EDAMAME SAZONADAS CON SOJA [No soy una héroa]

Edamame salteadas Edamame salteadas Edamame salteadas

Lo que os voy a contar bien podría ser una historia épica sobre como salvé a mi gata tras haber caído en un patio de luces abandonado, y me lesioné seriamente en plan superhéroa al rescate de un lindo gatito [ya sé que no se dice héroa; la palabra heroína me molesta]. Pero no. La parte de la gata en el patio de luces tiene su gracia, pero la parte de la lesión es una mierda sin ningún tipo de heroicidad ni lucimiento.

Por partes. Noche de Halloween. Vikingo y yo no tenemos un ápice de ganas de cocinar y salimos a tomar algo. Unas raciones y varias manadas de niños estridentes después, volvemos para casa a eso de las once y media de la noche. Antes de seguir debo explicar que vivo en el primer piso de un edificio de corrala, es decir, que parte de las ventanas de mi casa dan a un patio de vecinos abierto en el centro hacia dos patios de luces que corresponden a los bajos. Algo parecido a esto:

Foto de http://www.txemivirtual.com/2012/05/corrala-madrilena.html

Avanzamos por el pasillo, y la gata sale por la ventana del salón [que solemos dejar abierta al menos mientras el frío no lo impide] para recibirnos. Se lanza a la barandilla, que sí es igual que la que veis en la foto, pisa una hoja de una enredadera que cuelga hacia el patio, se resbala y cae al patio de luces.  Patio que tiene tres accesos: dos locales comerciales [obviamente cerrados] y la casa de una señora cuyas ventanas dan a nuestro patio, y a la que se accede desde el edificio contiguo. Un día os tengo que contar la historia de esa casa, merece la pena hacerlo.

A lo que vamos. Vikingo y yo en estado de shock, gata nerviosa en el patio maullando angustiada a sus mascotas humanas esperando que alguien la saque del atolladero. El vikingo decide ir a buscar una escalera de mano desplegable al local de la asociación de vecinos, y yo mientras tanto, decido ir a hablar con la vecina cuyas ventanas dan al patio para ver si me deja saltar y sacar a la gata por su casa.

Bien. La vecina aparece. Y me dice que no. Pongo todas las caras de pena posibles, apelo a su humanidad [inexistente] y le pido que por favor me deje saltar por su ventana y sacar a mi gata de allí, que va a pasar la noche sola y maullando. No. La tipa no sólo se niega sino que además sale de su casa, y se larga, diciendo que ha quedado, que llega tarde y que no tiene llaves. Todo muy creíble en orden de aparición.

Llamo a la siguiente puerta, por si por azar alguna ventana es de ellos, y no contesta nadie. Voy a salir del portal, y a mitad de camino el automático de la luz se apaga. Me dirijo a la lucecita más cercana para encender y en ese breve recorrido de… dos metros, tal vez tres, me sale al paso un escalón y me doy una hostia que aún me está doliendo.

Llego a mi portal, temblando, sudando y con la certeza de que me he roto algo o dislocado algo o no lo sé porque el dolor es infernal. Y me espera el vikingo con la escalera para bajar a por la gatufla, que me ve aparecer, blanca del susto, sentarme en el suelo y decir algo así como llévame a urgencias que me he roto algo mientras la gata le grita desde el patio eh tú, humano, sácame de aquí ahora mismo. El dilema estaba claro. Primero bajó a por la gata [con ayuda de un vecino, que yo no estaba para sujetar escaleras], y luego a urgencias.

Tres horas más tarde, salí con el brazo en cabestrillo y una rotura parcial en un tendón del hombro derecho y sí, soy diestra. Teniendo en cuenta que yo no puedo tomar antiinflamatorios, el resto ya fue todo un fiestón que no veas. Dolor y más dolor. Brazo inmovilizado quince días, los diez primeros de baja médica, y el resto con el alta que tuve que suplicar al médico por caridad cristiana o lo que fuera, porque no soportaba estar en casa sin hacer absolutamente nada.

Por supuesto, incapacitada para cualquier cosa de la vida diaria. Sin poder hacer cosas tan banales como preparar café, lavarme el pelo o vestirme sola. El vikingo además de ocuparse de sí mismo pasó dos semanas duchándome, vistiéndome y haciendo las comidas para después recoger y fregar. El finde que estuvo fuera sobreviví a base de abrir latas y meter su contenido al microondas. Y no me quité el pijama salvo para malducharme a duras penas. Los tres primeros días no pude despegar el brazo del tronco y no os quiero contar lo que pasa cuando además de eso, no puedes ponerte desodorante porque el roll-on, simplemente, no cabe.

He empezado a cocinar el mismo día que he preparado corriendo todos los retos en los que participo, incluyendo este, en el que necesité asistencia vikinga para mover el wok, que además es de hierro fundido. A día de hoy puedo separar levemente el brazo del tronco, pero no tengo movilidad completa, he conseguido lavarme el pelo sin ayuda y hasta vestirme sola [con la salvedad del sujetador que no hay manera]. Aparte de eso, estoy bien, la verdad. Ya hago vida autónoma, con el brazo a medio gas, y soy capaz de cocinar, que no es poco.

Y todo esto tan peregrino y carente de encanto me ha pasado este mes para que llegue tan tarde a mi querido #cookingthechef. Y he elegido, claro está, una receta sencilla, con poca elaboración, de nuestro chef de este mes, Quique Dacosta. De todas las ediciones, esta ha sido la receta que más me ha gustado hasta hoy, y la que estoy totalmente segura de que repetiré y no pocas veces. Va seguida de cerca por unas gominolas de boniato y jengibre que me chiflaron, pero ahora mismo, encabeza la lista de mejores descubrimientos a cuenta de este reto.

Espero que os guste tanto como a mí!

Edamame salteadas Edamame salteadas

CAL 143,7 · HC 8,8 · PR 10,0 · GR 8,1 [100 G]

INGREDIENTES

[200 G SON TODAS LAS QUE VES EN LA FOTO, PUEDE SERVIR DE APERITIVO PARA 4 CON MÁS COSAS EN LA MESA]

Edamame, 200 g
Aceite de sésamo, 1 cucharada
 
Aderezo
Salsa de soja, 60 ml
Caldo dashi, 20 ml
Ajo en polvo, 2 g [una cucharadita rasa]
Sésamo, 2 gramos [una cucharadita generosa]
Tabasco, 3 gotas
 
MODUS OPERANDI

En un bol batimos enérgicamente todos los ingredientes del aderezo. He preparado el dashi a partir de un preparado, usando un cuarto de cucharadita de polvos instantáneos para 20 ml de agua caliente. Me gusta hacer el dashi casero, pero para tan poca cantidad, salvo que lo vaya a usar en otra cosa, no me merece la pena.

Ponemos un wok al fuego y añadimos el aceite de sésamo. Una vez haya cogido temperatura, ponemos las edamame en el wok. No es necesario descongelarlas, aunque sí quitarles la escarcha si tienen. Las salteamos un par de minutos. En este momento, añadimos unas gotas de agua, no más de media cucharadita, y esperamos a que se evapore. Repetimos la operación dos veces más, es decir, primero salteamos dos minutos con aceite, y después añadimos agua en tres tandas de media cucharadita cada una, dejando evaporar cada una de ellas.

Cuando evapore la última tanda de agua, incorporamos al wok el aderezo, y salteamos mientras va reduciendo. Una vez haya reducido por completo, servimos las edamame.

Al terminar, se formará una especie de caramelo un poco pringoso en el fondo del wok, son los azúcares de la soja, es normal que te ocurra, intenta aprovechar el que puedas para servirlo con las edamame y descarta el que esté muy denso.

Para comerlas, se abren las vainas, se extraen las judías de su interior y se comen. Lo ideal es hacerlo con los dientes, o con los dedos pringosos de aderezo, para que las judías cojan el sabor del exterior de las vainas.

26 comentarios en «EDAMAME SAZONADAS CON SOJA [No soy una héroa]»

  1. Qué putada. Tener el brazo impedido es mucho más chungo de lo que puede parecer de primeras. Te entra una frustración que lo flipas.
    Me alegro de que estés algo mejor. Un poquito de autonomía es MUCHO después de tanto tiempo dependiendo de los demás. ¡Ánimo,que en breve estarás a todo gas otra vez! Es la magia de los tejidos vivos!!! :D

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  2. Nunca he comido edamame ni creo que aqui lo encuentre en la fruteria ummmmmmmmmmm se ve divinisimo no lo siguiente y no dudo este de rexupete.
    Me alegra que estes mejor ahora cuidate y ten cuidado cuando se vaya la luz para otras veces ya sabes o sacas el movil para ver por donde vas o esperas a tener ayuda ,te leia y me dolia a mi tambien la caida.
    Bicos mil wapa.

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  3. Me encanta tu forma de escribir y contar las cosas, He visualizado perfectamente la perdida de tu gata, tu inmovilidad y la explicación de tu receta. No he probado el edamame ni el caldo dashi preparado para reconstituir. A ver si visito alguna tienda especializada y me agencio lo necesario. Me guardo tu receta para esto. Un beso

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  4. Hija mía, acabo de descubrir como se come el dichoso edamame, con razón lo encontraba tan asqueroso, me comía todo y tal cual.
    Eres una campeona y héroa por haber hecho receta en tus condición de manca eventual.
    Me queda en pendientes esta receta, haber si la disfruto tanto como tú.
    Bss

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  5. Iba a escribir un taco en referencia a la vecina pero mira, ya si eso le mando malas energías a ver si le llegan a la muy…lo siento mucho Ana, menudo mes que has pasado…el edamame me encanta es el aperitivo perfecto. Besos

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  6. Mamma mia! Todo un relato increíble o bueno, lo increíble es que puedas tener una vecina así de maja y empática. Me pasa eso a mí y no sé que hubiese hecho a esas horas y con todos de parranda, pues no había casi nadie y el que había era mejor no haberlo conocido. En fin, siempre se aprende de estas cosas, por lo de la solidaridad lo digo.

    Bueno, me han encantado tus edamame, me encantan y a veces los he comido en un japo de Madrid, muy sencillos de hacer y muy bien explicado, un chef con unas recetas muy buenas y algunas no demasiado difíciles.

    Mejórate pronto aunque esas lesiones son muy fastidiosas, yo un día al salir del coche con tal impetú me pegué un gran bofetón, caí de rodillas en la acera y me iba al aeropuerto, tenía tal mala idea, que no me dolió hasta llegar que me fui al hospital del tirón.

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  7. Me he quedado de una pieza al ver la poca humanidad que tiene tu vecina… así va esta sociedad tan carente de sentimientos y solidaridad.
    Por otra parte decirte que dado que no puedes tomar antiinflamatorios por boca, te diré que a mi me funciona una crema que se llama FASTUM GEL… a veces hace de mal aconsejar porque cada persona tiene una sensibilidad distinta, pero si ya no llevas el brazo vendado, te aseguro que en menos de 1 hora el dolor disminuye y te das cuenta que la movilidad ya no es tan reducida. Bueno, ahí queda mi sugerencia. Piensa que personalmente cuando salgo de viaje aunque sea para un fin de semana, lo primero que meto en mi bolsa es el FASTUM GEL y mi hija igual, tal es la confianza y el cariño que le tenemos. Eso si no hay que abusar porque crea fotosensibilidad, con 2 veces al día es suficiente y si el dolor es muy fuerte 3. (pero mejor consúltalo con el farmaceutic@)
    Una pronta recuperación y un mimito a tu gatita pobrecita,
    vaya susto.
    Una receta de diez la tuya.
    BESOS :)))))

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  8. Sencillo sí, pero los edamame son TAN BUENOS!!!!
    Supongo que la gata sigue bien. Sabes que os echo de menos? Bonita, cuidate este brazo y cuida del Vikingo, es un tesoro con las prioridades claras, jajaja
    Y cómo puede, una mujer tan estúpida, vivir en un sitio tan bonito? Esto debería estar prohibido. La gente mala y fea por dentro deberían vivir en cuevas oscuras y malolientes y, para el bien de la humanidad, salir lo mínimo!
    Un besazo

    Blanca

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  9. Azucena Martin Guillen

    Aveces las caídas más tontas son las que más problemas dan, cuídate, espero que te recuperes pronto. Las edamame las has preparado estupendas, es un plato sencillo, sano y muy rico.
    Un beso.

    Responder
  10. Uf, menuda historia para la noche de Halloween, parece el guion de un corto o una serie…
    Ay los mininos, lo que nos hacen sufrir, directa e indirectamente! Yo el otro día casi me mato al ir a coger al mío que se había salido escalando por la reja del pequeño lavadero, en el único hueco posible, y se había encaramado a un macetero que cuelga por fuera MUY mal, en un tercer piso. No sé si sentí más terror o ganas de asesinarlo.

    En fin, me alegro de que ya estés casi bien, o que al menos ya no seas dependiente para todo y que puedas cocinar. Las edamame me encantan y el aderezo suena de los míos, para pringarse bien los dedos, lo probaré!

    Un abrazo

    Responder
  11. Uf, menuda historia para la noche de Halloween, parece el guion de un corto o una serie…
    Ay los mininos, lo que nos hacen sufrir, directa e indirectamente! Yo el otro día casi me mato al ir a coger al mío que se había salido escalando por la reja del pequeño lavadero, en el único hueco posible, y se había encaramado a un macetero que cuelga por fuera MUY mal, en un tercer piso. No sé si sentí más terror o ganas de asesinarlo.

    En fin, me alegro de que ya estés casi bien, o que al menos ya no seas dependiente para todo y que puedas cocinar. Las edamame me encantan y el aderezo suena de los míos, para pringarse bien los dedos, lo probaré!

    Un abrazo

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  12. Ana que locura todo lo sucedido, de la noche a la mañana nos pueden pasar tantas cosas que nos desbarajustan la vida y a tener paciencia, de la vecina ni que decir, que muchas veces hay gente que es tan insensible que asusta. La gata espero que no se haya vuelto a escapar y gracias a tu vikingo se facilito un poco más la situación, que ha debido ser un suplicio, sobretodo al no poder hacer nada ni valerse por uno para cosas tan básicas que luego uno valora montones poder tenerlo todo y hacer cosas tan simples y grandiosas como tener salud para movernos. Pues es toda una experiencia que nos hace reflexionar. Espero que la recuperación vaya mucho mejor. En cuanto a la receta, alguna vez probé edamame, no me disgustaron, pero creo que esta manera de prepararlas es una delicia llena de sabor, un receta sencilla, sana y bien rica. Te mando un abrazo!

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  13. Anónimo

    Lo primero es lo primero…méjorate Ana, lo antes posible. Seguro que tu gato agradece tan gran gesto hacia el ( o no, con un gato al igual que con muchos humanos…nunca se sabe), no todos los días una se «escalabra» intentando sacarte del apuro en el que te has metido. Conocia el edamame por investigaciones que hago de vez en cuando, pero nunca lo he comido y sí que recuerdo que me llamó la tención lo de sacar las semillas y dejar las «cáscaras». Un abrazo y cuídate mucho.

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  14. Caray Ana vaya aventura-rescate-fiasco y esto si que es mala suerte y tener que estar así con el brazo, pero al final todo se cura y quedara en una buena historia para no olvidar. A pesar de todo buena propuesta.Nunca he comido edamame.
    Bss

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  15. Ánimo Ana que es sólo es cuestión de tiempo. Cuídate y que te cuiden.
    Los edamame son un clásico en casa. Aún recuerdo a mi hija con 2 añitos comiéndolos en un restaurante y «disparando» la soja a las otras mesas del restaurante. Así que esta receta va a caer sin Tabasco para las niñas y con para los adultos.
    Besos

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