leyendo tu entrada Ana, lo he vivido todo como si me pasara a mi, solo me ha faltado salir en tus fiestas jaja. Me encantaría ver tu agenda, tiene que ser una preciosidad con tanto color. Yo soy cronoyonki total y me has descrito a la perfección jeje, aunque en lugar de cerveza soy más de vino.
    Pasando a tu asalto creo que te ha ido bien el estrés del último momento porque te han quedado geniales!!
    Buen asalto guapa!
    Un bst.

    Responder
  13. Cómo es posible que llegues a pensar que eres una fiestas? Y cómo es posible que llegues a creer que una cabezadita de 10 minutos es realmente de 10 minutos? Lo que si creo que deberías pensar es que eres una auténtica maravilla elaborando pan y más aún estos bollitos, no veas la envidia que me estabas dando según leía el post, ya que yo soy inutil total para los temas de amasado, leudado y horneado. Te envidio!!! Bss y sigue siendo así.

    Responder
  14. ¡Hola Ana!
    Yo también soy una persona tranquila, organizada, y como tengo tan mala memoria no puedo vivir sin mi agenda donde siempre hay anotadas muchas cosas con sus horas, lugares y notas oportunas. Y estoy contigo en que las prisas no son buenas.Creo que nos parecemos, al menos, en estos dos aspectos.
    Me encanta el aroma que desprende el pan recién hecho, no puedo resistirme a probarlo cuando aún está caliente. Es uno de esos placeres de la vida que me hacen feliz. Y estos panecillos con pasas tiene una pinta… Me apunto la receta.
    ¡Un beso guapa!

    Responder

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.