Hay días que me levanto con la determinación de meter cuchara en ese bote de curry verde thai que compré hace algún tiempo y me mira con ojitos de bote de curry abandonado cada vez que abro la nevera.
Es un curry verde que compré por una razón de peso: me pareció mono.
A mí que un bote sea mono me parece razón más que suficiente para comprarlo. Otro día hablamos de ese otro tarro de spicy bean pudding que hay por la nevera… algo que además de monísimo parecía en un primer vistazo contener bloques de tofu especiados en su interior, pero una vez abierto, resultó ser un condimento potente, picante y super rico con el que nunca sé que se puede hacer además de usarlo para el arroz salteado.
En fin.
Los botes monos, que a veces te dan sorpresas.
Este de hoy es un curry verde en pasta, rico, picante, fresco, con sabor ligeramente cítrico y mucho carácter. Se suele hacer con lemograss, jengibre, hierbabuena, cilantro, guindilla verde thailandesa, ajo, cominos, lima kaffir… con esto te puedes hacer a una idea de su sabor. Fresco, cítrico y picante. Hay algunas recetas para hacerlo en casa, te dejo esta que me parece bastante razonable en cuanto a ingredientes.
Se puede comprar en casi cualquier tienda de productos asiáticos, y se puede sustituir por otro curry que te guste más o que tengas más a mano. Eso sí, procura buscar uno que tenga base de hierbas y no uno dulce como el curry de Madras, eso es otro mundo, y podría no quedar del todo bien con el cilantro y la lima.
INGREDIENTES
- Carne picada de pavo, 500 g [podría usarse pollo en su lugar]
- Calabacín, 3 o 4 [unos 750 g]
- Cebolla, 1 grandecita [150-200 g]
- Ajo, 1 diente
- Jengibre, un trozo grande de unos 10 cm
- Cilantro fresco picado, un puñadito
- Algún picante de tu elección [he puesto salsa sriracha, puedes usar chile, unas gotas de tabasco…]
- Una lima, zumo y ralladura por separado
- Pasta de curry verde thailandés, 1 cucharadita o lo que tu cuerpo resista [no todas las marcas son igual de picantes, la receta original pide 3 cucharadas pero os aseguro que con mi curry eso no es una opción]
- Leche de coco, 100 ml
- Agua de coco, 300 ml
- Caldo de pollo, 500 ml
- Salsa de pescado tipo nam-pla, 3 cucharadas
- Guisantes, un puñado generoso
- Aceite, sal
MODUS OPERANDI
Para hacer la masa de las albóndigas, rallamos uno de los calabacines, unos 200 gramos, con una mandolina muy fina, la más fina que tengamos, y escurrimos muy muy bien la pulpa rallada con ayuda de un paño limpio o un colador. Si tenemos una estameña sería perfecta para este fin.
Una vez hecho esto, mezclamos en un bol: pulpa de calabacín, carne picada de pavo, un cuarto de la cebolla picada en mirepoix [muy menudita], el ajo picado, el jengibre fresco rallado, dos cucharadas de cilantro fresco picado, la ralladura de lima, sal y el picante que hayas decidido. No conviene pasarse de picante, el plato es más bien fresquito, y el curry también tiene lo suyo.
Mezclamos bien con las manos, y dejamos reservada la mezcla unos diez minutos para que asiente.
Podemos aprovechar estos minutos para preparar ingredientes: cortamos la cebolla que nos queda en brunoise [daditos pequeños, pero no necesariamente tanto como los de antes], y preparamos la pasta de curry y los líquidos. Por último cortamos el calabacín en dados no muy grandes.
Formamos las albóndigas. Yo he usado para medir una cuchara medidora, y han salido 28 unidades. Cuando hago esto siempre mido de alguna manera la masa, porque si no, cada albóndiga es más grande que la anterior y si empiezo formando canicas grandes termino haciendo pelotas de tenis. Y las tengo que reamasar y… en fin, que me sale a cuenta medir lo que pongo.
Pasamos a la salsa. En una sartén, lo bastante grande como para que cojan todas las albóndigas, ponemos a calentar una cucharada o dos de aceite. Pochamos a fuego medio la cebolla que nos queda, y cuando esté transparente añadimos la pasta de curry verde y rehogamos unos segundos. Incorporamos la leche de coco y movemos hasta que la pasta de curry esté completamente disuelta, y añadimos el agua de coco, el caldo de pollo y la salsa de pescado [si sólo usas leche de coco, pon una poca, disuelve el curry y ya añade el resto de líquidos].
Deja que todo de un hervor.
Añadimos ahora el calabacín que nos queda cortado en dados, y cuando vuelva a hervir, las albóndigas. Las añadimos despacio, dejándolas caer desde poca distancia, porque son blanditas y no deben estrellarse contra la sartén si las queremos redondas. Si lo necesitas, usa una cuchara mojada [el agua impedirá que la masa se enganche].
Cuando las tengamos todas dentro, hacemos algunos movimientos circulares leves con la sartén, para hacerlas rodar y que se sellen por todos los lados. Al estar completamente crudas, son bastante delicadas.
Dejamos que se cocine todo a fuego medio unos 20 minutos o el tiempo que necesiten las albóndigas para estar hechas en su interior, esto depende siempre del tamaño. Cuando falten unos 5 minutos para estar listas, añadimos el zumo de lima y los guisantes, y seguimos cocinando hasta que esté todo en su punto.
«k el tarro sea mono razon mas k suficiente para comprarlo»🤣totalmente d acuerdo….
Qué pintaza estas albóndigas!
Se ven deliciosas, solamente les agregaría un poco más de color para que queden color carne.