BUNDT DE ARÁNDANOS [Encerrada]

Digo que puesta a volver, vuelvo por todo lo alto, ¿no?

No sé como vais con el confinamiento tras el decreto del estado de alarma. Yo me he convertido en una abuelita. No puedo trabajar, porque en mi caso el teletrabajo no es posible, así que me han mandado a casa.

Sin más.

Paso el día leyendo, haciendo algo de ejercicio, cocinando rico [para algo tengo tiempo] y tejiendo. No está mal. No me lo estoy tomando como unas vacaciones, ni mucho menos. Soy plenamente consciente de la situación que vivimos. Pero estoy encerrada en casa, y algo tendré que hacer.

He vuelto a fotografiar comida. Hacía tiempo que no. Tenía una mezcla entre apatía, falta de espacios para cocinar y un problemilla logístico de nada que ya he solventado [una cuestión técnica con la parte fotográfica del asunto].

Y me he dicho, puesta a volver, a cocinar, a fotografiar… pues no os voy a traer un guiso de acelgas, ¿no? Que puesta a estar aquí encerrada con el culo plantado en el sofá echando horas, pues vamos a cocinar cosas ricas que nos alegren un poco la vida.

Me he hecho una rutina de ejercicios diaria, dejemos esto claro. Una no puede hincharse a bundts sin que después le engorde todo lo que no quiere que engorde [que lo que me engorda es el culo y no las tetas que me vendría mejor]. Y tendríais que verme. No me voy a hacer fotos para subirlas a las redes sociales pero os lo cuento: cara lavada, pelos cogidos en un kiki de cualquier manera, pijama con chaqueta viejuna, grande y con las mangas reventadas por encima, zapatillas de estar por casa, y la esterilla de ir de camping para hacer las abdominales.

Si el vikingo no ha salido corriendo ya es porque no puede salir de casa.

Hemos salido a la compra una sola vez, y no me anduve con rodeos: compré todas las cosas ricas que me apetecieron. Primero, porque hay que apoyar al máximo al pequeño comercio, y segundo porque… algún gusto habrá que darnos ya que no vamos a cenar fuera ni a irnos de cañas. Artículos como el vino tinto y la cecina han pasado a formar parte de nuestra despensa de imprescindibles para ir pasando los días.

Me pasé por la frutería, porque incluso ahora prefiero apoyar el pequeño comercio y no comprar frescos en una gran superficie, y me traje… mmmmm… muchas cosas ricas, y entre ellas, bastantes arándanos frescos. Y he usado una buena parte en este bundt. Maravilloso, gordo, rico, jugoso, bonito… lo tiene todo.

Me va a costar tres series extra de abdominales, pero creo que no va a importarme mucho…

BUNDT DE ARÁNDANOS

INGREDIENTES

  • Harina, 375 g
  • Levadura, 2 cucharaditas
  • Bicarbonato, 1/2 cucharadita
  • Sal, una pizca
  • Buttermilk*, 175 g
  • Mantequilla, 200 g
  • Azúcar, 250 g
  • Aceite, 60 ml [elige uno de sabor suave]
  • Huevos, 4 [a temperatura ambiente]
  • Arándanos frescos, 125 g [puedes poner más si quieres]
  • Para el glaseado:
    • Azúcar glas
    • Zumo de limón
  • *Para el buttermilk, si no lo encuentras:
    • Leche, 175 ml
    • Zumo de limón, dos cucharadas

MODUS OPERANDI

Antes de empezar, si no tenemos buttermilk , hay que hacerlo casero. No es buttermilk estrictamente, pero es una solución que hace las veces. Ponemos 175 g de leche en un bol, añadimos dos cucharadas de zumo de limón y removemos. Dentro de una una hora más o menos tendremos nuestro sustituto casero del buttermilk. Como la leche se habrá cortado [es lo que buscamos] tenemos que removerla un poco antes de usarla.

También preparamos la harina: la pesamos, mezclamos con la levadura, el bicarbonato y una pizca de sal, y tamizamos todo. Reservamos.

En un robot amasador, o usando unas varillas eléctricas, batimos el azúcar y la mantequilla hasta que empiece a estar blanquecino y haya aumentado su volumen.

Añadimos ahora el aceite, muy despacio, hasta que se integre. Y los huevos, de uno en uno.Hasta que no se integre uno no añadimos el siguiente.

Añadimos una tercera parte de la harina a la mezcla del bol, y mezclamos con la pala a velocidad baja. Si has usado varillas eléctricas, es preferible hacer esto a mano con una espátula. Incorporamos la mitad del buttermilk y mezclamos. Añadimos otra tercera parte de harina, mezclamos, el resto del buttermilk, mezclamos, y por último lo que queda de harina.

Y ya sólo nos queda incorporar los arándanos frescos. Yo suelo mojarlos con zumo de limón y enharinarlos ligeramente, porque de esa forma no se van al fondo. Lo hago siempre que incorporo trozos de cosas [fruta, frutos secos, fruta deshidratada…] a los bizcochos.

Preparamos el molde de bundt, y horneamos siguiendo escrupulosamente las instrucciones para usar un mode de bundt cake, durante unos 60 minutos, aunque no todos los hornos tienen la misma potencia, así que antes de sacarlo, pincha con una aguja y comprueba que está cocido.

Vale, las instrucciones resumidas:

  • El molde debe estar bien engrasado, con atención a cada rincón.
  • Se hornea siempre sobre una rejilla [jamás sobre la bandeja de horno, necesitamos aire circulando en el interior del tubo].
  • Se saca del horno y se deja sobre una rejilla [puede ser la misma colocada en la vitro, o sobre unos paños] 10 minutos. No más. No menos.
  • Se desmolda a los 10 minutos, pon tiempo. Si está muy caliente se rompe. Si está muy frío se pega.

Glaseado:

Mezclamos el zumo de limón con azúcar glas hasta tener una textura densa, como un jarabe muy espeso, y lo ponemos sobre el bizcocho. Yo lo he dejado muy clarito, no se aprecia, pero da un punto de sabor muy rico. Si le pones más azúcar queda más blanco y se ve más, pero para mi gusto queda empalagoso. Claro, que a mí el azúcar no me gusta demasiado…

3 comentarios en «BUNDT DE ARÁNDANOS [Encerrada]»

  1. victoria e

    tienes toda la razón,yo también he empezado a hacer una rutina de algo de ejercicios porque sino ,acostumbrada a moverme …..esto va a ser horrorosooooo
    Pero con ests bundt…..hago 15 minutos más de bici¡¡¡
    Besitos y cuídate¡¡¡¡

    Responder
  2. Yo con un brote de colitis ulcerosa, dieta baja en Fodmaps (es decir, para comer algo rico tengo que tirar de las galletas María de Gullón sin gluten, que las estoy comiendo por encima de mis posibilidades) y con una anemia de caballo que me tiene muerta. Las veces de tu vikingo a mí me las hace el bote de pastillas de hierro, que lo miro con ojos rijosos y, en cuanto me hagan efecto, me caso con él.

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